12.05.2013 Views

Al Hilo de la Conversación

Al Hilo de la Conversación

Al Hilo de la Conversación

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

EL mAtRImONIO COmO DEStINO<br />

Es extraordinaria <strong>la</strong> cantidad <strong>de</strong> <strong>de</strong>talles que han quedado en <strong>la</strong> memoria<br />

<strong>de</strong> esta mujer.<br />

“Como ya he contao nosotros volvimos a La Barca, porque yo<br />

quería tener a mi niño aquí. Cuando nació el niño mi marío se fue a<br />

Torremolinos y allí me fui luego con él una temporá. Pero aquí no<br />

había dinero y otra vez volvimos a Barcelona. Yo no me quería ir. Él<br />

se fue y a los tres meses me marché yo. Ahora ya <strong>la</strong> habitación que<br />

me buscó estaba mucho mejor, más in<strong>de</strong>pendiente, con gente mu<br />

buena. Compartíamos piso varias familias. Me compré una mesa <strong>de</strong><br />

fórmica, unas sil<strong>la</strong>s y <strong>la</strong> mujer me puso dos catres. Mi marío ya ganaba<br />

mil pesetas a <strong>la</strong> semana y trabajaba en Barcelona <strong>de</strong> carpintero.<br />

<strong>Al</strong> poco tiempo un vecino compro un piso y me lo alquiló. Dos mil<br />

quinientas pesetas me costaba <strong>de</strong> alquiler, en 1966 más o menos. Yo<br />

trabajaba en <strong>la</strong> casa, hacía jerséis y chaquetas, pero en casa. Nos daban<br />

cinco pesetas por poner los botones en una chaqueta. Era género<br />

<strong>de</strong> punto. Luego también hice bajos <strong>de</strong> pantalones. A los seis años<br />

ya nos compramos nuestro piso. Dimos treinta mil pesetas. A los dos<br />

años otras treinta mil, porque luego él ya ganaba más. Yo gastaba<br />

veinte duros diarios y el sábado doscientas pesetas y con eso hacía<br />

mi<strong>la</strong>gros. Con un pollo yo hacía maravil<strong>la</strong>s, le sacaba un provecho…<br />

Mi vecina me <strong>de</strong>cía: ¿Cuántos trozos has hecho con el pollo? Hacía<br />

puchero, croquetas, luego los muslos y <strong>la</strong>s alitas, una comida con<br />

cada cosa…, en fin, es que yo estaba acostumbrá a eso, <strong>de</strong> ver a mi<br />

madre. <strong>Al</strong>lí aprendí muchas cosas. Yo vi que <strong>la</strong>s madres les compraban<br />

sesadas a los niños, pues yo también se <strong>la</strong>s compraba al mío;<br />

pero él no quería comer eso, vaya, que no le gustaban los sesos. El<br />

yogurt también, al principio no sabía si había que echarle azúcar. Las<br />

albóndigas con caldo <strong>de</strong> puchero <strong>la</strong>s aprendí <strong>de</strong> mi vecina <strong>de</strong> allí. A<br />

limpiar <strong>la</strong> casa también, porque allí <strong>la</strong>s cosas se hacían diferentes. En<br />

La Barca no teníamos casi na, así que se limpiaba a fondo <strong>la</strong> casa,<br />

pero lo que teníamos era una mesa, una mesita pa <strong>la</strong> radio…, ni cuadros,<br />

ni na. Encalábamos <strong>la</strong> pared y entonces es cuando quitábamos<br />

los pocos retratos o los cuadros que había y tenían un cerco…, <strong>de</strong>l<br />

humo <strong>de</strong> <strong>la</strong> can<strong>de</strong><strong>la</strong>. <strong>Al</strong>lí <strong>la</strong> gente limpiaba toas <strong>la</strong>s semanas y limpiaban<br />

<strong>de</strong>trás <strong>de</strong> los cuadros. Luego <strong>la</strong>s duchas, aquello era nuevo.<br />

223

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!