Capitulo 6 Mil dias de allende - Salvador Allende

CAPITULO 6: MARZO 1973 A JUNIO 1973
Hay otro hecho que debe merecer nuestra
atención. El MIR descalifica por completo al
Gobierno actual. Mientras ustedes y nosotros
consideramos que trabaja por los cambios y
quiere abrir paso al socialismo, el MIR sostiene
que se propone «la reafirmación del orden burgués».
Y afirma que: «Sólo avanzará la clase
obrera y el pueblo si crece y se fortalece un
poder popular independiente del Gobierno».
¡Un poder popular independiente del Gobierno!
He aquí el objetivo del MIR.
Pero ocurre que quien está, como ya se ha
dicho, bajo el fuego graneado del imperialismo
y de la oligarquía, de los Jarpa y de los Frei, y
a quien éstos quieren derrocar, no es el fantasmagórico
«poder popular independiente del
Gobierno» de que habla el MIR y que sólo existe
en la cabeza calenturienta de sus dirigentes,
sino al Gobierno del Presidente Allende, que
es un hecho real, concreto, una conquista del
pueblo que por sobre todo hay que defender
para seguir avanzando de más en más.
Es un hecho conocido que los planteamientos
suicidas del MIR han encontrado eco en sectores
de la Unidad Popular.
Sin embargo, su carta, así como otros pronunciamientos
y actitudes recientes de los demás
partidos de la UP y, desde luego, la conducta
y la opinión del pueblo que una vez más,
en el Estadio Nacional, nos ha dado una lección
de combatividad y clarividencia política,
indican que tales desvaríos no prosperarán.
Naturalmente, los comunistas estamos en
favor del fortalecimiento de todas las formas
de poder popular y de la creación de nuevas
formas de ese poder que nazcan de la iniciativa
de las masas a condición de que, como es
lógico, tiendan a fortalecer al Gobierno de la
Unidad Popular y no a debilitarlo, siempre y
cuando no se planteen como alternativas a él,
porque esto último significa echar agua al molino
del enemigo y contribuir al logro de su
sueño predilecto, el de tumbarlo.
Ratificamos nuestro pleno apoyo a las JAP
en el entendido de que deben constituirse con
la máxima amplitud, incorporarse a ellas al
mayor número de comerciantes que sea posiwww.cepchile.cl
- Los mil días de Allende
del Presidente de la República o simplemente
a través de algún tipo de golpe de Estado o de
movimientos sediciosos como el de octubre último.
Nadie ignora esto dentro ni fuera del país.
Nadie ignora tampoco que con ello se busca
una marcha atrás en el proceso de transformación
social, y pocos pueden ser los que no se
den cuenta que si se abriera paso uno u otro
de esos propósitos se arrastraría al país a la
guerra civil.
No es sólo el Gobierno, es Chile el que está
bajo el fuego de la agresión del imperialismo
norteamericano y de sus aliados y sirvientes.
En tales circunstancias, los comunistas consideramos
que el deber supremo de los revolucionarios
consiste en frustrar los designios criminales
del imperialismo y la reacción, en aislar
y derrotar a los que buscan el baño de sangre,
en defender los derechos soberanos de Chile
a construir una nueva sociedad. Para ello no
hay otro camino que el de fortalecer la unidad
y la lucha de la clase obrera, la unidad socialista-comunista,
el firme entendimiento de todos
los partidos de la Unidad Popular y, al mismo
tiempo, darle al Gobierno el máximo respaldo
posible, cerrar filas en torno a él, avanzar y no
retroceder en los cambios bajo la dirección del
Gobierno actual.
Por eso nos ha preocupado sobremanera,
que en los últimos tiempos se hayan producido
hechos que implican cierto deterioro en
nuestras relaciones. Me refiero, entre otros casos,
a lo sucedido en la Confederación del Cobre
donde se designó presidente de la misma
al representante de una tendencia que logró
elegir un solo consejero, mientras el Partido
Comunista, que eligió 6, el más alto número
de dirigentes, se le haya negado el derecho a
ocupar el cargo principal. Me refiero también
a lo sucedido en la FENATS donde, no obstante
que la Unidad Popular es mayoría, por
no ir unidos, la presidencia de esta importante
organización pasó a manos de la Democracia
Cristiana.
Formulamos también en este aspecto una
proposicion concreta en orden a agotar siempre
todas las posibilidades que permitan marchar
unidos en el movimiento sindical a los
partidos de la Unidad Popular y ante todo a
socialistas y comunistas. Invocamos a este propósito
el acuerdo sindical que está vigente entre
nuestros partidos desde hace varios años.
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EL FANTASMAGORICO
«PODER POPULAR INDEPENDIENTE
DEL GOBIERNO»
Querido compañero Altamirano: