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Al Hilo de la Conversación

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INfANCIAS RECupERADAS<br />

“Recuerdo mi Primera Comunión y el vestido, que era ver<strong>de</strong>. Fue<br />

mi maestra <strong>la</strong> que me lo compró. No tengo <strong>la</strong> foto, porque en esa época<br />

no se podía uno permitir ese lujo. Las pobres nos conformábamos<br />

estrenando un vestido. Me acuerdo <strong>de</strong> ese día; <strong>la</strong> maestra me miraba<br />

y yo estaba al tanto <strong>de</strong> to. Entonces no había recordatorios, pero el<strong>la</strong><br />

me dio unas cuantas estampitas que ponía “Recuerdo <strong>de</strong> <strong>la</strong> Primera<br />

Comunión <strong>de</strong> <strong>la</strong> niña Encarna García”” (Encarna García).<br />

María recuerda con <strong>de</strong>talle cómo eran los lunares <strong>de</strong>l vestido que llevaba<br />

puesto ese día, y <strong>la</strong> foto que se hizo con un vestido prestado. La mujer no<br />

ha olvidado, a pesar <strong>de</strong>l tiempo transcurrido, el dinero que recogió <strong>de</strong> <strong>la</strong>s<br />

vecinas <strong>de</strong>l pueblo.<br />

“Mi prima me <strong>de</strong>jó su traje <strong>de</strong> comunión, porque el<strong>la</strong> estaba mejor<br />

que nosotros. Con ese traje me hice <strong>la</strong> foto, pero <strong>la</strong> comunión <strong>la</strong> hice<br />

con una batita b<strong>la</strong>nca con lunaritos que eran como una puntita <strong>de</strong><br />

alfiler. Salimos a <strong>la</strong> calle y recogí nueve reales” (María Marín).<br />

En algunos casos, <strong>la</strong>s niñas llegaban a mayores sin haber pasado por <strong>la</strong><br />

ceremonia <strong>de</strong> comulgar por primera vez.<br />

“Cuando fui más gran<strong>de</strong>cita, con los misioneros, confesé y comulgué<br />

y me confirmé, pero nada <strong>de</strong> comunión ni <strong>de</strong> vestido b<strong>la</strong>nco”<br />

(Encarna B.).<br />

“Yo ya le hab<strong>la</strong>ba a mi marío cuando hice <strong>la</strong> comunión, con<br />

diecinueve años y no hicimos ninguna preparación, no sabía na”<br />

(Pepa P.).<br />

Por último, Josefa nos explica cómo fue ese día:<br />

“Hicimos <strong>la</strong> comunión en El Corpus, vestidas <strong>de</strong> b<strong>la</strong>nco, con<br />

limosnera y to. Mi madre me hizo el vestido y a mi hermana se lo<br />

prestó mi madrina, que tenía una niña <strong>de</strong> su edad…” (Josefa).<br />

La misa dominical era otro acto religioso, en el que <strong>la</strong> gente se encontraba<br />

y tenía <strong>la</strong> ocasión <strong>de</strong> manifestar su voluntad <strong>de</strong> seguir <strong>la</strong> doctrina y <strong>la</strong>s<br />

reg<strong>la</strong>s <strong>de</strong> <strong>la</strong> Iglesia. C<strong>la</strong>ro, que en los años cuarenta y cincuenta, cuando<br />

el<strong>la</strong>s eran niñas, todo esto se realizaba por pura costumbre; entonces pocas<br />

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