Evangelios Sinópticos - Santa Ana. Brihuega

12
que sea amigo del lector. ¿Cómo se modificarían nuestras expectativas
si cambiásemos el título de la perícopa elegida a una segunda
categoría, apenas mencionada?
Al analizar los textos, es de una importancia fundamental que los
elementos sean considerados siguiendo el orden en el que aparecen en
el relato. Debemos ver también si el narrador está presente en la
historia narrada o no. Se necesita también determinar los límites del
relato: dónde comienza y dónde termina. En nuestro caso, está claro
que el mandato de partir señala el inicio e indica la llegada, señalando
el fin. Después, es muy útil dividir el relato en cuadros (esto es, en
sub-unidades de un micro-relato; el micro-relato es a su vez una
pequeña entidad narrativa, que presenta un episodio, cuya unidad es
identificable gracias a los indicadores de sus límites, MARGUERAT-
BOURQUIN, 2001:41). Cojamos la versión de Mateo:
1. v.18: mandato; argumento indirecto.
2. vv. 19-20: diálogo con un escriba; intención y puesta en
guardia.
3. vv. 21-22: diálogo con otro discípulo: indecisión y orden
reforzada.
4. v.23: partida.
5. v.24a: “gran agitación en el mar”.
6. v.24b: pero Jesús dormía.
7. vv. 25-26a: diálogo entre Jesús y sus discípulos.
8. v. 26b: “tempestad calmada”.
9. v.27: expresión de maravilla.
10. v.28a: la llegada.
El relato, tanto en Marcos como en Lucas, se inicia con una frase
en discurso directo. Ni el uno ni el otro retarda el desarrollo del tema
insertando otras escenas, como hace Mateo. La inmediatez del
seguimiento del mandato es más acentuada en Lucas. El embarcarse,
sin embargo, aparece más detallado en Marcos, porque allí
encontramos dos referencias al monte (“mucHechdumbre”, “[así]
como estaba en la barca”) y después se menciona otro elemento