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68 Chile y su medio ambiente / GEO Juvenil Chile
Conflicto del Complejo Forestal e Industrial Nueva Aldea, de la compañía Celulosa Arauco,
comuna de Ranquil, Región del Biobio.
El año 2004, cuando comenzó la construcción de la planta de celulosa en Nueva Aldea, recuerdo
que mucha gente decía que era algo muy bueno, ya que llevaría progreso y trabajo a
mucha gente de la zona. Además de que pavimentaban caminos, harían una posta y muchas
cosas más, que realmente no sé si serán verdad…
Personalmente nunca pensé eso, debido a que las consecuencias que traería al ambiente obviamente
serían negativas. Además, ese año había tomado un ramo de microbiología marina y
uno de los profesores contaba sobre los estudios realizados por ellos sobre la degradación de
compuestos organoclorados por bacterias como Sphingopyxis chilensis, y su uso para el tratamiento
de efluentes con compuestos tóxicos. También contaba cómo las empresas agregaban
agua a sus afluentes antes de que éstos llegaran al río, para que al tomarse muestras y analizarlas,
se encontraran valores permitidos de contaminación. Hay mucha falta de información
y por eso creo que también poca transparencia…
Para agravar las cosas, vino después el accidente radiactivo con iridio 192 que afectó a cuatro
trabajadores de la celulosa en diciembre de 2005, uno de ellos recogió una cápsula con
ese radioisótopo usado para gammagrafías que estaba botada, pensando que era otra cosa,
y quiso mostrársela a su jefe. ¿Cómo iba a saber él que eso era material radiactivo, si no les
entregan la capacitación correspondiente? Recibió radiación en el glúteo (ya que la guardó en
el bolsillo trasero del pantalón) y en las manos. Acá en Chile la medicina nuclear no está muy
avanzada y fue llevado a Francia para tratarse. Está en peligro su vida y ahora han arruinado
sus proyectos, posiblemente pierda fertilidad y se le ha prohibido tener hijos.
Realmente eso ya es el colmo. Además, los operarios no tenían licencia para trabajar con
equipos radiactivos, por lo que se entiende también que era probable que cometieran la
negligencia de dejar tirado material radiactivo… ¡Si no lo saben manejar! Es como un círculo
vicioso, pero no puede—no debe— suceder, menos aún en empresas grandes y con recursos
como Celco, la empresa ITC y Echeverría-Izquierdo, que son las involucradas.
Hace algunos días visité el museo San José, en Ñipas (localidad vecina a Nueva Aldea): todo
muy lindo y lleno de historia de nuestro país, con antigüedades relacionadas a la ciencia, la
agricultura, la vida militar, la religión, y rodeado de naturaleza. Sin embargo, es lamentable
pensar que después ni ganas de ir allá les darán a la gente y a los turistas… Al hablar con la
gente del lugar, cuando pasamos a Ñipas a comer, nos contaba que ya se siente el mal olor en
las mañanas y que no saben cómo lo hace la gente de Nueva Aldea, que está más cerca del
Complejo. Yo les pregunté qué pensaban sobre que destruyan su antigua estación de trenes
y en ese lugar caven el túnel por donde pasará el ducto que va al mar. Respondieron que se
sienten impotentes, que no pueden hacer nada, que no los escuchan y que ellos quieren a su
tierra, pero que su alcalde piensa en la plata y que era un tonto por eso… Quieren continuar
protestando, pero lo ven difícil, porque además no tienen grandes herramientas para defenderse,
y saben que las autoridades lo saben…
Creo que la industria forestal y papelera es muy importante en el mundo, en nuestras vidas,
día a día, y debemos reconocerlo, así como también entender que toda industria genera impacto
en la naturaleza, pero no se puede justificar y dejar que produzcan y destruyan lo que
hay a su paso.
Por eso es muy bueno apoyar a la gente que se ve más directamente afectada (porque en
realidad a todos nos afecta) y que se luche hasta que las ciencias ambientales jueguen un rol
crucial al momento de generar y aprobar proyectos industriales, mucho más que las ciencias
económicas y que la política.
Manuela Pérez Aragón. Concepción