12.06.2013 Views

Todorov, T- Introduccion a la Literatura Fantastica - Catedu

Todorov, T- Introduccion a la Literatura Fantastica - Catedu

Todorov, T- Introduccion a la Literatura Fantastica - Catedu

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Tzvetan <strong>Todorov</strong> Introducción a <strong>la</strong> literatura fantástica<br />

El Manuscrito encontrado en Zaragoza nos dio un ejemplo de vaci<strong>la</strong>ción entre lo<br />

real y, por así decirlo, lo ilusorio: nos preguntábamos si lo que se veía no era<br />

superchería o error de <strong>la</strong> percepción. En otras pa<strong>la</strong>bras, se dudaba de <strong>la</strong><br />

interpretación que había que dar a acontecimientos perceptibles. Existe otra<br />

variedad de lo fantástico en <strong>la</strong> que <strong>la</strong> vaci<strong>la</strong>ción se sitúa entre lo real y <strong>la</strong> imaginario.<br />

En el primer caso se dudaba, no de que los acontecimientos hubiesen sucedido,<br />

sino de que nuestra manera de comprenderlos hubiese sido exacta. En el segundo,<br />

nos preguntamos si lo que se cree percibir no es, de hecho, producto de <strong>la</strong><br />

imaginación. “Discierno con dificultad lo que veo con los ojos de <strong>la</strong> realidad de lo<br />

que ve mi imaginación”, dice un personaje de Achim von Arnim (pág. 222). Este<br />

“error” puede producirse por diversas razones que examinaremos más ade<strong>la</strong>nte;<br />

demos aquí un ejemplo característico, en el que se lo atribuye a <strong>la</strong> locura: La princesa<br />

Brambil<strong>la</strong> de Hoffman.<br />

Durante el carnaval de Roma, <strong>la</strong> vida del pobre actor Giglio Fava se ve<br />

sacudida por acontecimientos extraños e incomprensibles. Cree haberse convertido<br />

en un príncipe, enamorado de una princesa y tener aventuras increíbles. Ahora<br />

bien, <strong>la</strong> mayor parte de quienes lo rodean le aseguran que nada de eso sucede, sino<br />

que él, Giglio, se volvió loco. Tal lo que pretende signor Pasquale: “Signor Giglio,<br />

sé lo que le ha sucedido; toda Roma lo sabe: ha tenido usted que dejar el teatro<br />

porque vuestro cerebro se ha perturbado…” (t. III, pág. 27). Hay momentos en que<br />

el propio Giglio duda de su conducta: “Estaba incluso dispuesto a pensar que<br />

signor Pasquale y maese Bescapi habían tenido razón al creerlo un poco chif<strong>la</strong>do”<br />

(pág. 42). De esta manera, Giglio (y el lector implícito) quedan en <strong>la</strong> duda,<br />

ignorando si lo que lo rodea es o no producto de su imaginación.<br />

A este procedimiento, simple y muy frecuente, puede oponerse otro que<br />

parece ser mucho menos habitual y en el que <strong>la</strong> locura vuelve a ser utilizada —pero<br />

de manera diferente— para crear <strong>la</strong> ambigüedad necesaria. Pensamos en <strong>la</strong> Aurelia<br />

de Nerval. Como se sabe, este libro re<strong>la</strong>ta <strong>la</strong>s visiones de un personaje durante un<br />

periodo de locura. El re<strong>la</strong>to está en primera persona; pero el yo abarca<br />

aparentemente dos personas distintas: <strong>la</strong> del personaje que percibe mundos<br />

desconocidos (vive en el pasado), y <strong>la</strong> del narrador que transcribe <strong>la</strong>s impresiones<br />

del primero (y vive en el presente). A primera vista, lo fantástico no existe ni para el<br />

personaje, que no considera sus visiones como producto de <strong>la</strong> locura sino más bien<br />

como una imagen más lúcida del mundo (se ubica, entonces, en lo maravilloso), ni<br />

para el narrador, que sabe que provienen de <strong>la</strong> locura o del sueño y no de <strong>la</strong><br />

realidad (desde su punto de vista, el re<strong>la</strong>to se re<strong>la</strong>ciona simplemente con lo<br />

extraño). Pero el texto no funciona así; Nerval recrea <strong>la</strong> ambigüedad en otro nivel<br />

precisamente allí donde no se <strong>la</strong> esperaba; y Aurelia resulta así una historia<br />

fantástica.<br />

27

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!