comisión nacional del medio ambiente comisión nacional del medio ...

Chile y su medio ambiente / GEO Juvenil Chile 91
Corrientes marinas
Se habla de corriente marina u oceánica cuando existe un movimiento de traslación,
continuado y permanente de una masa de agua. Eso significa que enormes cuerpos
de agua se están moviendo en la superficie y profundidad del mar. 24 . Desde hace
unas décadas se sabe que la estructura de las corrientes marinas a escala global es
tridimensional, con movimientos horizontales en los que el viento juega un importante
papel, y con movimientos verticales (denominados “surgencia”) en los que la salinidad y
las temperaturas son las fuerzas impulsoras.
Los movimientos de aguas marinas son fundamentales en los aspectos dinámicos del mar
chileno. En nuestras costas, hay presencia de al menos dos de tales movimientos, que
luego se subdividen.
Por una parte, la Corriente de Deriva de los Vientos del Oeste, alcanza la costa sudamericana
al sur de la isla de Chiloé (45º S). En ese punto se bifurca hacia el norte, formando dos
ramas de la corriente fría de Humboldt (oceánica y costera), las cuales se encuentran con
la contracorriente del norte y la contracorriente de Gunter. A su vez, la Corriente de Deriva
se desplaza una parte al sur, adquiriendo el nombre de Corriente del Cabo de Hornos.
El efecto de estas corrientes en las zonas marinas costeras de Chile está estrechamente
vinculado con la flora y fauna existentes en estos ecosistemas, que en términos generales
presentan un alto grado de aislamiento geográfico, con pocas similitudes con las biotas
marinas ecuatoriales cercanas. Evidencia de esto es el escaso intercambio de las aguas
superficiales con las biotas de otras zonas del Pacífico, gracias a las bajas temperaturas
y el predominio de corrientes marinas que corren de sur a norte. Por otro lado, la baja
concentración de oxígeno de las aguas superficiales del norte podría actuar como otra
barrera en la dispersión de especies de aguas profundas. Y hacia el sur, la baja salinidad
que prevalece durante el año en la zona lluviosa patagónica podría actuar como otra
barrera al ingreso de especies desde zonas más australes.
Otra posible consecuencia del aislamiento antes mencionado sería el bajo nivel de
riqueza de especies marinas y costeras que presenta Chile en relación con zonas cercanas
o similares físicamente (CONAMA 2006 I).
En todo el territorio nacional, las especies que habitan en las zonas marinas nos dan
una posibilidad extraordinaria en términos de desarrollo productivo, oportunidad que
debe ser armonizada con la urgencia de la sustentabilidad y el horizonte de la equidad
intergeneracional. La pesca debe utilizar nuevos mecanismos de extracción, que
consideren el repoblamiento de las especies marinas. De otra manera, ni siquiera su
sustentabilidad económica se podrá garantizar.
La Corriente del Niño 25
La historia cuenta que la corriente del Niño fue identificada a comienzos del siglo pasado
por pescadores peruanos, a quienes les llamó la atención que, cada cierta cantidad
de años, apareciera una corriente de aguas anormalmente cálidas y que generaba una
alteración en la fauna marina, con cuantiosas pérdidas para la producción pesquera. La
habrían denominado “corriente del Niño” porque aparecía en vísperas de Navidad, por lo
que la relacionaban con el Niño Jesús.
24 Información obtenida desde el Servicio Oceanográfico e Hidrográfico de Chile, disponible en http://www.
shoa.cl/index.htm
25 Información obtenida de la Dirección Meteorológica de Chile, disponible en: http://www.meteochile.cl/
nino_nina/nino_nina_descripcion_nino.html