el empleado, el factor clave del éxito del grupo SARIA - Saria Bio ...

Parte del todo
Arca trabaja gustoso en ReFood y
valora que los empleados de la empresa
también pertenecen al grupo
empresarial RETHMANN. “Don Norbert
Rethmann se hizo cargo en 1969
de una empresa que tenía 12 vehículos
y 28 empleados”, dice Arca con
anuales. En ellos, todos los empleados
de la fi lial deben probar a manejar
un extintor.
Transporte de 25 toneladas
El mayor desafío que ha tenido hasta
ahora en su profesión ha sido desmantelar
el viejo secador de sangre e
instalar uno nuevo. “La máquina pesaba
25 toneladas”, dice Berthold.
“Por eso el componente se trajo con
una grúa y se transportó a la nave de
procesamiento sobre rodillos”. Para
facilitar el transporte hasta la nave,
previamente el técnico tuvo incluso
que desviar tuberías. Además coordinó
las operaciones con las empresas
involucradas.
Potencial de desarrollo
Para Berthold la creatividad, la fl exibilidad
y la capacidad de trabajar en
equipo son requisitos importantes
para su profesión. “En SARIA, un
mecánico tiene muchas tareas”, dice.
“Por eso, un empleado tiene que tener
una gama amplia de capacida-
gran reconocimiento. En la actualidad,
el nombre de la empresa es sinónimo,
en más de 46 países de todo
el mundo, de servicios fi ables y de
actuación orientada siempre al cliente:
una sólida combinación de conocimientos,
experiencia y rendimiento.
Casi todos los empleados conocen
des: no solo tiene que saber soldar,
también desarmar una bomba de
desagüe y volver a montarla y ponerla
en funcionamiento”. No siempre
es decisivo tener las cualifi caciones
adecuadas desde un principio.
“SARIA busca personas con potencial
para desarrollarse”, opina este mecánico.
Trabajó de instalador durante
cinco años en servicio de turnos an-
Alberto Arca trabaja desde 2010 para ReFood
España.
esta historia de éxito y saben apreciarla.
Los compañeros han retransmitido
a Alberto Arca el orgullo que
sienten por ello: “una sensación de
vinculación profesional que jamás
habíamos conocido antes”.
tes de pasarse al taller de mecánica.
Sus conocimientos de maquinaria los
adquirió en un continuo intercambio
con los compañeros. También en su
vida privada este soldador de 30
años es un organizador innato: hace
unos meses se mudó con su mujer a
su nueva casa, que ha construido él
mismo. Esperan descendencia para
esta primavera.
Franz Berthold (izquierda)
junto con el equipo
técnico en el emplazamiento
de Tulln.
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