VE-07 NOVIEMBRE 2014

secas escleróticas de unos ojos bañados en leche avivan el fuego de un
rencor celosamente guardado. En la silla trenzada de esparto ha vivido
cien de esos años que lleva esperando su vuelta desde que marchó, y
aún se pregunta el porqué…
En la silla trenzada de esparto se mesa la barba y, aburrido, o
cansado de tanto mesarla, o quizá ignorando ese movimiento de pura
derrota, vete tú a saber, deja caer la velluda mano sobre un regazo que
tan sólo sirve como exhibición de sucios lamparones recordando restos
de grasientas sopas que le alimentaron lastimeros llantos de amor
rechazado.
En la silla trenzada de esparto se mece el viejo olvidado; sabe que
la espera es vana, se le hace largo, y aguarda impaciente que suene el
despertador que anuncie, por fin, el último canto del gallo…
Germán Repetto (Albalate de Zorita, Guadalajara)
http://grepettoblog1949.wordpress.com
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