Anécdotas talmúdicas y de rabinos famosos
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<strong>de</strong> renunciar a sus intereses y confort y expresar su <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia<br />
<strong>de</strong>l Eterno.<br />
Por la mañana, preferiría permanecer, confortablemente, durmiendo,<br />
en cambio, se levanta para las oraciones matinales, en reconocimiento<br />
<strong>de</strong> que <strong>de</strong>be buscar sus necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l Eterno.<br />
En lo álgido <strong>de</strong>l día comercial, cuando está ocupado para po<strong>de</strong>r<br />
afrontar sus menesteres diarios, se <strong>de</strong>tiene para la oración <strong>de</strong> la tar<strong>de</strong>,<br />
que le recuerda que el Eterno es el proveedor <strong>de</strong> sus menesteres.<br />
Al fi nal <strong>de</strong> un día cansador, cuando procura <strong>de</strong>scanso, pospone<br />
sus sueño para dirigirse nuevamente al Eterno y agra<strong>de</strong>cerle por los<br />
éxitos <strong>de</strong>l día y pedir por la continuación <strong>de</strong> la ayuda divina.<br />
FUEGO Y OLLA<br />
El Jafetz Jaim <strong>de</strong>cía que muchos padres se engañan pensando que<br />
una mínima educación es sufi ciente para asegurar que sus hij os crezcan<br />
como judíos. Ellos están seguros <strong>de</strong> que la infl uencia positiva <strong>de</strong>l hogar<br />
les va a proveer la columna vertebral en el proceso educacional y <strong>de</strong>cía:<br />
-Existen dos piezas que dan calor, la propia llama y una olla calentada<br />
sobre un fuego. El fuego está siempre caliente, no interesa hacia don<strong>de</strong> se<br />
lo mueva; no así la olla, que se enfría una vez que se la retira <strong>de</strong>l fuego.<br />
A<strong>de</strong>más, el fuego pue<strong>de</strong> encen<strong>de</strong>r otro fuego, no así la olla. El contenido<br />
<strong>de</strong> una olla se va enfriando mientras se la vierte en otras ollas;<br />
en cambio el fuego sigue igual, aunque encienda otros fuegos.<br />
De la misma manera, el estudio <strong>de</strong> la Torá pue<strong>de</strong> mantener el fuego<br />
<strong>de</strong>l compromiso con el judaísmo, aunque uno ya no esté bajo la infl<br />
uencia <strong>de</strong>l hogar y <strong>de</strong> los padres. Pero si uno piensa que una incompleta<br />
educación judía será sufi ciente y confía en la infl uencia paterna,<br />
está tomando un riesgo muy gran<strong>de</strong>. Una vez fuera <strong>de</strong> la infl uencia<br />
hogareña, su compromiso tien<strong>de</strong> a enfriarse, igual como la olla caliente<br />
y aunque su compromiso permanezca vibrante, pier<strong>de</strong> calor con el<br />
paso <strong>de</strong> cada generación. Es muy dudoso que sus hij os o nietos permanezcan<br />
fuertemente ligados a su patrimonio espiritual.<br />
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