VIDA DIOCESANAYo quiero insistir en la seriedad con que hay quecapacitar a <strong>los</strong> ministros proclamadores <strong>de</strong> la Palabra.Ha sido muy grato el empeño que hemos puesto enpreparar a <strong>los</strong> ministros extraordinarios <strong>de</strong> la Eucaristía,pero hay que caer en la cuenta que la Palabra <strong>de</strong>Dios tiene que merecernos el mismo respeto que elCuerpo <strong>de</strong> Cristo; y así como el Cuerpo <strong>de</strong> Cristo nolo <strong>de</strong>jamos en manos <strong>de</strong> cualquiera para que lodistribuya a <strong>los</strong> <strong>de</strong>más, la Palabra proclamada en laliturgia o en ocasiones más especiales como, repito,las charlas cuaresmales o <strong>de</strong> adviento o semana <strong>de</strong> lafamilia, sí tenemos que <strong>de</strong>jarla en manos <strong>de</strong> quienpueda hacer una verda<strong>de</strong>ra proclamación. Estamosimprovisando con frecuencia lectores o proclamadores<strong>de</strong> la Palabra.En el motu propio “ministeria quaedam” <strong>de</strong>l 15 <strong>de</strong>agosto <strong>de</strong>l ’72, habla este documento <strong>de</strong>l Papa PabloVI <strong>de</strong> <strong>los</strong> ministerios <strong>de</strong>l lectorado y el acolitado quese instituye para <strong>de</strong>rogar lo que hasta entonces sehabía llamado ór<strong>de</strong>nes menores, que eran cuatro.Este documento <strong>de</strong>l Papa Pablo VI dice: “Los ministeriospue<strong>de</strong>n ser confiados a laicos <strong>de</strong> modo que nose consi<strong>de</strong>ran como algo reservado a <strong>los</strong> candidatosal sacramento <strong>de</strong>l or<strong>de</strong>n”.Yo no he entendido por qué un documento <strong>de</strong> hacemás <strong>de</strong> treinta años pareciera no tener aplicación porlo menos en México. El ministerio con toda seriedad<strong>de</strong>l lector, hasta ahora que yo sepa, es confiado alaicos seminaristas que van camino a recibir lasór<strong>de</strong>nes sagradas. Sigue diciendo el documento: “Ellector -no sólo es un proclamador <strong>de</strong> la Palabra oalguien que en ausencia <strong>de</strong>l diácono proponga lasintenciones <strong>de</strong> la oración <strong>de</strong> <strong>los</strong> fieles a toda laasamblea; es algo más- el lector preparará a <strong>los</strong> fielespara recibir dignamente <strong>los</strong> sacramentos. Tambiénpodrá encargarse, cuando sea necesario, <strong>de</strong> la preparación<strong>de</strong> otros fieles a quienes se encomien<strong>de</strong> temporalmentela lectura <strong>de</strong> la Sagrada Escritura en <strong>los</strong>actos litúrgicos”.La Iglesia, pues, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> entonces, está pensandoque no ponemos la Palabra <strong>de</strong> Dios en manos <strong>de</strong>l quellegó a la segunda <strong>de</strong> misa y por lo tanto pue<strong>de</strong> unpoquito ubicar la lectura y darle una repasada. No,que la estamos poniendo en manos <strong>de</strong>l lector otambién en manos <strong>de</strong> algún otro fiel a quien el lector,como parte <strong>de</strong> su ministerio ya se ha preparado paraproclamar temporalmente la Palabra en forma oficial.Finalmente, dice este documento que “la institución<strong>de</strong> lector y acólito, según la venerable tradición<strong>de</strong> la Iglesia, se reserva sólo a <strong>los</strong> varones, pero sípodríamos ver hasta dón<strong>de</strong> varones no orientadosrecibir un día las ór<strong>de</strong>nes sagradas pue<strong>de</strong>n recibir esteministerio y hasta dón<strong>de</strong> mujeres preparadas por elministro oficial instituido, pue<strong>de</strong>n prepararse paraser, no la que lea una lectura, sino la que proclame unaPalabra <strong>de</strong> Dios que ha asimilado y meditado siquieracomo hacemos <strong>los</strong> sacerdotes que sí leemos y meditamosel evangelio <strong>de</strong>l que luego vamos a predicar yle damos un rato, un buen espacio a la meditación <strong>de</strong>la Palabra que luego proclamaremos y en base a lacual haremos una homilía.Dice el lema y el tema <strong>de</strong> la V Conferencia <strong>de</strong>lEpiscopado Latinoamericano a celebrarse el añopróximo: “Para que nuestros pueb<strong>los</strong> tengan