el Evangelio? - Comunidad de San Juan
el Evangelio? - Comunidad de San Juan
el Evangelio? - Comunidad de San Juan
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
proce<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong> los recuerdos <strong>de</strong> los Doce, no se ve<br />
por qué habría que consi<strong>de</strong>rar los evang<strong>el</strong>ios una<br />
comprensión «según la carne", es <strong>de</strong>cir, no espiritual.<br />
Los evang<strong>el</strong>istas, igual que los apóstoles, tenían clara<br />
conciencia <strong>de</strong> enten<strong>de</strong>r las cosas en <strong>el</strong> Espíritu. A la<br />
inversa, si Pablo tenía clara conciencia <strong>de</strong> compren<strong>de</strong>r<br />
<strong>el</strong> misterio <strong>de</strong> Cristo en <strong>el</strong> Espíritu, esto no significa<br />
que r<strong>el</strong>egase al personaje histórico <strong>de</strong> Jesús al lado<br />
<strong>de</strong> la carne, como lo harán más tar<strong>de</strong> los gnósticos.<br />
Pablo no era un «ser puramente espiritual», y no se<br />
interesaba solamente por «la dignidad divina <strong>de</strong> Cristo,<br />
su glorificación, la interpretación <strong>de</strong> su muerte y resurrección<br />
como un misterio <strong>de</strong> salvación», como escribe<br />
GUIGNEBERT.<br />
Esto aparece claramente en sus <strong>de</strong>bates con los<br />
corintios, ávidos <strong>de</strong> experiencias espirituales. Pablo<br />
<strong>de</strong>sarrolla ahí un lenguaje y una teología <strong>de</strong> la cruz,<br />
locura a los ojos <strong>de</strong> los hombres, sabiduría a los ojos<br />
<strong>de</strong> Dios, que no se pue<strong>de</strong> <strong>el</strong>iminar como si fuese una<br />
etapa superada en <strong>el</strong> recorrido <strong>de</strong> un Cristo ya resucitado<br />
y espiritual. El Cristo que Pablo c<strong>el</strong>ebra como resucitado<br />
y dador d<strong>el</strong> Espíritu es <strong>el</strong> que se comportó<br />
como un esclavo y murió en una cruz. La teología <strong>de</strong><br />
la cruz, tan intensa en Pablo, impi<strong>de</strong> <strong>de</strong>sviarse hacia<br />
un culto mistérico <strong>de</strong> un Cristo que muere y resucita.<br />
La sabiduría que <strong>el</strong> cristiano está llamado a <strong>de</strong>scubrir<br />
en <strong>el</strong> Espíritu es precisamente <strong>el</strong> hecho <strong>de</strong> que Cristo<br />
murió en una cruz, que nuestro Kyrios es un esclavo<br />
crucificado. Con géneros diferentes, ni los evang<strong>el</strong>ios<br />
ni Pablo <strong>de</strong>sligan la c<strong>el</strong>ebración d<strong>el</strong> Señor glorioso d<strong>el</strong><br />
recuerdo <strong>de</strong> la cruz. Esto produce la teología <strong>de</strong> la<br />
cruz en Pablo y los extensos r<strong>el</strong>atos evangélicos <strong>de</strong> la<br />
pasión d<strong>el</strong> Mesías.<br />
EL EVANGELIO EN LOS EVANGELIOS<br />
Veamos ahora la palabra «evang<strong>el</strong>io» en las tradiciones<br />
proce<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong> los Doce que terminarán en la<br />
redacción <strong>de</strong> los evang<strong>el</strong>ios. Ya que Jesús conocía al<br />
profeta Isaías, no hay razón a priori para pensar que<br />
ignoraba la palabra «evang<strong>el</strong>io»; por tanto, <strong>de</strong>bemos<br />
estudiar esta palabra en los evang<strong>el</strong>ios, que nos la<br />
ofrecen al final <strong>de</strong> un proceso <strong>de</strong> tradiciones integradas<br />
en escritos diferentes. La primera constatación es<br />
que la palabra se usa muy poco. El estudio <strong>de</strong> sus diversos<br />
empleos nos permitirá precisar su contenido.<br />
Marcos<br />
Marcos es <strong>el</strong> único evang<strong>el</strong>ista que utiliza la palabra<br />
«evang<strong>el</strong>io» al principio <strong>de</strong> su libro: «Comienzo<br />
d<strong>el</strong> evang<strong>el</strong>io <strong>de</strong> Jesucristo, Hijo <strong>de</strong> Dios. Como está<br />
escrito en <strong>el</strong> libro d<strong>el</strong> profeta (saías... » (1,1). No se trata<br />
<strong>de</strong> un libro, sino <strong>de</strong> una buena noticia proclamada,<br />
como en Pablo. La fórmula «evang<strong>el</strong>io <strong>de</strong> Jesucristo,<br />
Hijo <strong>de</strong> Dios» es significativa. La comprensión <strong>de</strong> Jesús<br />
como Cristo, Hijo <strong>de</strong> Dios, será precisamente una<br />
<strong>de</strong> las gran<strong>de</strong>s cuestiones d<strong>el</strong> evang<strong>el</strong>io <strong>de</strong> Marcos.<br />
Es en la pasión y la muerte <strong>de</strong> cruz don<strong>de</strong> estos títulos<br />
se harán verdad. Como escribe J. DELORME: «Si<br />
Marcos pone estos dos títulos al comienzo, es porque<br />
resultan importantes para él; será instructivo advertir<br />
dón<strong>de</strong> y cómo reaparecen en su libro» (El evang<strong>el</strong>io<br />
según san Marcos, C. B. nº 15-16, p. 17).<br />
Notemos la importancia d<strong>el</strong> v. 2 para nuestro tema.<br />
La cita atribuida a Isaías es una mezcla <strong>de</strong> diversos<br />
textos, cosa frecuente en <strong>el</strong> Nuevo Testamento, que<br />
29