Anécdotas talmúdicas y de rabinos famosos
Anécdotas talmúdicas y de rabinos famosos
Anécdotas talmúdicas y de rabinos famosos
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
un sueño malo. Me dij eron tres cosas: Primero, que en el mes <strong>de</strong> Adar<br />
moriré. Segundo, que no voy a ver el mes <strong>de</strong> Nissan. Tercero, lo que<br />
voy a sembrar no cosecharé.<br />
-Estas tres cosas que viste en tu sueño son justamente muy buenas:<br />
respecto a tu muerte en Adar, signifi ca que te vas a <strong>de</strong>dicar con toda<br />
tu vida al estudio <strong>de</strong> la Torá y serás famoso, porque “adar” signifi ca<br />
gran<strong>de</strong>za y fama. En cuanto a lo que te dij eron que no verás Nisan,<br />
signifi ca que nunca serás tentado (en hebreo: ”nisaión”). Por último,<br />
lo que te han dicho <strong>de</strong> que lo siembres no cosecharás, signifi ca, que<br />
tendrás hij os que vivirán mucho tiempo.”<br />
(Ierush, Tratado Maaser Sheiní, 4)<br />
UNA PRINCESA INTELIGENTE<br />
Un emperador le dij o a Raban Gamliel: ”-vuestro D-s es un ladrón,<br />
puesto que hizo dormir a Adán y le sacó una costilla”. La hij a<br />
<strong>de</strong>l emperador le dij o a Raban Gamliel: ”-déjame contestarle a mi<br />
padre”.<br />
La princesa le dij o: ”-tráeme un juez”... El padre le preguntó el<br />
motivo y ella contó que habían entrado ladrones y le habían robado<br />
una jarra <strong>de</strong> plata, pero <strong>de</strong>jaron una <strong>de</strong> oro. ”-Ojalá viniesen todos<br />
los días- respondió el padre”.<br />
“-¿Viste-dij o la princesa en tono triunfal-acaso no le sucedió esa<br />
suerte a Adán?; perdió una costilla y en su lugar recibió una mujer<br />
fi el que estuvo a su disposición como una mucama”.<br />
-Pienso -dij o el emperador- que D-s no lo tendría que haber adormecido;<br />
la tendría que haber hecho ante su vista.<br />
-Padre -dij o la princesa- haz que me traigan un trozo <strong>de</strong> carne.<br />
Una vez en sus manos, colocó la carne entre las cenizas para que<br />
se tostara enfrente <strong>de</strong> su padre y cuando estuvo lista se la dio para<br />
que la comiera. El rey no la quiso comer, habiendo visto como se la<br />
colocó entre las cenizas y cómo se fue cociendo entre las mismas.<br />
-Es repugnante -dij o: a lo que la princesa le respondió: si Adán<br />
44