Anécdotas talmúdicas y de rabinos famosos
Anécdotas talmúdicas y de rabinos famosos
Anécdotas talmúdicas y de rabinos famosos
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Comenzó a transpirar y a buscar por todos los rincones y el posa<strong>de</strong>ro<br />
trataba <strong>de</strong> “calmarlo” diciendo que seguramente le habían robado las<br />
pertenencias en la feria. Entonces gritó que estaba seguro <strong>de</strong> que había<br />
colocado lo que estaba buscando <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> la almohada y el dueño comenzó<br />
a gritar con enojo que en su posada no se robaba ni un cordón<br />
<strong>de</strong> zapatos. Entonces se dio cuenta que había sido engañado por un<br />
embaucador y todo lo que podría <strong>de</strong>cir sería en vano. Sabiendo que el<br />
Rabino había ocupado el puesto rabínico en la ciudad <strong>de</strong> Lomza, <strong>de</strong><br />
don<strong>de</strong> era oriundo y dado que todavía allí se hablaba <strong>de</strong> su gran sabiduría,<br />
venía aconsejarse y pedir ayuda, para po<strong>de</strong>r recuperar su dinero,<br />
ya que era indiscutible que el posa<strong>de</strong>ro se lo había apo<strong>de</strong>rado.<br />
Rabí Eliáu conocía al posa<strong>de</strong>ro, puesto que también estaba implicado<br />
en otro juicio rabínico y se había dado cuenta <strong>de</strong> que el individuo<br />
no se caracterizaba por su honestidad. Le pidió al comerciante<br />
que esperase en la habitación <strong>de</strong> al lado y mandó a su ayudante para<br />
que llamara al posa<strong>de</strong>ro. Éste, que estaba seguro <strong>de</strong> que lo llamaba<br />
por el juicio rabínico <strong>de</strong> días atrás, se apresuró y vino. El Rabino comenzó<br />
a conversar con él por ese juicio y el individuo arguía que la<br />
ley estaba a su favor y como <strong>de</strong> costumbre, tenía en sus manos una<br />
cajita <strong>de</strong> plata con rapé. El Rabino le pidió si podía convidarlo con el<br />
rapé y el hombre le extendió la cajita y <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> un rato, se levantó<br />
y se excusó para salir un momento.<br />
Enseguida llamó a su ayudante y le or<strong>de</strong>nó que fuera a la casa <strong>de</strong>l<br />
posa<strong>de</strong>ro y le dij era a la esposa que el esposo, que estaba en lo <strong>de</strong>l<br />
Rabino, le pedía que le entregara la billetera y el reloj <strong>de</strong> oro que el<br />
comerciante <strong>de</strong> Lomza olvidó por la mañana y como señal, le había<br />
dado la cajita <strong>de</strong> rapé, para que se la mostrara.<br />
Pasados unos minutos, el ayudante volvió con la billetera y el reloj.<br />
Volvió Rabí Eliahu a la habitación, aspiró otro poco <strong>de</strong>l rapé, <strong>de</strong>volvió<br />
la caja al posa<strong>de</strong>ro y conversó un poco más con él, hasta que<br />
este se levantó y se fue.<br />
Entonces llamó al comerciante, le pidió que le dé algunas señales<br />
<strong>de</strong> la billetera y <strong>de</strong>l reloj y le <strong>de</strong>volvió lo robado.<br />
152