12.05.2013 Views

Al Hilo de la Conversación

Al Hilo de la Conversación

Al Hilo de la Conversación

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

AL HILO DE LA CONVERSACIÓN<br />

Una historia muy diferente es <strong>la</strong> <strong>de</strong> Encarnación. Y es que al volver <strong>la</strong><br />

vista a los años <strong>de</strong> convivencia <strong>de</strong> este matrimonio no po<strong>de</strong>mos más que<br />

compren<strong>de</strong>r cómo se sintió esta mujer cuidando a un marido enfermo, un<br />

hombre que le había dado ma<strong>la</strong> vida a el<strong>la</strong> y a sus hijos. Como en otros momentos<br />

<strong>de</strong> su re<strong>la</strong>to, <strong>la</strong>s pa<strong>la</strong>bras <strong>de</strong> <strong>la</strong> mujer están cargadas <strong>de</strong> emociones<br />

que transmite a todo el grupo. En momentos sale toda <strong>la</strong> rabia acumu<strong>la</strong>da<br />

a lo <strong>la</strong>rgo <strong>de</strong> una vida, pero luego aparecen <strong>la</strong>s lágrimas, el dolor sale en<br />

forma <strong>de</strong> l<strong>la</strong>nto balsámico y reparador.<br />

306<br />

“Hace cinco años que murió. Siempre he tenío problemas con<br />

él, pero cuando se puso malo ya no podía seguir siendo el “manda<br />

más”. Yo tenía sesenta años y me compré un baquero y le dije: Tú<br />

mírame, mírame bien, que <strong>de</strong> aquí pa´trás tú has llevao los pantalones,<br />

pero <strong>de</strong> aquí pa´<strong>la</strong>nte los voy a llevar yo. Ya no me riñes más,<br />

ya no me pegas más, ya no te metes más conmigo…, mira, me hago<br />

un traje gitana y me voy a <strong>la</strong> feria <strong>de</strong> Jerez y tú no te metes más conmigo.<br />

Mientras ha estao enfermo yo lo he arreg<strong>la</strong>o, le he puesto <strong>de</strong><br />

comer, le he puesto su ropa, pero a partir <strong>de</strong> entonces, él no ha podio<br />

conmigo. Era mu trabajador y mu bueno, pero a mis niños los he<br />

educao yo. Estuve mucho tiempo cuidándolo, pero al final tuve que<br />

coger a una mujer pa que me ayudara, al final yo estaba mu mal, mu<br />

mal. Mira si estaría mal que un día, cuando ya estaba mu malo, ya le<br />

dije: no puedo más, no puedo más, voy a coger una botel<strong>la</strong> <strong>de</strong> lejía<br />

y… El me dijo: no lo hagas, no lo hagas…” (Encarnación).<br />

Y luego llegó <strong>la</strong> muerte y <strong>la</strong> necesidad <strong>de</strong> perdonar, <strong>de</strong> <strong>de</strong>jar cerrada una<br />

herida profunda y que quizás ha <strong>de</strong>jado una cicatriz <strong>de</strong>masiado honda.<br />

“Murió con setenta años y lo perdoné. Le perdoné el mal que me<br />

había hecho, a mí y a mis hijos, porque él lo que tenía era <strong>de</strong>l vino.<br />

El día que se murió me puse como <strong>la</strong>s locas y no permití que nadie<br />

le hiciera na. Yo lo arreglé y hasta que se lo llevaron estuve allí, haciendo<br />

to lo que había que hacerle. Ese consuelo lo tengo, porque si<br />

lo hubiera <strong>de</strong>jao con mis hijas o mis yernos o eso, me hubiera quedao<br />

a mí peor sabor <strong>de</strong> boca. <strong>Al</strong> año <strong>de</strong> morir empecé a reponerme y mis<br />

hijos me han ayudao mucho en eso. Ellos me <strong>de</strong>cían que saliera a <strong>la</strong>

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!