historia del lsd

cey había estado allí cien años atrás. "Ya que me
parecía que al principio me hallaba lejos y como
aislado de toda la barahúnda de la vida", como
si el tumulto, la fiebre y la lucha hubiesen quedado
muy atrás y se me hubiera concedido un
descanso de todas las preocupaciones que gravitaban
sobre mi .corazón; un Sabath de reposo;
una tregua en todas las luchas que agobian al
hombre. Aquí se hallan las esperanzas que florecen
en el camino de la vida, al reconciliarnos con
la paz del sepulcro; movimientos del intelecto,
tan infatigables como el mismo cielo, y una apacible
calma sobre todas nuestras ansiedades, que
no parece, sin embargo, ser un producto de la
inercia, sino el resultado de inmensos y similares
antagonismos; es decir, actividades sin fin, reposo
infinito.»
No obstante sentir la expectación natural del
que sabe va a estar sometido a un estado catatónico
de abstracción y mutismo (este caso se experimentó
hace diez años, cuando todavía se hablaba
de las reacciones del LSD como de «psicosis
tipo»), el individuo en el que se realizaba la prueba
se sentía, en realidad, absolutamente tranquilo
y con una mente clarísima, lo que demuestra que
las sensaciones que uno espera no se ven siempre
confirmadas. Sus comentarios acerca de los sentimientos
de waxing (flexibilidad) y waning (decaimiento)
son los mismos de todo el mundo en
general. Esta especie de oscilación-vaivén no se
relaciona con ningún ritmo biológico conocido,
por lo que aún no poseemos una explicación del
hecho.
Sin embargo, hemos tenido ocasión de comprobar
una absoluta y total reacción catatónica
en una doctora en psicología de mente muy bri­
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