vida enEl”. Sin duda que nos hemos encontrado con Cristoen la Eucaristía y en la Palabra en estos años anteriores.Y también <strong>de</strong>s<strong>de</strong> siempre, yo creo que en elprimer plan <strong>de</strong> pastoral o en tercero queda consignadoy hay un equipo. Des<strong>de</strong> siempre hemos volteadohacia <strong>los</strong> pobres como un lugar privilegiado <strong>de</strong> lapresencia <strong>de</strong> Cristo. Para que nuestros pueb<strong>los</strong> tenganvida en Él, hará falta seguir profundizando en laPalabra <strong>de</strong> Dios y celebrando con más sentido laEucaristía, pero también potenciar y organizar cadavez más eficazmente con verda<strong>de</strong>ra mística el servicioal pobre con quien <strong>de</strong> manera especial se i<strong>de</strong>ntificaCristo. Creo yo que también sirviendo al pobrepo<strong>de</strong>mos tener vida abundante, po<strong>de</strong>mos dinamizarmás nuestra pastoral.El documento <strong>de</strong> participación para la V ConferenciaGeneral Episcopal Latinoamericana en el número85, señala: “Todos <strong>los</strong> discípu<strong>los</strong> fueron llamadosa permanecer en el amor <strong>de</strong> Cristo, <strong>de</strong> maneraespecial en su amor misericordioso y preferencial por<strong>los</strong> más pobres y necesitados, <strong>de</strong>stinatarios privilegiados<strong>de</strong> la evangelización”. Y luego comenta elmismo número 85: “Esto es signo <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntidad ycredibilidad <strong>de</strong>l discípulo <strong>de</strong> Cristo”. En este añoguadalupano, vamos a contemplar a María <strong>de</strong>Guadalupe como perfecta discípula, mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> evangelizacióninculturada, y a ella la contemplamosadaptándose al pobre, al indígena y hablándole <strong>de</strong>manera dulce y cortés en su mismo idioma, y llamándolecomo <strong>los</strong> mexicanos, con el diminutivo.Hay que ver si en <strong>los</strong> pobres seguimos encontrandoa Cristo como un lugar privilegiado don<strong>de</strong> Él seencuentra, y en esto hay que medir la autenticidad <strong>de</strong>nuestras celebraciones Eucarísticas. El querido Papa<strong>Juan</strong> Pablo II en la exhortación apostólica Mannenobiscum (Permanece con nosotros) en el número28, nos insiste en que vayamos al servicio <strong>de</strong> <strong>los</strong>pág.78Bol-<strong>284</strong>
VIDA DIOCESANAúltimos, así en todo este número, y dice: “No po<strong>de</strong>moshacernos ilusiones; por el amor mutuo y enparticular por atención a <strong>los</strong> más necesitados, se nosreconocerá como verda<strong>de</strong>ros discípu<strong>los</strong> <strong>de</strong> Cristo. Enbase a ese criterio se comprobará la autenticidad <strong>de</strong>nuestras celebraciones Eucarísticas”. Para mí, auténticoes el que es sincero, honesto, acepta la verdadhasta sus últimas consecuencias.Si hemos <strong>de</strong> ser Constructores <strong>de</strong> un México queprogrese más por caminos <strong>de</strong> justicia y <strong>de</strong> paz, y si lapaz -como nos ha señalado el Papa- tiene que fundamentarseen la verdad, hay que hacer más verda<strong>de</strong>rasy más auténticas nuestras celebraciones Eucarísticas,yendo “<strong>de</strong>l encuentro con Cristo -como <strong>de</strong>cimos <strong>los</strong>obispos en la carta pastoral <strong>de</strong> 2000- a la solidaridadcon todos”.Finalmente, estamos en esta etapa última <strong>de</strong>l proceso<strong>de</strong> planeación hacia el IV plan diocesano <strong>de</strong>pastoral, y esta etapa que, creo pue<strong>de</strong> ser todo esteaño, será <strong>de</strong> transición, aunque el plan estuviera enpróximos meses (dos, tres) promulgado, en esta etapa,yo pediría a todos trabajar con mucha creatividadporque ni antes, ni hoy, a nadie nos es lícito permanecerociosos.Yo creo que es una etapa ésta <strong>de</strong> la transición <strong>de</strong>ltercero al cuarto plan, y en alguna forma el horariopropuesto para este consejo nos lo sugiere. Vamos ahablar <strong>de</strong> políticas y estrategias <strong>de</strong>rivadas <strong>de</strong> unobjetivo en el que ya hemos coincidido; vamos aatacar el nuevo organigrama en todo el proceso <strong>de</strong>planeación