Capitulo 6 Mil dias de allende - Salvador Allende

CAPITULO 6: MARZO 1973 A JUNIO 1973
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personas y el término de la arbitrariedad. Queremos
que se haga efectivo el control de armas.
El país, al votar, quiere que se respeten
los organismos autónomos del pueblo: los municipios,
asentamientos, cooperativas, juntas de
vecinos, y que se termine con las JAP y los comandos
comunales, que son organizaciones ilegales».
RECONSTRUCCION
«El país al votar por nosotros y la oposición
democrática quiere que se controle el área
social de la economía y que se asuma la responsabilidad
de los interventores y administradores
que están produciendo pérdidas que
afectan a todos los chilenos. El país, al votar,
quiere un pleno respeto de la libertad de información,
una televisión pluralista, un financiamiento
adecuado por ley a las radios y autonomía
financiera al Poder Judicial y a las universidades.
Nosotros no solamente estamos planteando
hechos negativos. Hay que abrirle un
camino a Chile y ese se llama «reconstrucción
nacional». No hay duda alguna que el mundo
entero vive una crisis. La viven los países socialistas
y la viven los chilenos. Y también hay
una crisis en el occidente. Estamos viviendo una
etapa similar al paso de una sociedad feudal a
una sociedad industrial. Ahora estamos en la
era post industrial. Hay crisis en la autoridad
familiar e incluso de la Iglesia».
ESQUEMA ARCAICO
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«En Chile se ha querido aplicar un esquema
ideológico arcaico del siglo 19, repitiendo
el trágico error observado en América Latina y
nos quieren hacer repetir en Chile los fracasos
de otros países que han sido sometidos a una
disciplina de hierro y que cuando quieren cambiar,
los han sometido con tropas extranjeras.
«La reconstrucción nuestra no es para volver
al pasado. Ninguna sociedad humana está
regresando. Cambios hacia una nueva sociedad,
pero no con un esquema extraño impuesto
a nuestra historia y nuestra voluntad. Queremos
cambios que correspondan a la realidad
de Chile y de acuerdo con nuestros pensamientos.
Podemos construir nosotros la nueva sociedad
en el respeto al hombre. Queremos
cambios para unir y no dividir; queremos cambios
para todos los chilenos y no que se centralicen
en un partidismo militante. Es en ese
espíritu que llamamos a todos los chilenos de
buena voluntad.
«Estos cambios no pueden realizar una sola
idea política. Por ello llamamos a los chilenos
equivocados que en su dolor y en su lucha creyeron
encontrar un camino. Vengan aquí. Aquí
hay un gran llamado para reconstruir la patria,
sin odios ni venganzas, queremos reconstruir
el espíritu de trabajo y de disciplina. Sin sectarismos.
No queremos que vuelvan los viejos
abusos, pero tampoco que vengan los abusos
nuevos.
«Reconstruir nuestra administración como
un servicio para todos los chilenos. Por todo es
necesario triunfar. Necesitamos la presencia del
pueblo organizado. Por eso está la tarea de los
sindicatos, de los estudiantes, centros de madres
y juntas de vecinos. Hay que superar los viejos
moldes y convertirse en caminos de conducción,
pero no en organizaciones de dominio.
El triunfo es para servir a Chile. Y mañana,
si el pueblo nos da su confianza, nadie tendrá
privilegios. Por eso, en todos los sectores estamos
organizando en la base social los comités
de reconstrucción y organización. Estamos haciendo
esta tarea a través de nuestros equipos
técnicos. Por eso la DC tiene una posición profundamente
democrática y humanista y se plantea
este programa de reconstrucción para la
patria entera. Hemos contraído con el pueblo
un compromiso solemne que nadie podrá modificar.
Jamás hemos engañado al pueblo, el
país podrá señalarnos algunos errores, pero
nadie podrá decir que hemos traicionado al
pueblo».
HORAS DIFICILES
«El país vive una hora muy difícil. Mil novecientos
setenta y tres, en los próximos meses,
vivirá horas muy difíciles. Pero esto no se
arregla con palabras o parches. Nosotros ya hemos
definido nuestro camino y no nos apartaremos.
Nuestra misión histórica y definida: darle
al país una salida democrática que le haga
recuperar su trabajo y la paz. No queremos una
guerra civil ni un enfrentamiento.
«Hay que respetar la voluntad del pueblo.
Si triunfamos, nosotros también estamos dispuestos
a hacerla respetar. El arma de cada chileno
y chilena es el voto. La garantía la da la
voluntad mayoritaria del pueblo, el honor de