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CUARESMA-PASCUADÍA ONCE O 12 DE NOVIEMBRE“LA VIRGEN MARÍA,POR VOLUNTAD DE DIOS,ES NUESTRA AMOROSA MADRE”Bienvenida y Canto inicial.Ubicación.- Durante <strong>los</strong> días pasados -o <strong>los</strong> días 12<strong>de</strong> meses pasados- hemos estado profundizando sobredistintos aspectos <strong>de</strong>l Acontecimiento Guadalupano paraconocer más a fondo su significado internacional. Hoynos <strong>de</strong>tendremos en algo central y muy consolador: Diosenvió a María a América en el momento en que lamayoría <strong>de</strong> sus pobladores estaban <strong>de</strong>solados ante <strong>los</strong>efectos <strong>de</strong> la conquista española y portuguesa. Él, compa<strong>de</strong>cidoy siguiendo su Plan <strong>de</strong> Salvación universal,envía a María como Madre <strong>de</strong> todos para consolar,sanar, <strong>de</strong>volver la esperanza a sus hijos como lo hacenlas buenas mamás. Ella ha venido a ejercer <strong>de</strong> unamanera maravil<strong>los</strong>a su especial maternidad espiritualsobre esos hijos suyos tan <strong>de</strong>salentados ante la realidadque se les iba imponiendo. Alabemos a Dios que así lo<strong>de</strong>cidió, y a María, que ha manifestado su amor maternoa tantas generaciones <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el Tepeyac y que hemosdisfrutado nosotros mismos con su ternura, amor, compasión,auxilio y <strong>de</strong>fensa que nos ha dado a todos y que secomprometió a darnos cuando así se lo dijo a <strong>Juan</strong>Diego: “Soy su piadosa Madre compasiva. “ tuya y <strong>de</strong>todos <strong>los</strong> habitantes <strong>de</strong> estas tierras y <strong>de</strong> cuantos en míconfíen…” (N .M. 29 y 31).Nos acompañará este día el apóstol <strong>San</strong> Andrés,hermano <strong>de</strong> <strong>San</strong> Pedro, gran misionero en Asia Menor,para que nos ayu<strong>de</strong> a dar testimonio <strong>de</strong> Jesús como él,invitamos a todos <strong>los</strong> santos, ya que el 1° <strong>de</strong> noviembre<strong>los</strong> festejamos a todos. Hoy, día once, estamos envísperas <strong>de</strong> la gran fiesta <strong>de</strong> Nuestra Madre. El<strong>los</strong> nosayudarán a festejarla como se merece. A <strong>San</strong> Andrés locelebramos el día 30 <strong>de</strong> noviembre.Puntos para meditar o Rosario <strong>de</strong>l día.Primera consi<strong>de</strong>raciónMaría conoce a cada uno y se preocupa por nosotros(N.M.23, 91 y 120).Cuando María se le presenta a <strong>Juan</strong> Diego porprimera vez, lo llama por su nombre, le pregunta cómoestá y le da referencias concretas posteriormente sobreel obispo Zumárraga y el tío <strong>Juan</strong> Bernardino; eso nosestá hablando <strong>de</strong>l conocimiento y preocupación quetiene Nuestra Madre <strong>San</strong>tísima por cada uno.Agra<strong>de</strong>zcámosle a Dios que nos la haya dado comoMadre y a Ella que nos tenga en su Corazón.Segunda consi<strong>de</strong>raciónMaría conoce nuestras miserias, penas y dolores yviene a remediarlas (N.M. 32, 53-56; 9, 4-96; 118 y 200-2003).Nuestra Madre, como las buenas mamás, no esconformista, no pue<strong>de</strong> aceptar que sus hijos estén mal;Ella sale al encuentro oportuno para llenar <strong>de</strong> vida a sushijos. Así