Capitulo 6 Mil dias de allende - Salvador Allende

SUBLEVACION MILITAR
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ble y lograr que participen en la distribución y
el control de precios, tal como lo hacen hoy,
sin discriminación alguna. Somos partidarios
de ir abriendo nuevos canales de comercialización
y distribución, ganando y no perdiendo
fuerzas para el Gobierno Popular.
Nos pronunciamos por la formación de los
comandos comunales como órganos de poder
popular formados por representantes de todas
las organizaciones de masas que quieren adherir
a ellos y siempre que su labor se realice,
como la hemos concebido desde el comienzo,
en colaboración con las autoridades de Gobierno
con vistas a la solución de problemas que
interesan a toda la población. No son ni pueden
ser organismos estrechos, apéndices de la
Unidad Popular, sino instituciones que vinculen
a la Unidad Popular a otros sectores modestos
de la ciudadanía.
Creemos que los sindicatos deben tener más
poder en las industrias, principalmente en las
de área social, y que los administradores o interventores
de las empresas deben ser removidos,
cualquiera sea el partido a que pertenezca,
allí donde tengan manifiesta responsabilidad
por el desfinanciamiento de las mismas y
se hayan comportado como gerentes de viejo
cuño y no como revolucionarios. Consideramos
que los aumentos de salarios deben vincularse
a un mayor rendimiento y a una mayor producción.
Le asignamos a la lucha electoral de marzo
una importancia capital. Pensamos que el enemigo
no podrá lograr sus propósitos. No conseguirá
destituir al Presidente de la República.
Pero una parte del mismo buscará el derribamiento
del Gobierno cualquiera sea el resultado
de la elección. Es claro que esto no lo permitiremos.
No lo permitirá el pueblo. La clase
obrera se jugará entera para impedir la consumación
de tan pérfidos propósitos.
Por eso tiene mucha importancia que cada
partido haga el esfuerzo necesario por rendir
al máximo. Les deseamos, compañeros socialistas,
éxitos en la elección. El mismo deseo tenemos
respecto de los demás partidos de la
Unidad Popular. El éxito de cada cual es el éxito
de todos. En conjunto, el Partido de la Unidad
Popular debe dar las batallas finales de esta
contienda, cerrando la campaña con grandes
movilizaciones unitarias de las masas.
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TAREAS DE LA ECONOMIA ADQUIEREN
IMPORTANCIA DECISIVA
Queremos manifestarles también que las tareas
en la esfera de la economía adquieren cada
vez una importancia más decisiva.
Usted conoce tanto o más que yo los problemas
que enfrentamos. Consideramos vital
que cada chileno sepa cuáles son estos problemas
y de dónde vienen. Tanto el llamado Partido
Nacional como la Democracia Cristiana,
retorciéndole el pescuezo a la verdad, tratan
de cargar todas las dificultades a cuenta del
Gobierno. No podemos permitir que la mentira
se imponga sobre la verdad. Somos y debemos
ser los acusadores, los que señalemos con
el dedo a los responsables del endeudamiento
del país, del atraso agropecuario, de la escasez
de divisas, de la especulación y del mercado
negro. En este último aspecto, el pueblo está
escribiendo páginas brillantes de iniciativa y
coraje en defensa de su propio pan.
Hemos contado y estoy seguro que seguiremos
contando en el futuro con la ayuda de
la Unión Soviética, de los demás países socialistas
y de otras naciones. Pero, como dijimos
en el Manifiesto de nuestro Partido, consideramos
que el esfuerzo principal debe partir de
nosotros mismos, del pueblo trabajador. Por
eso, para los comunistas, pasan a primer plano
las tareas relativas a la producción.
En 1973-74 debemos aumentar substancialmente
la producción agrícola, sobre todo en trigo
y maíz.
Del mismo modo, debemos aumentar la producción
de cobre y de otros rubros exportables.
También debemos lograr aumentos en la
producción industrial y la rentabilidad de las
empresas del área social.
Se podría afirmar que el éxito en estos terrenos
nos abrirá el principal camino que nos
permitirá modificar fundamentalmente la correlación
de fuerzas y madurez hacia la plena
conquista del poder.
Cualesquiera sea el alineamiento políticoelectoral
de la ciudadanía, no hay duda alguna
que la mayoría inmensa de la nación es partidaria
de los cambios sociales, no acepta el retroceso,
está contra el golpe de Estado y la guerra
civil y por el respeto al Gobierno constituido.
De esto se desprende la posibilidad cierta
de ganar más y más fuerzas, de agrupar al 90%
de los chilenos en torno al Gobierno Popular y