Capitulo 6 Mil dias de allende - Salvador Allende

SUBLEVACION MILITAR
www.cepchile.cl - Los mil días de Allende
dos los señores Ministros de la Corte Suprema,
se comprende que la campaña de desprestigio
en que se empeña la Unidad Popular no tiene
más propósito que disminuir el efecto que en
la ciudadanía democrática produce la serena
dignidad con que los más altos jueces de la
República defienden su independencia constitucional
y el imperio de sus fallos.
En estos difíciles días, la actitud de los magistrados
es un ejemplo de abnegación en el
servicio público y de valentía en la defensa de
los altos principios del Estado.
La Corte estima que el oficio en que el Presidente
de la República dio respuesta a los reiterados
reclamos de la Corte, frente al incumplimiento
de las sentencias por parte de la autoridad
administrativa, adolece de gravísimos
reparos que señala en los siguientes términos:
«distorsionar la ley, exagerar la trascendencia
de la tarea administrativa y rebajar la función
judicial».
Además, la Corte interpreta el oficio de S.E.
«como un intento de someter el libre criterio
del Poder Judicial a las necesidades políticas
del Gobierno, mediante la búsqueda de interpretaciones
forzadas para los preceptos de la
Constitución y de las leyes».
Difícilmente puede encontrarse en nuestra
historia algún parangón de este severo reproche
que el más alto Tribunal de la República
dirige al Jefe del Estado, acusándolo de pretender
instrumentalizarlo para su política mediante
interpretaciones jurídicas forzadas.
Añade la Corte que «mientras el Poder Judicial
no sea borrado como tal de la Carta Política,
jamás será abrogada su independencia»,
expresión también severa y altiva del profundo
fundamento que tiene la autoridad de la
justicia.
La Corte Suprema exige en seguida respeto
no sólo por su investidura constitucional, sino
por su honradez, ponderación, sentido humano
y eficiencia.
El Tribunal acusa al Presidente de «tomar
partido en la sistemática tarea —nunca lograda—
que algunos sectores del país han desatado
en contra de esta Corte» y lamenta que el
Jefe Supremo de la Nación haya pasado de
«guardián de la legalidad administrativa del
país contra los excesos de algunos subordinados»
a «censor del Poder Judicial tomando partido
al lado de aquéllos a quienes antes daba
sus órdenes de cumplir la ley».
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Advierten los magistrados que S.E. ha tomado
sobre sí la tarea de «fijar a esta Corte
Suprema las pautas de la interpretación de la
ley, misión que en los asuntos que le son encomendados
compete exclusivamente al Poder
Judicial y no al Poder Ejecutivo».
Después de éstas y otras consideraciones
generales, la Corte Suprema entra de lleno a
tratar los puntos de la carta de S.E. y a reafirmar
de modo irrebatible la obligación constitucional
y legal en que se encuentra la autoridad
administrativa de cumplir las sentencias judiciales.
La réplica de la Corte Suprema al Presidente
Allende es de aquellos documentos que trascienden
a las incidencias en las cuales fueron
emitidos y que sirven de lección duradera para
los hombres de derecho y para todos los que
aprecian el valor de la ley como fundamento y
sustancia de la República.
28 DE JUNIO DE 1973
El secretario general de Gobierno, Aníbal Palma Fourcade,
envía una carta a la Corte Suprema manifestando que el
Presidente Allende devolvió sin comentarios el oficio que
le envió el Poder Judicial por encontrar que éste era irrespetuoso.
PRESIDENTE ALLENDE DEVOLVIO
SIN RESPUESTA OFICIO DE
C. SUPREMA
LA PRENSA
El Presidente de la República, Salvador
Allende devolvió sin dar respuesta el último oficio
que le remitiera el lunes último el Pleno de
la Corte Suprema.
Como se sabe, en ese documento público, el
Poder Judicial puso en su lugar al Gobierno «en
tránsito al socialismo» que encabeza el doctor
Allende. La extensa misiva firmada por todos
los ministros de ese alto tribunal, reiteraba que
no se cumplen las disposiciones emanadas por
la Justicia, así como también denunciaba la ocurrencia
de una serie de hechos irregulares.