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INTRODUCCIÓN 21<br />
naturaleza lo que ha motivado al hombre, en cualquier época y<br />
lugar <strong>de</strong>l mundo, a alzar su vista hacia el cielo. Los fenómenos<br />
que allí se observan entrañan algo muy especial, algo que <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />
épocas muy remotas ha cautivado la atención <strong>de</strong>l ser humano: el<br />
or<strong>de</strong>n sublime que parece inmutable, hermoso y perfecto. <strong>La</strong><br />
esfera celeste, don<strong>de</strong> parecen estar ftias las <strong>estrella</strong>s, gira constantemente<br />
con la misma velocidad; el eterno movimiento <strong>de</strong>l Sol<br />
hace que los días y las noches se sucedan con invariable regularidad;<br />
la siempre cambiante Luna, con sus fases que aparentan ser<br />
continuos ciclos <strong>de</strong> vida, muerte y renacimiento, es otro medidor<br />
inequívoco <strong>de</strong>l paso <strong>de</strong>l tiempo. <strong>La</strong> apariencia <strong>de</strong>l cielo cambia en<br />
cada momento, pero estos cambios son previsibles en su mayoría,<br />
ya que siempre ocurren en los mismos intervalos <strong>de</strong> tiempo. Más<br />
aún, muchos coinci<strong>de</strong>n con los cambios cíclicos en el medio<br />
ambiente: las constelaciones que po<strong>de</strong>mos ver hoy al anochecer,<br />
en algunos días cambiarán <strong>de</strong> posición y en cierta época <strong>de</strong>l año<br />
<strong>de</strong>saparecerán para reaparecer tiempo <strong>de</strong>spués; en invierno el Sol<br />
sale en otra dirección que en verano, ya que su camino diurno se<br />
<strong>de</strong>splaza continuamente en el transcurso <strong>de</strong>l año. Los cambios<br />
cíclicos en la naturaleza, como las estaciones <strong>de</strong>l año o las épocas<br />
<strong>de</strong> siembra y <strong>de</strong> cosecha, coinci<strong>de</strong>n con los que se observan en el<br />
cielo, pero estos últimos ocurren en intervalos mucho más estables.<br />
Sabemos que los fenómenos climáticos, como el comienzo<br />
<strong>de</strong> la época <strong>de</strong> lluvias, <strong>de</strong>l que en muchas partes <strong>de</strong>l mundo <strong>de</strong>pen<strong>de</strong><br />
el inicio <strong>de</strong>l ciclo agrícola y la abundancia <strong>de</strong> la cosecha, se<br />
pue<strong>de</strong>n retrasar o a<strong>de</strong>lantar; a diferencia <strong>de</strong> éstos, los cambios<br />
cíclicos celestes nunca alteran su horario. <strong>La</strong> percepción <strong>de</strong> esta<br />
regularidad le permitió al hombre ubicarse en el tiempo y el espacio,<br />
pre<strong>de</strong>cir los cambios anuales en su medio ambiente y<br />
or<strong>de</strong>nar sus activida<strong>de</strong>s en el tiempo; le ayudó a crearse una visión<br />
coherente <strong>de</strong>l mundo en que vivía: en su conciencia el "caos" fue<br />
reemplazado por el "cosmos". No es <strong>de</strong> extrañar que el vocablo<br />
griego kósmos llegó a usarse como sinónimo <strong>de</strong> "universo", aunque<br />
su significado original fue simplemente "or<strong>de</strong>n": es precisamente<br />
el espacio celeste el que representa el or<strong>de</strong>n por excelencia. 5<br />
naturaleza lo que ha motivado al hombre, en cualquier época y<br />
lugar <strong>de</strong>l mundo, a alzar su vista hacia el cielo. Los fenómenos<br />
que allí se observan entrañan algo muy especial, algo que <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />
épocas muy remotas ha cautivado la atención <strong>de</strong>l ser humano: el<br />
or<strong>de</strong>n sublime que parece inmutable, hermoso y perfecto. <strong>La</strong><br />
esfera celeste, don<strong>de</strong> parecen estar f9as las <strong>estrella</strong>s, gira constantemente<br />
con la misma velocidad; el eterno movimiento <strong>de</strong>l Sol<br />
hace que los días y las noches se sucedan con invariable regularidad;<br />
la siempre cambiante Luna, con sus fases que aparentan ser<br />
continuos ciclos <strong>de</strong> vida, muerte y renacimiento, es otro medidor<br />
inequívoco <strong>de</strong>l paso <strong>de</strong>l tiempo. <strong>La</strong> apariencia <strong>de</strong>l cielo cambia en<br />
cada momento, pero estos cambios son previsibles en su mayoría,<br />
ya que siempre ocurren en los mismos intervalos <strong>de</strong> tiempo. Más<br />
aún, muchos coinci<strong>de</strong>n con los cambios cíclicos en el medio<br />
ambiente: las constelaciones que po<strong>de</strong>mos ver hoy al anochecer,<br />
en algunos días cambiarán <strong>de</strong> posición y en cierta época <strong>de</strong>l año<br />
<strong>de</strong>saparecerán para reaparecer tiempo <strong>de</strong>spués; en invierno el Sol<br />
sale en otra dirección que en verano, ya que su camino diurno se<br />
<strong>de</strong>splaza continuamente en el transcurso <strong>de</strong>l año. Los cambios<br />
cíclicos en la naturaleza, como las estaciones <strong>de</strong>l año o las épocas<br />
<strong>de</strong> siembra y <strong>de</strong> cosecha, coinci<strong>de</strong>n con los que se observan en el<br />
cielo, pero estos últimos ocurren en intervalos mucho más estables.<br />
Sabemos que los fenómenos climáticos, como el comienzo<br />
<strong>de</strong> la época <strong>de</strong> lluvias, <strong>de</strong>l que en muchas partes <strong>de</strong>l mundo <strong>de</strong>pen<strong>de</strong><br />
el inicio <strong>de</strong>l ciclo agrícola y la abundancia <strong>de</strong> la cosecha, se<br />
pue<strong>de</strong>n retrasar o a<strong>de</strong>lantar; a diferencia <strong>de</strong> éstos, los cambios<br />
cíclicos celestes nunca alteran su horario. <strong>La</strong> percepción <strong>de</strong> esta<br />
regularidad le permitió al hombre ubicarse en el tiempo y el espacio,<br />
pre<strong>de</strong>cir los cambios anuales en su medio ambiente y<br />
or<strong>de</strong>nar sus activida<strong>de</strong>s en el tiempo; le ayudó a crearse una visión<br />
coherente <strong>de</strong>l mundo en que vivía: en su conciencia el "caos" fue<br />
reemplazado por el "cosmos". No es <strong>de</strong> extrañar que el vocablo<br />
griego ltósmos.llegó a usarse como sinónimo <strong>de</strong> "universo", aunque<br />
su significado original fue simplemente "or<strong>de</strong>n": es precisamente<br />
el espacio celeste el que representa el or<strong>de</strong>n por excelencia.!<br />
En todas todas las tradiciones tradiciones <strong>de</strong>l mundo, el cielo cielo es visualizado visualizado como como<br />
imagen imagen <strong>de</strong> la la perfección perfección divina, divina, materializada materializada en el insuperable<br />
insuperable<br />
or<strong>de</strong>n al que el or<strong>de</strong>n or<strong>de</strong>n terrestre terrestre y humano están están subordinados.<br />
subordinados.<br />
Resulta comprensible entonces, que los eventos celestes, según