Capitulo 6 Mil dias de allende - Salvador Allende

CAPITULO 6: MARZO 1973 A JUNIO 1973
www.cepchile.cl - Los mil días de Allende
22 DE JUNIO DE 1973
El comentarista Nicolás García señala que, frente a las
dos tácticas de la oposición para derribar al Gobierno, la
del enfrentamiento de Jarpa y la institucional de Frei, se
necesita una actitud más revolucionaria, creando más y
mejor poder popular.
DOS TACTICAS PARA UNA
MISMA META
Por NICOLAS GARCIA
LAS NOTICIAS DE ULTIMA HORA
Chile enfrenta una gigantesca escalada de
los reaccionarios, destinada a derrocar al Gobierno
Popular.
La derecha tiene una estrategia y dos tácticas.
La estrategia es derribar al Gobierno e instaurar
un régimen fascista y totalitario. Las dos
tácticas son:
1.- La encabezada por el golpista Jarpa que
busca el enfrentamiento hoy, el quiebre
institucional y la instauración de un modelo
de dominación similar al brasileño.
2.- La del derechista Frei, que si bien también
busca el derrocamiento de Allende,
quiere hacerlo por la vía institucional, sin
quebrar el marco legal construido por los
patrones, con apoyo de masas y con la
neutralización de la clase obrera y el pueblo.
La derecha aparece hoy dividida; Jarpa, recientemente
reelegido y reafirmado al interior
de su partido, busca la guerra, busca y trabaja
desembozadamente el quiebre de las Fuerzas
Armadas y del Cuerpo de Carabineros, grita a
todos los vientos que la vía legal, que el marco
legal, ya no le sirve a los patrones para oponerse
al avance del pueblo. Jarpa, el Partido
Nacional y Patria y Libertad empujan a los sectores
que controlan, hacia el enfrentamiento directo
ahora, en todos los terrenos. Es en esa
acción directa donde el jarpismo espera acumular
fuerzas al interior de los patrones para
quitarle la conducción a Frei y erigirse como el
líder de toda la reacción. Frei, por su parte,
busca el debilitamiento del Gobierno y de la
izquierda. Busca acumular fuerza, ya no sólo
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entre los patrones, sino que en los sectores más
atrasados del movimiento de masas. Busca así,
mediante el desarrollo de conflictos escalonados,
basados en las reivindicaciones y problemas
más urgentes, dividir al pueblo. Por otro
lado, busca acorralar al Gobierno utilizando todos
los recursos legales e institucionales que
tiene en sus manos.
Es así como, a las órdenes del freísmo, el
Parlamento aprueba acusación tras acusación...
reforma tras reforma... proyecto tras proyecto.
El Poder Judicial, particularmente la Corte
Suprema, se convierte en el otro cuartel de la
contrarrevolución.
La Contraloría emite resoluciones y más resoluciones
contra el pueblo.
«La clase de los patrones está dividida y
esto favorece al pueblo».
La ofensiva de los patrones no les está dando
los resultados que esperaban.
Las contradicciones internas son muchas.
Jarpa empuja por su lado e, incluso, dentro de
la DC, Renán Fuentealba se alza en contra de
la vía freísta.
La Unidad Popular, apoyada en la fortaleza
de la clase obrera y el pueblo, está resistiendo
la ofensiva reaccionaria, pero hay que impedir
que en su seno se incuben sectores proclives
a la conciliación, a la negociación con el
enemigo.
«El camino a seguir es terminar con las políticas
sin un claro contenido de clase, que llevan
siempre a propiciar endurecimientos legalistas
y supra-estructurales, caminos desligados
de las masas y evidentemente insuficientes».
Es cierto que debemos ejercer sin contemplaciones
el poder que la Constitución y las leyes
vigentes otorgan al Presidente de la República.
Es cierto que no puede seguirse tolerando el
sistemático atropello a lo que constituye la esencia
del régimen político y del orden público,
creado por la propia burguesía; es necesaria
mucha mayor dureza del Gobierno en ese terreno.
No podemos, por temor al enfrentamiento,
no ejercer todo ese poder que la Constitución y
las leyes conceden al Jefe de Estado... porque ese
temor debilita nuestras posiciones y alienta a los
gestores del enfrentamiento.
Es cierto que, mientras más se concilie y se
retroceda con el fin de evitar la contrarrevolución,
más la promovemos y alentamos.