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Antología de la No-violencia II - codhem

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telolco – 14 <strong>de</strong> febrero <strong>de</strong> 1967. Con el fi n <strong>de</strong> que el Tratado <strong>de</strong> T<strong>la</strong>telolco se cumpliera,se integró un organismo internacional <strong>de</strong>nominado Organismo Para <strong>la</strong> Proscripción <strong>de</strong><strong>la</strong>s Armas Nucleares en <strong>la</strong> América Latina (OPANAL).RELIGIÓN Y NO-VIOLENCIALos cuáquerosSu nombre real es Sociedad <strong>de</strong> los hermanos, fundada en 1650. Durante estos 400años <strong>de</strong> historia han mantenido que <strong>la</strong> enseñanza y el espíritu <strong>de</strong> Jesucristo por el quecreen ser guiados, conduce al rechazo <strong>de</strong> <strong>la</strong> guerra en cualquier circunstancia seacomo medio <strong>de</strong> <strong>de</strong>fensa, sea como medio <strong>de</strong> promoción <strong>de</strong> <strong>la</strong> justicia. Están convencidos<strong>de</strong> que <strong>la</strong> guerra es un mal en sí misma y un error ante los ojos <strong>de</strong> Dios. Disienten<strong>de</strong>l juicio <strong>de</strong> Agustín (<strong>de</strong> Hipona) y <strong>de</strong> <strong>la</strong> Iglesia ofi cial y niegan que pueda existir algocomo <strong>la</strong> “guerra justa”. Creen que es posible para los miembros <strong>de</strong> <strong>la</strong> Iglesia jugar unaacción en los asuntos <strong>de</strong>l estado y <strong>de</strong> esta forma impulsan el estado a adoptar los caminospacífi cos (o no-violentos) <strong>de</strong> <strong>la</strong> Iglesia (O.P.Jaggi. Religion, practice and scienceof non-violence, New Delhi, Munshiram Manohar<strong>la</strong>l, 1974, pp. 42-44).LÉXICO DE LA NO-VIOLENCIAMiedoLa acción no-violenta conduce a menudo a bajar en <strong>la</strong> calle para manifestar públicamente<strong>la</strong> voluntad <strong>de</strong> luchar contra lo inaceptable (ver a continuación). Comportaentonces el riesgo <strong>de</strong> una confrontación directa, física, con los que están igualmenteen <strong>la</strong> calle. Para actuar se <strong>de</strong>be afrontar al otro, a los otros, a todos los otros. Y esteafrontamiento produce miedo.La acción no-violenta exige que sobrepasemos los miedos que nos paralizan. Parasuperarlos, en primer lugar <strong>de</strong>bemos po<strong>de</strong>r <strong>de</strong>cirlos, <strong>de</strong>cirlos a nosotros mismos y <strong>de</strong>cirlosa los otros y que podamos igualmente escuchar los miedos <strong>de</strong> los otros. Hay quecrear los lugares en don<strong>de</strong> po<strong>de</strong>mos expresar conjuntamente nuestros miedos. Así podremossobrepasarlos mejor conjuntamente. Pero fi nalmente es en <strong>la</strong> acción conjuntadon<strong>de</strong> podremos tener <strong>la</strong> seguridad <strong>de</strong> que los hemos sobrepasado (Jean-Marie Müller,Lexique <strong>de</strong> <strong>la</strong> non-violence, p. 68-69).EL APRENDIZAJE A LA ACCIÓN NO-VIOLENTASiguiendo lo que Müller nos indica tomemos <strong>de</strong> nuevo <strong>la</strong> última oración: en <strong>la</strong> acciónsabremos si hemos superado el miedo. La no-<strong>violencia</strong> no se educa con pa<strong>la</strong>bras seanéstas <strong>de</strong> lí<strong>de</strong>res o <strong>de</strong> maestros sino en <strong>la</strong> acción. Mientras sigamos siendo espectadores<strong>de</strong> <strong>la</strong> injusticia o, peor aún ignorantes <strong>de</strong> <strong>la</strong> injusticia, difícilmente seremos no-vio-32

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