CUARESMA-PASCUAEncuentro Nº. 4EL DIOS DE JESUCRISTOES ESPÍRITU DE AMOR“Nosotros hemos conocido el amor que Dios nos tiene y hemos creído en él” (1Jn 4,16).OBJETIVO:Profundizar en el amor <strong>de</strong>l Padre, presente con suEspíritu <strong>San</strong>tificador en medio <strong>de</strong> sus hijos, para<strong>de</strong>jarnos transformar y así, con nuestras obras,dar testimonio <strong>de</strong> este Espírituque es comunión.AMBIENTACIÓN:El coordinador saluda al grupoy les invita a saludarse entre sí,<strong>de</strong>seándose la paz <strong>de</strong> Cristo. Recuerdabrevemente el contenido<strong>de</strong>l encuentro anterior y les haceconciencia <strong>de</strong> que cualquier accióna favor <strong>de</strong> la Iglesia y elReino <strong>de</strong> Dios <strong>de</strong>be estar animadapor el amor.MATERIAL A UTILIZAR:(La Sagrada Escritura, una guitarrapara el canto inicial y el final,papel y marcadores, si se quiereescribir el tema y el objetivo, paraque se pueda ver mejor)CANTO:¡Oh! <strong>de</strong>ja que el Señor te envuelva en su Espíritu <strong>de</strong> amor,satisfaga hoy tu alma y corazón.Entregándole lo que El te pi<strong>de</strong>y su Espíritu vendrá sobre ti, vida nueva te dará.pág.18CRISTO, ¡OH, CRISTO!, VEN Y LLENANOS.CRISTO, ¡OH, CRISTO! LLENANOS DE TI.Alzamos nuestra voz con gozo nuestra alabanza a Ti,con dulzura te entregamos nuestro ser.Entrega todas tus tristezas en el nombre <strong>de</strong> Jesús,y abundante vida hoy tendrás en El.INTRODUCCIÓN.Hemos creído en el amor <strong>de</strong> Dios; así pue<strong>de</strong>expresar el cristiano la opción fundamental <strong>de</strong> suvida. No se comienza a ser cristiano por una <strong>de</strong>cisiónética o una gran i<strong>de</strong>a,sino por el encuentro conun acontecimiento, conuna Persona, que da unnuevo horizonte a la viday con ello, una orientación<strong>de</strong>cisiva. En su Evangelio,<strong>Juan</strong> había expresadoeste acontecimientocon las palabras: “Tantoamó Dios al mundo, quele entregó a su Hijo único,para que todos <strong>los</strong> quecreen en él tengan vidaeterna” (cf 3,16).Jesucristo, el amor <strong>de</strong>Dios encarnado.Cuando Jesús habla ensus parábolas <strong>de</strong>l pastorque va tras la oveja <strong>de</strong>scarriada, <strong>de</strong> la mujer quebusca el dracma, <strong>de</strong>l padre que sale al encuentro <strong>de</strong>lhijo pródigo y lo abraza, no se trata sólo <strong>de</strong> meraspalabras, sino que es la explicación <strong>de</strong> su propio sery actuar. En su muerte en la cruz se realiza eseponerse Dios contra sí mismo, al entregarse paradar nueva vida al hombre y salvarlo: esto es amor ensu forma más radical. Es allí, en la cruz, don<strong>de</strong>pue<strong>de</strong> contemplarse esta verdad. Y a partir <strong>de</strong> allí se<strong>de</strong>be <strong>de</strong>finir ahora qué es el amor. Y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> esamirada, el cristiano encuentra la orientación <strong>de</strong> suvivir y <strong>de</strong> su amar.Bol-<strong>284</strong>
CUARESMA-PASCUA(Carta Encíclica: “Deus Caritas est” <strong>de</strong>l SumoPontifice Benedicto XVI n. 12)CONTEMPLEMOS:(Leer íntegramente el texto bíblico <strong>de</strong> Rm. 8, 14-39)Hijos <strong>de</strong> Dios gracias al Espíritu.14En efecto, todos <strong>los</strong> que se <strong>de</strong>jan guiarpor el Espíritu <strong>de</strong> Dios son hijos <strong>de</strong> Dios. 15 Yvosotros no habéis recibido un espíritu <strong>de</strong>esclavos para recaer en el temor; antes bien,habéis recibido un espíritu <strong>de</strong> hijos adoptivosque nos hace exclamar: ¡Abbá, Padre! 16 ElEspíritu mismo se une a nuestro espíritupara dar testimonio <strong>de</strong> que somos hijos <strong>de</strong>Dios. 17 Y, si hijos, también here<strong>de</strong>ros: here<strong>de</strong>ros<strong>de</strong> Dios y cohere<strong>de</strong>ros <strong>de</strong> Cristo, sicompartimos sus sufrimientos, para ser tambiéncon él glorificados.Destinados a la gloria.18Porque estimo que <strong>los</strong> sufrimientos <strong>de</strong>ltiempo presente no son comparables con lagloria que se ha <strong>de</strong> manifestar en nosotros. 