qT2xZv
qT2xZv
qT2xZv
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
C R I M I N A L I D A D Y V I O L E N C I A J U V E N I L E N E L P E R Ú<br />
En este capítulo, nuestro objetivo será exponer las condiciones asociadas a<br />
la criminalidad juvenil. Para esto, realizamos una exploración en la literatura<br />
sobre criminalidad, juventud y violencia.<br />
Al confrontarnos con un tema como este, sabemos desde un inicio que ningún<br />
enfoque por sí solo será suficiente para dar cuenta de su complejidad. Por<br />
ello, intentaremos presentar diferentes teorías y enfoques, que tomaremos como<br />
punto de partida y que estarán presentes en todo el estudio.<br />
1. Enfoque epistemológico para la investigación<br />
Cuando se intenta dar cuenta de algún fenómeno, social o de cualquier índole,<br />
enfrentamos una tensión al intentar lograr que nuestras afirmaciones se correspondan<br />
con aquello que describimos, es decir, con la realidad o el referente externo<br />
a nuestra elaboración mental. Aquel referente es un hecho problemático<br />
en sí mismo, ya que podría ser estático –siempre idéntico a sí mismo– o variable,<br />
o podría anclarse en un sustrato ideal o material. Esta divergencia –aquí enormemente<br />
simplificada– sobre cómo abordar la realidad se encuentra en la base<br />
de múltiples y opuestas propuestas para el estudio de la naturaleza en su sentido<br />
más amplio.<br />
Alfred North Whitehead [1861-1947](1956) señaló que a partir del modelo<br />
de las ciencias naturales nos hemos acostumbrado a pensar la realidad desde la<br />
categoría de sustancia. Esto es una invitación a describir la naturaleza «tal como<br />
verdaderamente es» asumiendo que existe una sustancia que se mantiene invariable<br />
bajo la apariencia de sus manifestaciones. Whitehead nos invita a pensar<br />
la realidad no desde la categoría de substancia sino de «proceso». Si pensamos<br />
que las cosas se encuentran en proceso, debemos abandonar la idea de una reali-<br />
1<br />
dad última, para dar cuenta de ordenamientos específicos de las cosas. Ya que<br />
nada sería «de una vez, desde y para siempre» –porque todo estaría en proceso<br />
de ser–, la realidad sería nuestro modo de vincular los múltiples ordenamientos<br />
que atestiguamos. A estos «órdenes» de las cosas Whitehead les llama «acontecimientos».<br />
De esto proviene que hable de una realidad «acontecimental».<br />
La multiplicidad de perspectivas sobre eventos similares debe de corresponder<br />
a las variaciones en el orden de las cosas desde las cuales se observan los<br />
fenómenos. No debe sorprendernos que las descripciones sobre fenómenos similares<br />
puedan ser tan divergentes. Tampoco deberíamos pensar que la subjetividad<br />
es una tara a ser reducida al límite de su desaparición, pues resulta que es<br />
inevitable como un factor que brinda un punto de vista a la descripción de un<br />
1 En sentido estricto esta sí es concebible para Whitehead (1985), pero a un nivel ideal y alejada<br />
de los fines prácticos que aquí nos conciernen.<br />
| 18 |