que sigue, porque no po<strong>de</strong>mos vaciarvino nuevo en odres viejos; y vamos también, tal vez,a avocarnos en la necesidad <strong>de</strong> <strong>los</strong> marcos específicos<strong>de</strong> cada comisión o equipo, o como se le llame en elsiguiente organigrama.Yo creo que si va a cambiar el organigrama, comoya hemos venido iniciando este trabajo, las funcionespermanecen. O sea, es reorganizarnos <strong>de</strong> un modomás acor<strong>de</strong> al momento y a una realidad que entretodos ya analizamos. Y es que hay funciones que nopue<strong>de</strong>n <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> existir.Yo siento que <strong>los</strong> relevos en las funciones -merefiero a <strong>los</strong> directivos <strong>de</strong> equipos o áreas o comisiones-se irán dando a lo largo <strong>de</strong>l año aunque elorganigrama haya un momento en que hay que aprobarloy publicarlo. Yo invito a todos <strong>los</strong> que somoscomo más “gerentes” <strong>de</strong> la pastoral orgánica y quehagamos otro tanto con las bases <strong>de</strong>l <strong>de</strong>canato, laparroquia y equipos, que no actuemos como en lavida política vayamos a ver tal vez este año: Se da unBol-<strong>284</strong>relevo <strong>de</strong> una persona, <strong>de</strong> un partido a otro en elpo<strong>de</strong>r, y pareciera que alguien no busca ningunaconexión ni intercambio entre el que entra y el quesale. Eso se exigiría por el bien <strong>de</strong>l pueblo <strong>de</strong>l cualsomos servidores.Digo esto porque ha sucedido alguna vez tambiénentre sacerdotes, y yo lo reconozco como sacerdoteque soy, y que tal vez he cometido el error; pue<strong>de</strong><strong>de</strong>jar la parroquia, o la cuasi-parroquia, la coordinación<strong>de</strong> la comisión o <strong>de</strong>l equipo <strong>de</strong> pastoral que letocaba, sin darle la <strong>de</strong>bida importancia a este momento<strong>de</strong>l relevo, en el sentido <strong>de</strong> intercambiar oportunainformación, transmitir al que sigue la experienciapara que le suceda en el oficio ubicándose en dón<strong>de</strong>vamos para ver enseguida qué nos toca hacer.A<strong>de</strong>más <strong>de</strong> buscar el relevo a<strong>de</strong>cuado en estaetapa <strong>de</strong> transición, yo quiero pedir a <strong>los</strong> actualesresponsables <strong>de</strong> equipo y tareas, a quienes en seguidavayan a ser responsables <strong>de</strong> área, o <strong>de</strong> vocalía, o <strong>de</strong>equipo, que aseguremos todos una eficaz interlocucióncon otras instancias supradiocesanas. Que cada quienasegure una interlocución ágil y eficaz, con nuestroshomólogos en otras instancias a nivel internacional,a nivel <strong>de</strong> América Latina, a nivel nacional y luego anivel provincial. Se va a potenciar mucho este nivelprovincial -como ya hemos dicho- como espacio <strong>de</strong>comunión entre Iglesias que conformamos una solaprovincia. Pues que aunque se vaya dando el relevo<strong>de</strong> un organigrama a otro, quien en ese momentotenga <strong>de</strong>terminada encomienda, tenga también muyclaro con quién le toca estar en una interlocuciónoportuna, frecuente en <strong>los</strong> niveles provinciales onacionales o supranacionales.Con esta intervención, agra<strong>de</strong>zco a todos, <strong>de</strong> nuevo,la participación y ponemos nuestros dos días <strong>de</strong>consejo, que serán muy provechosos, en las manos <strong>de</strong>Dios y bajo la intercesión <strong>de</strong> Nuestra Señora laVirgen María.Al concluir su mensaje, se le preguntó al Sr.Obispo que si sería posible ir enlistando en las parroquiasa las personas que podrían ser proclamadores<strong>de</strong> la Palabra <strong>de</strong> Dios, sin llegar a ser ahora todavía unministerio, porque es difícil que ordinariamente seacepten, para irles dando una preparación. Contestó:A mí me parece muy a<strong>de</strong>cuado lo que sugieres ycreo yo que, si apelamos a nuestra propia experiencia,sí vemos que en la asamblea es distinta la reaccióncuando hay un verda<strong>de</strong>ro proclamador, que sí <strong>los</strong>tenemos también -quizá no <strong>los</strong> tengamos en númerosuficiente-. Cuando hay un verda<strong>de</strong>ro proclamadorpág.79