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La mujer Santo de los Últimos Días, Parte A - The Church of Jesus ...

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Lección 30<br />

rán a gobernarse. Al enseñar el autodominio a nuestros hijos, <strong>de</strong>bemos<br />

seguir un procedimiento or<strong>de</strong>nado.<br />

• Ponga a la vista un póster en el que aparezca la lista siguiente, o haga<br />

referencia a la información que figura en la pizarra:<br />

Poner límites<br />

• Ponga a la vista la ayuda visual 30–b, “El presi<strong>de</strong>nte David O. McKay<br />

y su esposa”.<br />

El presi<strong>de</strong>nte David O. McKay enseñó:<br />

“En mi opinión… el mejor momento para que el niño aprenda a vivir<br />

<strong>de</strong> acuerdo con las reglas <strong>de</strong> la obediencia es entre <strong>los</strong> tres y <strong>los</strong> cinco<br />

años <strong>de</strong> edad… Si la madre no controla al niño durante esas eda<strong>de</strong>s, le<br />

será mucho más difícil hacerlo <strong>de</strong>spués… No quiero <strong>de</strong>cir con esto que<br />

tenga que empujar, arrastrar o restringir, sino sólo permitir al niño sentirse<br />

perfectamente libre <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollarse hasta que vaya más allá <strong>de</strong><br />

<strong>los</strong> límites <strong>de</strong> seguridad. Luego, hay que hacerle sentir la mano tierna<br />

pero firme <strong>de</strong> la restricción.<br />

“En una ocasión mi esposa y yo vimos en un zoológico la aplicación<br />

eficaz <strong>de</strong> esta regla… Vimos un pequeño mono que apenas empezaba a<br />

caminar. <strong>La</strong> madre lo cuidaba y lo alimentaba. Primeramente nos interesó<br />

ver la forma en que la madre daba palmaditas al bebé para tratar<br />

que se durmiera; pero el pequeño se apartó <strong>de</strong> la madre y empezó a<br />

subir por la jaula. Aparentemente, la madre no prestaba atención y lo<br />

<strong>de</strong>jó subir hasta que se acercó al peligro; luego, ella extendió <strong>los</strong> brazos,<br />

lo bajó y lo <strong>de</strong>jó jugar <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> <strong>los</strong> límites <strong>de</strong> seguridad… De ese<br />

modo, vemos que la primera contribución <strong>de</strong>l hogar para la felicidad<br />

<strong>de</strong>l niño es recalcarle el hecho <strong>de</strong> que hay límites más allá <strong>de</strong> <strong>los</strong> cuales<br />

no pue<strong>de</strong> ir con seguridad” (Stepping Stones to an Abundant Life, compilación<br />

<strong>de</strong> Llewelyn R. McKay, 1971, pág. 38.)<br />

246<br />

1. Poner límites.<br />

2. Enseñar a <strong>los</strong> hijos la forma <strong>de</strong> aplicar <strong>los</strong> principios<br />

<strong>de</strong>l Evangelio.<br />

3. Dar responsabilida<strong>de</strong>s a <strong>los</strong> hijos.

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