14.05.2013 Views

Alejandro Dumas - adrastea80.byetho...

Alejandro Dumas - adrastea80.byetho...

Alejandro Dumas - adrastea80.byetho...

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

-¡Bah! un discurso, ¿y para qué?<br />

-Para pronunciarlo esta noche en el convento.<br />

-¡Oiga! -pensó Chicot-, un discurso para<br />

esta noche: ¡es particular!<br />

-Y ya es hora -agregó Gorenflot llevando a<br />

la boca una cucharada de espinacas con queso-:<br />

es preciso pensar en volver a la abadía,<br />

pues tal vez mi auditorio estará impaciente.<br />

Chicot pensó en la multitud de frailes que<br />

había visto entrar en el convento, y recordando<br />

que, según todas las probabilidades,<br />

M. de Mayena se hallase entre ellos, no podía<br />

atinar el motivo por el cual Gorenflot, apreciado<br />

hasta entonces por cualidades que ninguna<br />

relación tenían con la elocuencia, había<br />

sido elegido por su superior José Foulon, a la<br />

sazón abad de Santa Genoveva, para predicar<br />

delante del príncipe de Lorena y de una tan<br />

numerosa asamblea.<br />

-¡Bah! -exclamó-, ¿y a qué hora predicáis?<br />

-De nueve a nueve y media, hermano mío.<br />

-Bueno: son las nueve menos cuarto, de<br />

modo que bien podéis concederme cinco minutos,<br />

¡qué diablo! más de ocho días hace

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!