lo hizo con Jesús todo el tiempo que vivieronjuntos, en sus recorridos apostólicos y en la cruz. Confiémoslenuestras penas y Ella nos aten<strong>de</strong>rá muy bien.Tercera consi<strong>de</strong>raciónMaría siempre está cercana a todos y lo muestra <strong>de</strong>manera especial en el Tepeyac (15, 27 -29; 32-33,47-48;93; 103-107; 212-216).Toda mamá quiere estar cerca <strong>de</strong> sus hijos, y más siestán en algún problema o angustia ¡Cuánto más NuestraMadre celestial que conoce la profundidad <strong>de</strong> nuestroscorazones y <strong>de</strong> nuestras penas! Siempre la sentiremoscercana como lo constató <strong>Juan</strong> Diego y comonosotros mismos lo hemos experimentado, y muy enconcreto, en el Tepeyac.Cuando él regresa <strong>de</strong> la primera entrevista con elobispo ya Ella lo está esperando; cuando va presuroso aconseguir un sacerdote para su tío <strong>Juan</strong> Bernardino, Ellale sale al paso para manifestarle su amor y cercanía.Cuando ahora vamos miles y miles a la Basílica <strong>de</strong>lTepeyac a todos nos atien<strong>de</strong> y escucha como a <strong>Juan</strong>Diego. Reconozcamos esta cercanía que siempre buscatener con nosotros y agra<strong>de</strong>zcámoselaCuarta consi<strong>de</strong>raciónMaría nos ama cariñosa y piadosamente a cada uno<strong>de</strong> nosotros (N.M. 29-31,118-119).La frase más bella <strong>de</strong> Nuestra Madre a <strong>Juan</strong> Diego esla que hoy nos dice a cada uno; escuchémosla con todonuestro corazón: .. “¿No estoy yo aquí, que soy tuMadre? ¿No estás bajo mi sombra y resguardo? ¿No soyyo la fuente <strong>de</strong> tu alegría? ¿No estás en el hueco <strong>de</strong> mimanto, en el cruce <strong>de</strong> mis brazos? ¿Tienes necesidad <strong>de</strong>alguna otra cosa...?”Quinta consi<strong>de</strong>raciónMaría manifiesta su maternidad espiritual a todos <strong>de</strong>una manera especial en el Tepeyac (N.M. 26-33; 21 2 -21 8).Es notable la afluencia diaria <strong>de</strong> personas al Tepeyac;pero lo mas notable es que son <strong>de</strong> muchísimos países ymuchos coinci<strong>de</strong>n en <strong>de</strong>cir que allí se experimenta lapresencia amorosa <strong>de</strong> Nuestra Madre celestial. ¡Cuántaspersonas hemos conocido <strong>de</strong> distintos países que ensus viajes internacionales pasan por México para ver a laMorenita o para cumplirle las mandas o promesas que lehan hecho <strong>de</strong> visitarla personalmente en el Tepeyac. Loque le dijo Jesús a <strong>San</strong> <strong>Juan</strong> evangelista al pie <strong>de</strong> la cruzlo sigue diciendo a diario a cada uno <strong>de</strong> <strong>los</strong> que vamoscon Ella: “Ahí tienes a tu Madre (Jn 19, 27)y le dice a Ella:Ahí tienes a todos estos hijos tuyos, mis hermanos, paraque <strong>los</strong> atiendas... Y Ella nos dice: “Hagan lo que El lesdiga” (Jn 2,5). Sí, Dios la envió para poner e su casa enesta tierra y tenemos la dicha <strong>de</strong> que sea en nuestratierra… mientras estamos esperando la gloriosa venida<strong>de</strong> Nuestro Salvador, Jesucristo, como <strong>de</strong>cimos en laMisa todos <strong>los</strong> días. Gocemos estos rega<strong>los</strong> <strong>de</strong> Dios y <strong>de</strong>María.Lecturas Bíblicas y comentarios: Mt 11,28.30; Mc 1,pág.68Bol-<strong>284</strong>