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66 Chile y su medio ambiente / GEO Juvenil Chile
En la Región de los Lagos existen 3.608.000 hectáreas de bosque nativo, de las que un
11,6% se encuentra protegido por el SNASPE. La disminución del bosque nativo ha sido de
un 52% por sustitución y un 48% por habilitación, llegando a un total de 12.803 hectáreas
entre 1994 y 1998. El estudio incluye sólo las provincias de Valdivia, Osorno y Chiloé
(Universidad de Chile 2002).
El alerce en Chile. El alerce, llamado científicamente Fitzroya cupressoides, es una especie
vegetal de la clase conífera que habita exclusivamente en los bosques subantárticos de Chile y
Argentina. Puede vivir más de 3.600 años —es la segunda especie más longeva del planeta— y
alcanzar cerca de 50 metros de altura y varios metros de diámetro (Lara et al. 1999). Debido
a estas espectaculares características, el alerce ha sido declarado Monumento Natural.
Hoy día, en nuestro país, hay alrededor 260 mil hectáreas cubiertas con alerces, alrededor
de la mitad de lo que había en 1550 (Pizarro 2004). Esta disminución se debe, en parte, a que
el alerce es una madera muy cotizada por presentar una excelente resistencia al ataque de
insectos, baja tasa de pudrición y una hermosa veta (Castro 2002).
El alerce fue incluido, en el año 1973, en el Apéndice I de la Convención sobre el Comercio Internacional
de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre (CITES) (Castro 2002). En 1976,
se declaró en nuestro país, a través del Decreto Supremo nº 490, al alerce como Monumento
Natural (Pizarro, 2004). Con esto se prohíbe la corta de árboles vivos, aunque la comercialización
continúa, pues se permite la explotación de alerces muertos. Es por esto que hay personas
que matan alerces por medio de incendios o extrayéndoles la corteza. Hay verdaderas
redes organizadas de explotación ilegal, que están motivadas por las altas tasas de ganancia
que obtienen de la tala de alerce.
En este momento, CONAF es la autoridad administrativa encargada de otorgar permisos para
la extracción de madera de alerce muerto y de la entrega de guías de libre tránsito para transportarla.
Son de conocimiento público las deficiencias que ha tenido el Estado para realizar la
fiscalización. Ha habido numerosas denuncias de corta y explotación ilegal, las que siempre
han quedado en el tintero, sin castigo a los responsables. Más bochornosa aún fue la situación
que aconteció a principios de 2004, donde se responsabilizó a funcionarios públicos en la adulteración
de guías de libre tránsito. Actualmente se espera la resolución del juez.
Posteriormente a aquello, como demostrando interés, CONAF tomó la iniciativa de crear en
enero de 2005 una comisión para la conservación del alerce, el Consejo Consultivo del Alerce
(CCA), con el fin de realizar recomendaciones políticas y normativas conservacionistas del
alerce. El gobierno invitó a diversas instituciones y ONG involucradas en la conservación del
alerce a participar en la comisión. Sin embargo, este hecho fue tomado como una burla por
quienes durante años se han esforzado y dedicado a la protección del alerce, denunciando
reiteradamente tanto cortas de esta especie como negligencias por parte de la CONAF.
Queda aún mucho por hacer. Por nuestra parte, como jóvenes, debemos involucrarnos y participar
en la protección del alerce, valorándolo y explotando su potencial científico, botánico,
turístico y cultural. Necesitamos la aprobación de la ley para el bosque nativo, la cual
está siendo tramitada hace más de catorce años en el Congreso Nacional. Debemos tomar
en cuenta las recomendaciones emanadas del CCA. Tenemos que llevar a cabo acciones más
trascendentales en el ámbito nacional, como las medidas que fueron anunciadas por la Presidenta
Bachelet en relación con el medio ambiente, en las que cabe destacar la creación de un
Ministerio de Medio Ambiente, una Superintendencia de Fiscalización y un Servicio Nacional
de Áreas Protegidas (Pizarro 2006).
Mabel Alsina Harris. Biología. Pontíficia Universidad Católica de Valparaíso.