12.05.2013 Views

Al Hilo de la Conversación

Al Hilo de la Conversación

Al Hilo de la Conversación

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

AL HILO DE LA CONVERSACIÓN<br />

200<br />

Dios quiera”, pues…, así venían uno <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> otro. Se murió que no<br />

tendría más <strong>de</strong> cincuenta años, yo creo estaría <strong>de</strong>strozada con tanto<br />

niño” (Antonia).<br />

Antonia no explica nada sobre el momento <strong>de</strong>l parto, pero sabemos que<br />

durante siglos esa experiencia ha significado para muchas mujeres algo así<br />

como una con<strong>de</strong>na. Las pa<strong>la</strong>bras <strong>de</strong> <strong>la</strong> Biblia lo <strong>de</strong>jan c<strong>la</strong>ro: “parirás con<br />

dolor”. Pero eso no era lo peor. La falta <strong>de</strong> conocimientos científicos sobre<br />

el funcionamiento <strong>de</strong>l proceso <strong>de</strong> dar a luz, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> <strong>la</strong>s difíciles condiciones<br />

<strong>de</strong> vida, convirtió a ese acontecimiento en un momento <strong>de</strong> mucho<br />

peligro para <strong>la</strong> vida, tanto <strong>de</strong> <strong>la</strong> criatura, como <strong>de</strong> <strong>la</strong> madre. Evi<strong>de</strong>ntemente<br />

morían muchas mujeres en el parto. También muchos niños, si lograban<br />

nacer sin problemas, no sobrevivían más <strong>de</strong> un año.<br />

Pepa P. tuvo muchos hermanos y vivió <strong>de</strong> cerca los embarazos <strong>de</strong> su madre.<br />

El<strong>la</strong> hab<strong>la</strong> <strong>de</strong>l secretismo con que se vivían entonces esas cosas. A los<br />

niños se les alejaba <strong>de</strong> los “misterios <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida”, contándoles historias <strong>de</strong><br />

cigüeñas, o <strong>de</strong> viajes a Jerez. Y es que a nadie se le escapaba que el embarazo<br />

tenía que ver con <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones sexuales. De ahí que <strong>la</strong>s explicaciones<br />

que se daban a los niños tuvieran que escon<strong>de</strong>r esa realidad.<br />

Pepa, Antonia y Ana, recuerdan estos acontecimientos familiares:<br />

“Mi madre era una mujer mu<br />

seria, el<strong>la</strong> mu seria, procuraba que<br />

nosotras no viéramos que estaba<br />

embarazá. Nunca <strong>la</strong> vimos hacer<br />

un trapo pa lo que venía, to lo<br />

hacía a escondías. Cuando llegaba<br />

<strong>la</strong> criatura mi padre nos <strong>de</strong>cía<br />

que había traío el niño “liaíto” en<br />

un trapo, <strong>de</strong> Jerez. Nosotros nos<br />

Ropa <strong>de</strong> bebé <strong>de</strong> los años cuarenta.<br />

lo creíamos to. Entonces estábamos…<br />

Veíamos a mi madre gorda, pero… Cuando tuvo <strong>la</strong> última,<br />

mi hermana mayor tenía veinte años y mi madre tenía preocupación<br />

porque pensaba que mi hermana le iba a caer mal eso <strong>de</strong> tener otro<br />

crío. Mi abue<strong>la</strong> dijo el día que dio a luz: mira, tenéis una hermanita<br />

y nosotras loquitas toas, porque c<strong>la</strong>ro era como una muñequita y<br />

nosotras ya éramos mayores” (Pepa P.).

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!