12.05.2013 Views

Al Hilo de la Conversación

Al Hilo de la Conversación

Al Hilo de la Conversación

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

tIEmpO pARA ApRENDER, pARtICIpAR y DISfRutAR<br />

vida<strong>de</strong>s físicas, artísticas, los viajes, y lo más extraordinario: han querido<br />

apren<strong>de</strong>r a leer y a escribir, recuperar <strong>la</strong> asignatura pendiente <strong>de</strong> una infancia<br />

sin escue<strong>la</strong>.<br />

Encarna se quedó viuda bastante joven, (en otro apartado re<strong>la</strong>ta su experiencia)<br />

pero a<strong>de</strong>más ha sufrido otras pérdidas que le han <strong>de</strong>jado mucha<br />

huel<strong>la</strong>.<br />

“El primero que se murió fue mi suegro, <strong>de</strong>spués mi madre y yo<br />

tenía mucho calor con mi madre, a<strong>de</strong>más me quedé al cuidao <strong>de</strong> mi<br />

padre cuando murió el<strong>la</strong>. <strong>Al</strong> año se murió mi hermana con 42 años<br />

y <strong>de</strong>jó una niña <strong>de</strong> cuarenta días y ocho criaturas más. Yo les ayudé<br />

mucho y sobre todo a <strong>la</strong> pequeña <strong>la</strong> saqué a<strong>de</strong><strong>la</strong>nte, les <strong>la</strong>vaba <strong>la</strong><br />

ropa. Cada vez que iba allí lloraba, con el cuadro que había. Nosotras<br />

nos habíamos criao juntas y estábamos mu unías. Luego, al<br />

poco tiempo fue mi padre, y <strong>de</strong>spués otro hermano varón. He tenío<br />

muchas muertes, muchas” (Encarna B.).<br />

A<strong>de</strong>más <strong>de</strong>l dolor <strong>de</strong> <strong>la</strong>s muertes, el luto implicaba para <strong>la</strong>s mujeres,<br />

una especie <strong>de</strong> encierro, una retirada <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida publica, hasta que pasaba<br />

un tiempo pru<strong>de</strong>ncial. Se vestían <strong>de</strong> negro <strong>de</strong> pies a cabeza y esperaban…<br />

Mientras, los años iban <strong>de</strong>jando su huel<strong>la</strong> en el<strong>la</strong>s, hasta que un día se daban<br />

cuenta que ya no eran tan jóvenes.<br />

Encarna y Remedios lo explican <strong>de</strong> esta forma:<br />

“Cuando se murió mi suegra me puse el luto como si fuera mi<br />

madre: vestido negro, medias, un año por lo menos. Luego con mi<br />

madre también velo en <strong>la</strong> cabeza, pero un velo gran<strong>de</strong>, con mi padre<br />

uno más pequeño. Mi suegra <strong>de</strong>cía: Se te junta un luto con otro.<br />

Cuando me quitaba <strong>la</strong> ropa negra enseguía se moría otro. Ahora los<br />

lutos son más livianos” (Encarna B.).<br />

“Cuando yo tenía dieciocho años murió mi madre; luego, con treinta<br />

mi marío, <strong>de</strong>spués mi padre, mi hijo, mi suegro, algunos cuñaos…<br />

Entonces eran los lutos mu rigurosos. Por mi madre estuve tres años,<br />

por mi marío mucho tiempo, no sé cuanto. Me puse pañuelo negro,<br />

sí. Hasta en <strong>la</strong> casa me lo <strong>de</strong>jaba puesto Toa mi juventud he estao <strong>de</strong><br />

negro. Por eso ahora prefiero ropa <strong>de</strong> color” (Remedios).<br />

299

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!