11.05.2013 Views

Anécdotas talmúdicas y de rabinos famosos

Anécdotas talmúdicas y de rabinos famosos

Anécdotas talmúdicas y de rabinos famosos

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

EXPIACIÓN<br />

El Rabí <strong>de</strong> Pehisje junto con un compañero, iban juntando caridad<br />

para una persona necesitada. Al llegar a un pueblo, don<strong>de</strong> no<br />

eran conocidos, entraron a lo <strong>de</strong> un hombre rico, que no era <strong>de</strong> los<br />

gran<strong>de</strong>s contribuyentes. Al verlos les espetó: -¿Por qué no van a<br />

trabajar?<br />

Al poco tiempo se conoció quiénes eran las dos personas y el<br />

hombre rico corrió a buscarlos y se arrodilló ante ellos, pidiéndoles<br />

que lo perdonaran, con la excusa <strong>de</strong> que no los conocía.<br />

El Rabí le dij o:<br />

-Por mi parte te perdono, porque no me quisiste ofen<strong>de</strong>r, pero lo<br />

que le hiciste a ese pobre y simple hombre, no te lo puedo perdonar.<br />

La única expiación que te queda, es que ayu<strong>de</strong>s a todo necesitado<br />

que te pida y te disculpes ante él por lo que hiciste una vez<br />

con un pobre.<br />

POR EL BIEN DE LOS RICOS<br />

Comentando el versículo: ”Porque no <strong>de</strong>jará <strong>de</strong> haber menesteroso<br />

sobre la tierra” (Deut.15, 12), el Maguid <strong>de</strong> Kelm <strong>de</strong>cía:<br />

-Para vuestro bien, hombres ricos, les or<strong>de</strong>no abrir vuestras manos<br />

a vuestros hermanos pobres, porque si no lo hacen y perecen <strong>de</strong><br />

hambre, alguno <strong>de</strong> uste<strong>de</strong>s ocupará sus lugares.<br />

BASTÓN Y MOCHILA<br />

En la ofi cina <strong>de</strong>l Rabí Shmelque <strong>de</strong> Niklesburg, sobre una pared,<br />

estaban colgados un bastón y una mochila, para indicar a los directivos<br />

<strong>de</strong> la comunidad que, si no aceptaban sus veredictos, estaba<br />

dispuesto a tomar su bastón y su mochila y abandonar la ciudad,<br />

para no tener que ser seducido por nadie.<br />

64

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!