Capitulo 6 Mil dias de allende - Salvador Allende

CAPITULO 6: MARZO 1973 A JUNIO 1973
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cómo se trataba de paralizar las instituciones
fundamentales del Estado.
Siempre en relación a lo dicho el jueves 21,
el Presidente manifestó que en esa oportunidad
planteó que era preocupación básica tener
del Congreso las leyes que permitieran atajar
el proceso revolucionario y como en cambio se
despachaban leyes desfinanciadas y se negaban
leyes como la que establece y castiga el
delito económico.
De la misma manera, en ese acto hizo un
recuento de las acciones terroristas con las que
se trataba de crear el pánico, destruyendo a la
vez locales partidarios y atentado contra militantes
de la Unidad Popular.
EL GENERAL SCHNEIDER
El Presidente recordó al pueblo que había
señalado que se vivían momentos similares a
los días aciagos transcurridos entre el 4 de septiembre
y el 3 de noviembre de 1970, que culminaron
con el asesinato del entonces comandante
en jefe del Ejército, general René Schneider.
«Cómo habrían deseado hacer lo mismo
ahora», —dijo el Presidente—. «Por eso concentraron
su odio en el general Prats, símbolo
del soldado leal a la doctrina de las Fuerzas
Armadas y leal al pueblo de Chile».
En seguida el Primer Mandatario expresó
que sabe y lo ha dicho que no todos los opositores
tienen una actitud artera profascista ni
han querido estar junto a los golpistas. Otros,
en cambio, hablan de democracia y Constitución,
pero usan la palabra democracia para protegerse
y actúan contra la Constitución. Son la
antipatria y fascista —agregó—, el pueblo los
conoce y los iremos denunciando.
PRESENCIA DE LOS
COMANDANTES EN JEFE
El Presidente Allende quiso que el pueblo
saludara a los comandantes en jefe de las Fuerzas
Armadas, al director subrogante de Carabineros
y al director de Investigaciones.
En primer término el Presidente hizo situarse
a su lado al comandante en jefe del Ejército,
general Carlos Prats, indicando que quería que
el pueblo lo saludara. La presencia del general
fue recibida con una cerrada ovación al grito
de «soldado, amigo, el pueblo está contigo».
De la misma manera fue recibida la presencia
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del comandante en jefe de la Armada, almirante
Raúl Montero y del general César Ruiz Danyau,
comandante en jefe de la Fuerza Aérea.
Con igual demostración de afecto fueron saludados
el director subrogante de Carabineros,
general Ramón Viveros, y el director de Investigaciones,
Alfredo Joignant.
SI ES NECESARIO: PLEBISCITO
El Presidente Allende reiteró que el proceso
revolucionario tiene que marchar sobre los cauces
de nuestra historia, constitucionalidad y características,
agregando que se debía mantener
el pluralismo, la democracia y la libertad.
Enfatizó el hecho que el pueblo debía entender
cuál es la real posición del Gobierno,
manifestando que no cerraría el Congreso Nacional,
pero si era necesario enviaría un proyecto
de ley llamando a que el pueblo se pronuncie
mediante plebiscito.
Posteriormente dijo: «Ahora deseo que el
pueblo cumpla su compromiso contraído el jueves
21», agregando que los trabajadores debían
integrarse mañana a sus lugares de trabajo para
recuperar las horas perdidas. Mañana —señaló—,
cada uno de ustedes a trabajar más, producir
más, sacrificarse por Chile y por su pueblo.
PALABRAS FRATERNAS
El Presidente Allende destacó las palabras
fraternas que desde lejos llegaron a nuestro país.
Desde Argentina, su Presidente y su pueblo y el
general Perón enviaron solidaridad manifestando
su confianza en el pueblo chileno, el mismo
gesto tuvo el Presidente de México y el comandante
Fidel Castro, quien expresó que el pueblo
cubano estaba junto al pueblo chileno y reiteraba
su apoyo al Gobierno chileno.
Palabras de agradecimiento tuvo el Jefe del
Estado para el pueblo norvietnamita, el que
también hizo llegar su acento fraterno hacia el
Gobierno y los trabajadores de Chile.
«Tenemos que organizarnos —dijo el Primer
Mandatario— y crear el Poder Popular pero no
antagónico ni independiente del Gobierno».
Finalmente señaló que deseaba que una vez
más el pueblo diera una gran lección: que se
retirara en calma a sus casas y mañana se volviera
al trabajo a producir por Chile y los chilenos.