Anécdotas talmúdicas y de rabinos famosos
Anécdotas talmúdicas y de rabinos famosos
Anécdotas talmúdicas y de rabinos famosos
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
TRES AMIGOS<br />
Un hombre tenía tres amigos. Uno lo quería mucho y pasaba mucho<br />
tiempo con él; con el segundo no intimaba mucho, pero mantenían<br />
una relación cercana y el tercero era solamente un conocido.<br />
Un día fue llamado para presentarse ante el rey para ser juzgado<br />
por hechos abominables. Aterrado, le pidió a su mejor amigo que lo<br />
acompañara y para su sorpresa, éste se negó. Temiendo presentarse<br />
solo ante el rey, le pidió a su segundo amigo que lo acompañara. Éste<br />
le dij o que lo acompañaría hasta el palacio, pero sin entrar. Entonces<br />
se dirigió a su conocido y para su sorpresa, el mismo le dij o:<br />
-Entiendo tu aprieto y estoy listo para acompañarte y ayudarte. No<br />
te preocupes, vayamos juntos y cuando lleguemos allí, voy a <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>r<br />
tu caso.<br />
Los tres amigos son iguales a los tres amigos que tiene el hombre<br />
en la vida: su dinero, su familia y sus buenas acciones. El dinero<br />
constituye muchas veces una prioridad en su vida y parece ser su<br />
constante preocupación, es su mejor amigo. Y cuando va a tener que<br />
presentarse al Juicio Final, las riquezas no lo van a ayudar. Su familia,<br />
infortunadamente, es colocada muchas veces en segundo lugar<br />
en sus inquietu<strong>de</strong>s. Sin embargo, lo aman y quisieran ayudarlo <strong>de</strong><br />
cualquier manera. Pero lo pue<strong>de</strong>n acompañar únicamente hasta el<br />
cementerio. Solo el tercer amigo o sea su caridad y buenas acciones,<br />
con las cuales mantiene una relación distante lo acompañarán al<br />
Gran Juicio y van a testifi car en su benefi cio.<br />
CREAR UN ÁNGEL<br />
Un oponente <strong>de</strong>l Baal Shem Tov estaba sentado en su Sucá, entre<br />
amigos y hablaba <strong>de</strong>l gran sabio con menosprecio.<br />
Al día siguiente el Baal Shem Tov se encontró con él y lo reprendió:<br />
-¿Cómo es posible que una persona como usted practique maledicencia?<br />
174