19Pues la ansiosa espera <strong>de</strong> la creación <strong>de</strong>seavivamente la revelación <strong>de</strong> <strong>los</strong> hijos <strong>de</strong> Dios.20La creación, en efecto, fue sometida a lacaducidad, no espontáneamente, sino poraquel que la sometió, en la esperanza 21 <strong>de</strong>ser liberada <strong>de</strong> la esclavitud <strong>de</strong> la corrupciónpara participar en la gloriosa libertad <strong>de</strong> <strong>los</strong>hijos <strong>de</strong> Dios. 22 Pues sabemos que la creaciónentera gime hasta el presente y sufredolores <strong>de</strong> parto. 23 Y no sólo ella; tambiénnosotros, que poseemos las primicias <strong>de</strong>lEspíritu, nosotros mismos gemimos en nuestrointerior anhelando el rescate <strong>de</strong> nuestrocuerpo. 24 Porque nuestra salvación es enesperanza; y una esperanza que se ve, no esesperanza, pues ¿cómo es posible esperaruna cosa que se ve? 25 Pero si esperamos loque no vemos, aguardamos con paciencia.26Y <strong>de</strong> igual manera, también el Espírituviene en ayuda <strong>de</strong> nuestra flaqueza. Puesnosotros no sabemos pedir como conviene;mas el Espíritu mismo interce<strong>de</strong> por nosotroscon gemidos inefables, 27 y el que escruta<strong>los</strong> corazones conoce cuál es la aspiración<strong>de</strong>l Espíritu, y que su intercesión a favor <strong>de</strong><strong>los</strong> santos es según Dios.El plan <strong>de</strong> la salvación.28Por lo <strong>de</strong>más, sabemos que en todas lascosas interviene Dios para bien <strong>de</strong> <strong>los</strong> que leaman; <strong>de</strong> aquel<strong>los</strong> que han sido llamadossegún su <strong>de</strong>signio. 29 Pues a <strong>los</strong> que <strong>de</strong> antemanoconoció, también <strong>los</strong> pre<strong>de</strong>stinó a reproducirla imagen <strong>de</strong> su Hijo, para quefuera él el primogenito entre muchos hermanos;30 y a <strong>los</strong> que pre<strong>de</strong>stinó, a ésos también<strong>los</strong> llamó; y a <strong>los</strong> que llamó, a ésos también<strong>los</strong> justificó; a <strong>los</strong> que justificó, a ésos también<strong>los</strong> glorificó.CONCLUSIÓN:Himno al amor <strong>de</strong> Dios.31Ante esto ¿qué diremos? Si Dios estápor nosotros ¿quién contra nosotros? 32 Elque no perdonó ni a su propio Hijo, antesbien le entregó por todos nosotros, ¿cómo nonos dará con él graciosamente todas lascosas? 33 ¿Quién acusará a <strong>los</strong> elegidos <strong>de</strong>Dios? Dios es quien justifica. 34 ¿Quién con<strong>de</strong>nará?¿Acaso Cristo Jesús, el que murió;más aún el que resucitó, el que está a ladiestra <strong>de</strong> Dios, e interce<strong>de</strong> por nosotros?35¿Quién nos separará <strong>de</strong>l amor <strong>de</strong> Cristo?¿La tribulación?, ¿la angustia?, ¿la persecución?,¿el hambre?, ¿la <strong>de</strong>snu<strong>de</strong>z?, ¿<strong>los</strong>peligros?, ¿la espada?, 36 como dice la Escritura:Por tu causa somos muertos todo el día;tratados como ovejas <strong>de</strong>stinadas al mata<strong>de</strong>ro.37Pero en todo esto salimos más que vencedoresgracias a aquel que nos amó.38Pues estoy seguro <strong>de</strong> que ni la muerte nila vida ni <strong>los</strong> ángeles ni <strong>los</strong> principados ni lopresente ni lo futuro ni las potesta<strong>de</strong>s 39 ni laaltura ni la profundidad ni otra criaturaalguna podrá separarnos <strong>de</strong>l amor <strong>de</strong> Diosmanifestado en Cristo Jesús Señor nuestro.Esta carta ha sido llamada el “Evangelio <strong>de</strong>Pablo”. En la presente síntesis el Apóstol traza elrecorrido para llegar a ser liberados <strong>de</strong>l pecado, <strong>de</strong>Bol-<strong>284</strong>pág.19