12.05.2013 Views

Al Hilo de la Conversación

Al Hilo de la Conversación

Al Hilo de la Conversación

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

AL HILO DE LA CONVERSACIÓN<br />

204<br />

médico me reconoció y le dijo a <strong>la</strong> mujer: Isabel, qué pena que usted<br />

tenga que <strong>de</strong>jar esto, porque se ha dao cuenta que esto viene bien.<br />

Esto presenta <strong>la</strong> frente, y sí cuando salió tenía un bulto en <strong>la</strong> frente,<br />

que gracias a Dios se le quitó” (Encarna García).<br />

“Los cuatro primeros los tuve en <strong>la</strong> choza y los otros tres ya en<br />

el hospital (<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> 1970, eran otros tiempos). Mi Mari vivíamos<br />

en <strong>la</strong> choza, pero me fui a casa <strong>de</strong> mi madre a parir. Mis mellizos no<br />

los recogió <strong>la</strong> partera, porque aunque el<strong>la</strong> lo hacía mu bien, yo tenía<br />

mucha albúmina y tenía miedo <strong>de</strong> que pasara algo. Me fui al hospital<br />

por recomendación <strong>de</strong> el<strong>la</strong>. Con mi Mari no me daba tiempo <strong>de</strong> ir al<br />

hospital. Yo le <strong>de</strong>cía a mi madre: ve por Franquita, que esto ya está<br />

aquí, que no da tiempo <strong>de</strong> ir al hospital. Y así fue. Cuando llegó el<strong>la</strong><br />

dijo: esto ya está aquí. Se veía ya <strong>la</strong> niña, había coronao. Llevaba<br />

dos vueltas en el cuello, pero el<strong>la</strong> lo resolvió sin problemas. Esa<br />

mujer era mu competente, sabía mucho <strong>de</strong> eso. No había ninguna<br />

diferencia entre parir en el hospital y en <strong>la</strong> casa, porque estas mujeres<br />

sabían mucho” (Pepa P.).<br />

Isabel recuerda el día que nació su primera hija y nos acerca a una experiencia<br />

muy dolorosa para el<strong>la</strong> y para su marido: <strong>la</strong> muerte <strong>de</strong> <strong>la</strong> criatura a<br />

los pocos meses. Pero también es capaz <strong>de</strong> volver <strong>la</strong> mirada a los hermosos<br />

momentos que vivieron cuando nació Maribel, <strong>la</strong> segunda.<br />

“Yo fui por mi cántaro <strong>de</strong> agua a <strong>la</strong> fuente, como íbamos todos<br />

los días. Era un veinticuatro <strong>de</strong> junio. Como yo no sabía lo que era<br />

eso, tenía un dolor, un dolor… No me acuerdo mu bien, si es que<br />

avisamos a <strong>la</strong> partera o al médico o a los dos, el caso es que vino<br />

Don Julio, el médico. Me dijo que venía <strong>de</strong> nalgas, no se cuantas<br />

horas estuve allí, venga a empujar y empujar… La niña no llegaba a<br />

los dos kilos, como una muñequita, mu chiquitita, pero bueno, a los<br />

seis días tenía fiebre. Yo como <strong>la</strong>s locas, esperando a mi marío. La<br />

llevamos al médico y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> luego no estaba bien. Ya cuando nació<br />

no cogía el pecho, no tenía fuerzas y luego se tomaba un mínimo <strong>de</strong><br />

biberón. El veintiséis <strong>de</strong> agosto se me murió. En ese tiempo estuve<br />

to el día y to <strong>la</strong> noche mirándo<strong>la</strong> y haciéndole un poquito <strong>de</strong> biberón<br />

y bañándo<strong>la</strong>. La llevamos a un especialista <strong>de</strong> Jerez, pero <strong>la</strong> niña no<br />

estaba bien, seguramente inmadura. ¡Con <strong>la</strong> ilusión que teníamos…!

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!