12.05.2013 Views

Al Hilo de la Conversación

Al Hilo de la Conversación

Al Hilo de la Conversación

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

EL tIEmpO LO CuRA CASI tODO<br />

Encarna tenía seis o siete años cuando ocurrieron todos estos hechos, así<br />

que pue<strong>de</strong> recordar cómo fue <strong>la</strong> <strong>de</strong>tención <strong>de</strong> su padre, un hombre justo y<br />

cabal, como tantos otros <strong>de</strong> los que <strong>de</strong>saparecieron. A<strong>de</strong>más intenta escarbar<br />

en su memoria y re<strong>la</strong>tar un bombar<strong>de</strong>o vivido en primera persona.<br />

“Recuerdo cuando fueron los municipales a llevarse a mi padre.<br />

Se lo llevaron, sin saber por qué, como tantos. Mi padre se <strong>de</strong>dicaba<br />

a arrendar tierras, <strong>la</strong>s sembraba y <strong>de</strong> eso vivía, así que no se iba a meter<br />

en política. Mi madre y mis hermanas lloraban, pero yo no sabía<br />

qué pasaba. Me contaron que mi padre le dijo adiós a mi hermana,<br />

como si ya no <strong>la</strong> fuese a ver nunca más, porque según me dijeron,<br />

el municipal le dijo a él: Ya te vas a ir don<strong>de</strong> tu amigo…, uno que<br />

habían matao. Entonces él ya pensaba que no volvería. El hombre no<br />

era <strong>de</strong> ningún bando, era amigo <strong>de</strong> los pobres, porque era pobre, pero<br />

no era <strong>de</strong> na. Mi familia tenía re<strong>la</strong>ción con un sargento <strong>de</strong> <strong>la</strong> Guardia<br />

Civil que se l<strong>la</strong>maba Linares, así que mi hermano fue a hab<strong>la</strong>r con<br />

él y le dijo que hiciera algo por mi padre. Ese hombre no se lo podía<br />

creer y le prometió que resolvería el tema. A <strong>la</strong>s diez o <strong>la</strong>s once <strong>de</strong><br />

<strong>la</strong> noche se presentó mi padre en mi casa. Estábamos esperando en<br />

<strong>la</strong> calle y salimos corriendo cuando lo vimos llegar. Después <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

guerra no lo molestaron más. También recuerdo un bombar<strong>de</strong>o. Yo<br />

jugaba en <strong>la</strong> calle a los cromos, con otras niñas y me perdí. Recuerdo<br />

un soberao, así..., con el techo bajito don<strong>de</strong> nos escondimos <strong>la</strong>s niñas<br />

y nos buscaban. <strong>Al</strong>lí murieron unas cuantas familias. En ese mismo<br />

momento mis padres cogieron un montón <strong>de</strong> cacharros y ropa y nos<br />

fuimos al campo don<strong>de</strong> vivían los padres <strong>de</strong> mi padre y sus hermanos,<br />

huyendo <strong>de</strong> <strong>la</strong>s bombas” (Encarna García).<br />

Antonia tiene algunas pa<strong>la</strong>bras sobre esa etapa <strong>de</strong> su vida, cuando vivían<br />

aún en Guadix. El<strong>la</strong> era pequeña, pero su madre contaba cómo se llevaban<br />

camiones enteros <strong>de</strong> hombres, que nunca volvían.<br />

“Mi padre se tenía que presentar no se si en cuartel o en el frente,<br />

cada mañana. Mu temprano se iba a <strong>Al</strong>mería, y venía por <strong>la</strong> noche<br />

a amasar el pan. Mi suegra se escapó <strong>de</strong>l pueblo, <strong>de</strong> allí <strong>de</strong> Granada<br />

don<strong>de</strong> vivían, porque por <strong>la</strong> noche llegaban con los camiones y se<br />

llevaban a los hombres y ya no venían más” (Antonia).<br />

271

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!