CUARESMA-PASCUAENCUENTRO 2:SANTNTA A MARÍA DE GUADADALALUPENOS MUESTRA SU AMOR¿No estoy yo aquí que soy tu Madre?MATERIAL A PREPARAR:Con anterioridad elaborar enuna cartulina con letra gran<strong>de</strong> ylegible, el título <strong>de</strong>l tema y el objetivoque preten<strong>de</strong>mos alcanzar.También se pue<strong>de</strong>n elaborar algunosletreros extras con frases comola siguiente: ¿No estoy yo aquí quesoy tu Madre?OBJETIVO:Experimentar íntimamente como familiay comunidad Diocesana, elamor maternal <strong>de</strong> María <strong>San</strong>tísima,para que sintiéndonos amados,nos i<strong>de</strong>ntifiquemos y esforcemosen vivir como auténticoshijos <strong>de</strong> Dios.AMBIENTACIÓNYo tengo una Madre que me ama,Me ama, me ama.Yo tengo una Madre que me ama,Su nombre es María, <strong>de</strong> Nazaret.pág.32Que me ama, que me ama,Que me ama con su tierno amor.Que me ama, que me ama,Que me ama con su tierno amor.Tenemos una Madre…INTRODUCCIÓN“<strong>Juan</strong>ito, el más pequeño <strong>de</strong> mis hijos, sabe y tenentendido que Yo soy la siempre Virgen María,Madre <strong>de</strong>l verda<strong>de</strong>ro Dios por quien se vive. Deseovivamente que se me erija aquí un templo, para en élmostrar y prodigar todo mi amor, compasión, auxilioy <strong>de</strong>fensa a todos <strong>los</strong> moradores <strong>de</strong>esta tierra y a <strong>los</strong> <strong>de</strong>más <strong>de</strong>votosmíos que me invoquen y en míconfíen”.Esta frase <strong>de</strong> la <strong>San</strong>tísima Virgen,María <strong>de</strong> Guadalupe a <strong>Juan</strong>Diego, sigue alentando a cada uno<strong>de</strong> nosotros que nos reconocemossus hijos, ante <strong>los</strong> problemas y dificulta<strong>de</strong>sque a cada momento <strong>de</strong>nuestra vida enfrentamos y ante <strong>los</strong>cuales, muchas <strong>de</strong> las veces nossentimos totalmente <strong>de</strong>sarmados. Esa ella a quien acudimos para sentirnosreconfortados y protegidos bajosu amparo maternal, confiados enla promesa que ella misma hiciera,<strong>de</strong> que en el templo que se le construyeranos prodigaría su amor.Acerquémonos pues a ella y seamoscada día más conscientes <strong>de</strong>lgran amor que nos tiene y que nos manifiesta a cadainstante.CONTEMPLEMOSAhora, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la Palabra <strong>de</strong> Dios iluminemos nuestrotema y <strong>de</strong>jémonos guiar por ella.(Se lee en la Sagrada Escritura la cita bíblica <strong>de</strong> Lc1, 39-56).María <strong>San</strong>tísima, don<strong>de</strong> hay una necesidad se hacepresente y se pone en disponibilidad para consolar yremediar la situación a la que las personas estánhaciendo frente. Es el caso <strong>de</strong> Isabel, que siendo yaanciana, se encuentra embarazada y necesita <strong>de</strong> cuidadosespeciales. María se hace presente y con su solapresencia llena <strong>de</strong> alegría a su prima y al pequeño quellevaba en sus entrañas.Bol-<strong>284</strong>
CUARESMA-PASCUANuestra Patria, en tiempos <strong>de</strong> la Conquista española,también se encontraba en una situación bastanteembarazosa, don<strong>de</strong> no lograba ni el más mínimo <strong>de</strong>una i<strong>de</strong>ntificación en sus habitantes. Estaban siendosometidos a la esclavitud, como en otro tiempo loestuvo el pueblo <strong>de</strong> Israel, en Egipto. Dios sale a suencuentro a través <strong>de</strong> Moisés y <strong>los</strong> libera. Sin dudapor doquier se escuchaban <strong>los</strong> sollozos y el llanto <strong>de</strong>sus hijos, y es entonces cuando Dios sale a su encuentropara liberar<strong>los</strong>, pero a México, a este puebloindígena, le tenía reservada a su propia Madre. María<strong>San</strong>tísima se hace presente en la montaña <strong>de</strong>l Tepeyac,para consolar a sus hijos en la persona <strong>de</strong>l indio <strong>Juan</strong>Diego.Imaginemos un diálogo en el cielo entre Dios y suMadre, en el que le habla <strong>de</strong>l dolor que están viviendosus hijos <strong>de</strong> México y le pi<strong>de</strong> que baje a ver<strong>los</strong>,consolar<strong>los</strong> y enseñarles la Verdad. María, como eldía <strong>de</strong> la Anunciación habría contestado: “He aquí laesclava <strong>de</strong>l Señor”, y presurosa se vino a cumplir contodo su amor la Voluntad <strong>de</strong> Dios.Y María viene a México. No ha hecho nada igualcon ninguna nación, como dijo el Papa BenedictoXIV, en 1758, al ver su imagen y conocer su historia.No fue Moisés el liberador, no fueron <strong>los</strong> apóstolesquienes trajeron la Buena Nueva… fue ella, la Madre<strong>de</strong> Dios. Los mexicanos tenemos una enorme <strong>de</strong>uda<strong>de</strong> gratitud con nuestros antepasados <strong>los</strong> indios, puesfue su dolor, su llanto, su anonadamiento, <strong>los</strong> quemerecieron tan gran<strong>de</strong> favor para México. Si nossentimos felices y muy honrados por las visitas <strong>de</strong><strong>Juan</strong> Pablo II, cuanto más <strong>de</strong>bemos estarlo por lavisita <strong>de</strong> la <strong>San</strong>tísima Virgen al Tepeyac y por habersequedado en su prodigiosa estampa entre nosotros.Nunca se irá. Prometió estar ahí mientras haya mexicanosque la amemos y la invoquemos. Ya podrángloriarse otros países <strong>de</strong> sus maravillas, pirámi<strong>de</strong>s,edificios, logros científicos y culturales, campeonatos<strong>de</strong>portivos, etc., nosotros la tenemos a ella y esoes para enorgullecernos, pero sobre todo para apreciarloy darle gracias a Dios, correspondiendo conamor y viviendo según la Voluntad <strong>de</strong> Dios.MARÍA SANTÍSIMA LE MUESTRA SU AMORA TODOS, PERO DE MANERA ESPECIAL A LOSHUMILDESEs verdad que la <strong>San</strong>tísima Virgen hubiera podidovalerse <strong>de</strong>l Rey <strong>de</strong> España, <strong>de</strong> <strong>los</strong> conquistadores, <strong>de</strong><strong>los</strong> mismos misioneros, pero… no es lo que <strong>de</strong>sea. Dehecho, ya había varios temp<strong>los</strong> <strong>de</strong>dicados a diferentesadvocaciones <strong>de</strong> la <strong>San</strong>tísima Virgen construidospor <strong>los</strong> españoles. Ella necesita que el encargo quetrae lo lleve a cabo el indio, que el templo lo construya<strong>Juan</strong> Diego, el pueblo verá así, restaurada su historia,su antigua regla <strong>de</strong> vida, sólo que encaminada ya enla dirección correcta, buscando al Verda<strong>de</strong>ro Dios ya su <strong>San</strong>tísima Madre. Por eso insiste:“… y mucho te ruego, hijo mío el menor, y conrigor te mando que otra vez vayas mañana a ver alObispo y <strong>de</strong> mi parte hazle saber, hazle oír mi querer,mi voluntad, para que realice, y haga mi templo quele pido. Y bien <strong>de</strong> nuevo dile <strong>de</strong> qué modo yo,personalmente, la siempre Virgen <strong>San</strong>ta María, yo,que soy la Madre <strong>de</strong> Dios, te lo mando”Tenemos aquí una gran lección <strong>de</strong> cómo educar,cómo preparar a nuestros hijos, a <strong>los</strong> empleados, etc.,<strong>Juan</strong> Diego hace un primer intento por obe<strong>de</strong>cer aMaría, pero se da cuenta <strong>de</strong> las dificulta<strong>de</strong>s parallevar a cabo lo que se le pi<strong>de</strong> y, aunque sea con lamejor intención, trata <strong>de</strong> eludir la obligación, noquiere hacer un esfuerzo que consi<strong>de</strong>ra superior a susfuerzas. ¿No escuchamos siempre esto cuando damosuna or<strong>de</strong>n a <strong>los</strong> hijos?, ¿o cuando nos pi<strong>de</strong>n quehagamos algo,- participar en <strong>los</strong> trabajos <strong>de</strong> unaescuela, <strong>de</strong> una junta <strong>de</strong> vecinos-? La respuesta tien<strong>de</strong>a ser “yo no puedo”, “a mi qué”, “a mi no me toca”,“que lo haga otro”, “¿yo por qué?”.Pero <strong>Juan</strong> Diego no se topa con alguien que apoyala pereza, que solapa la <strong>de</strong>sidia y la indiferencia. Ellasabe que aceptar el “no” <strong>de</strong> <strong>Juan</strong> Diego, será fatal paraél. Por eso insiste y por eso le exige. Para que <strong>Juan</strong>Diego, aunque pase trabajos, <strong>de</strong> lo mejor dé sí mismo,salga a<strong>de</strong>lante y se dé cuenta <strong>de</strong> que pue<strong>de</strong> lograr loque se proponga, aunque requiera mucho esfuerzo ygran valentía. María, que es Madre educadora, le pi<strong>de</strong>con amor, pero lo exige con rigor, que vaya a hacer loque ella le manda.¿Para qué buscamos la forma <strong>de</strong> educar en otrolado? La Virgen nos enseña el mejor método. <strong>Juan</strong>Diego, reconfortado, ha logrado superar el miedo, sesiente capaz <strong>de</strong> enfrentar las dificulta<strong>de</strong>s, animadopor la palabra, el aliento <strong>de</strong> la Virgen. Ha recobradosu valor. El pueblo empezará con él a sentirse vivo ylibre nuevamente. Le promete que irá, que no estimapor molesto el camino.“… iré a poner en obra tu voluntad; pero tal vez noseré oído, y si fuere oído, quizás no seré creído”.<strong>Juan</strong> Diego no <strong>de</strong>ja <strong>de</strong> ver la posibilidad <strong>de</strong> que elObispo no le crea; no se le ocultan las dificulta<strong>de</strong>s,pero esto ya no lo <strong>de</strong>sanima. Está dispuesto a todo. Seconvierte voluntariamente en su siervo. Se <strong>de</strong>spi<strong>de</strong>Bol-<strong>284</strong>pág.33