284 - Diócesis de San Juan de los Lagos

CUARESMA-PASCUApág.60DÍA CINCO O 12 DE MAYO“DIOS TOMA LA INICIATIVADE NUESTRA SALVACIÓN”Bienvenida y canto inicialUbicación.- Hemos estado viendo en las sesiones anterioresel misterio infinito de Dios; hemos contemplado quelas Tres Divinas Personas existen por Sí mismas, son amoreterno, han creado todo, y nos han llamado a existir comomiembros de su familia. Sin embargo, al damos la libertad,sabían que podíamos no responder a su llamamiento a lasantidad y que podríamos pecar. Hoy consideraremoscómo, por Su infinito amor, y no obstante nuestros pecados,nos siguen llamando a participar de Su vida divina y deSu gloria infinita.Toda la historia nos muestra a un Dios Bondadoso que vasiempre delante de nosotros para manifestarnos su amor yprovidencia. El se anticipa para ofrecernos Su alianzaamorosa y la reconciliación que nos devuelve a nuestradignidad de miembros de su familia. Así lo constatamosdesde el pecado de nuestros primero padres (Gén3) hastaahora. Vemos cómo ha llamado a Moisés, a David, a losprofetas, a todo el pueblo de Israel con los casos mássublimes y fuertes de Juan Bautista, los Apóstoles, SanPablo y tantísimos más por no decir que nos ha llamado atodos, como lo sabemos.El Acontecimiento Guadalupano, con María de Guadalupecomo gran protagonista, nos viene a confirmar lo mismo: Diosestá al pendiente de nosotros porque nos ama y por eso laenvió , para traernos consuelo, amparo, refugio, comprensión,compasión, como Ella misma lo dice y lo ha realizado asídurante la historia de México, de América y del Mundo.Pidámosle a María, Madre del Verdaderísimo Dios porquien vivimos y por quien hemos sido llamados a sermiembros santos de su familia, que nos eduque en estagran realidad y nos enseñe a ser agradecidos y fieles comoElla lo ha sido siempre.Invitamos hoya los Apóstoles San Felipe y Santiago elMenor, a quienes celebramos el 4 de mayo, y al Apóstol SanMatías, a quien celebramos el día 14, para que nos acompañeny apoyen para llevar a todos a descubrir el gran plande Dios para salvarnos y glorificarnos.Puntos para meditar o Rosario del díaPrimera consideraciónEl Padre no amó primero y nos envió a su Hijo paranuestra salvación (1 Jn 4, 10 y 19)El Padre tiene la iniciativa y no quiere que nos perdamos,por eso nos ha mandado a Jesús y así podemos comprendercuánto nos ha amado. Y nos lo da con todo su amorpersonal, como dice Nuestra Madre en el Tepeyac (N.M.28) Gocemos de esta sublime realidad mientras rezamos.Segunda consideraciónEl Padre nos da a Jesús como su señal, como el Caminoque hemos de seguir para poder salvarnos (Jn 14, 6. 9)Cristo es el Señor, el Mesías enviado por el Padre paraque todos tengamos la abundancia de vida eterna graciasa El. De su plenitud recibimos, gracia sobre gracia. El, elHijo de María, es el Salvador; Ella, como su Hijo amado,trabaja por nuestra salvación junto con El. A Ellos clamamos,a Ellos los buscamos, en Ellos confiamos para llegara la gloria (N.M. 29-32).Tercera consideraciónEl Padre nos muestra su misericordia por medio de Jesúsy por El nos salva (Jn 1,14 y 3, 16).Jesús es como la transparencia del Padre. El dice “quienme ve a mí ve al Padre” (Jn 14, 9). Todo ese amormisericordioso, todo el poder del Padre nos lo trasmiteJesús como amor misericordioso. Y como Amor MisericordiosoSalvador. Todo el evangelio es un poema a lamisericordia infinita de Dios. Podemos recordar muchoshechos y parábolas de Jesús que lo demuestran. María,nuestra Madre, es la Gran Testigo y promotora de esteamor misericordioso. Ella sí que sabe cantar las misericordiasdel Todo- Amor. Pidámosle que nos descubra su amorcomo a Juan Diego: “Es poco lo que te afligió, lo que teespantó; que no se aflija tu rostro, tu corazón ¿No estoy yoaquí que soy tu Madre? No temas... ¿No soy la fuente detu alegría...?” (N.M. 118 y 119)Cuarta consideraciónJesús ha venido a compartir nuestras tristezas, paracurar y remediar todas nuestras penas, miserias y dolores(N.M. 32) (Hb. 4, 14-16)La Segunda Persona de la Santísima Trinidad, Diosmismo como el Padre y el Espíritu Santo ha querido tomarnuestra naturaleza y ser como nosotros en todo menos enel pecado. Compadecido al máximo por nosotros quisoponer su casa y habitar entre nosotros. ¡Cómo agradecerlea Jesús este amor infinito y solidario por nosotros! ¡Pidámoslea María, Nuestra Madre del Tepeyac, que Ella, queconoce bien nuestras penas y dolores, nos ayude a sersolidarios con otros, como Ella misma y Jesús han sidosolidarios con nosotros. Esto podrá acercar la salvación delSeñor a algunos hermanos nuestros.Quinta consideraciónEl Padre y el Hijo nos envían al Espíritu Santo para quepodamos ir haciendo con Ella salvación (Hech. 4, 5-12).La obra de Dios es siempre de las Tres Divinas Personas,siempre actúan unidas, no pueden estar independizadasentre sí. Jesús prometió a la Iglesia que no nos abandonaríay que mandaría al Espíritu Santo. Y antes de subir a lagloria les dijo que esperaran la Fuerza y Consolación de loalto en la ciudad de Jerusalén. Allí llegó, en Pentecostés,estando María con los apóstoles y discípulos y discípulasdel Señor. Experimentado esto, toda la Iglesia reconoceque el Espíritu Santo, en adelante, será muy apoyado porMaría, la Madre de todos los creyentes. Así sucede enMéxico: María le da el encargo a Juan Diego de que lleveel mensaje al obispo para que le construyan su casa. Desdeentonces Ella nos atiende allí para seguir cumpliendo elplan de Dios (N.M. 32-38 y 5862).Lecturas Bíblicas y comentarios: Col1, 9-20; Rom. 8, 28-39 y las del texto.Oraciones complementarias y letanías. Acuerdos, Oraciónfinal y Consigna.- Guía: ¡CON MARIA, NUESTRAMADRE, VIVIMOS PLENAMENTE EL TERCER MILENIO!Todos: ¡ELLA NOS ACOMPAÑARA A CONSTRUIR LACIVILlZACIÓN DEL AMOR!Canto final y Despedida.Bol-284