Antología de la No-violencia II - codhem

Si el maestro ahora sí reconoce su falta, puede negociar y los no-violentos aceptanla negociación como medio de resolución de confl icto. No se acepta la renuncia, ni elchantaje. Se busca el diálogo.Otra acción posible, en vez de la “manifestación” de todos los alumnos, pueden imaginarseotras soluciones al callejón sin salida aparente. Los alumnos pueden organizarsepara dar entre ellos mismos la materia defi ciente y desconocer al maestro. Otra seríavoltear las sillas y dar la espalda al maestro hasta que dé su clase como debe ser ohasta que acepte dialogar con los alumnos.Veamos los benefi cios que se obtienen en una acción bien llevada en la que esencialmenteno se humilla al otro.Se fortalece la fe en la propia fuerza de la mente; fuerza de la no-violencia. Esta concienciase abre sólo con el entrenamiento, es decir con la práctica.Confi ar en esta fuerza (es decir, no recurrir a una autoridad, como ya se comentó antes);debilitaría la fuerza de la mente.La desesperación puede invadir los corazones. Caer en la trampa del “es imposiblecon este hombre” “Nunca nos hará caso” y muchas otras. Tener claro que siempre hayotra opción.En los seudo diálogos que sostenemos, se pierde mucho tiempo. El taller lo hizo patente.Si el otro no quiere dialogar, se cambia de táctica, se eleva el nivel de presión (lapresión o la coacción son facetas de la lucha no violenta. Ser no-violento de nuevo noes ser pasivo, sino actuar y muchas veces sufrir en estas acciones. No se “platica” conel “delincuente” (comerciante ladrón, mal maestro, u otro), se “exige”, porque se estáen el derecho, y se dialoga.Antes de emprender una acción de más alto nivel (“armas” más pesadas, diría Gandhi)conviene recurrir a un mediador. La mediación es uno de los momentos importantesen la acción no-violenta. El mediador debe ser una persona capacitada para ello. Si nopodría complicar más el problema.La idea del boicot es muy buena. Es decir, no acatar las órdenes de quien actúa fuerade la justicia. Para tener éxito se requiere la totalidad (o casi) de los participantes, nosiempre fácil de obtener. Demanda tiempo. Aquí nos acordamos del gran boicot deCésar Chávez que consistió en no comprar uvas por tiempo indefi nido. En pocos díasse tiene respuesta y se dialoga. Nadie resiste un verdadero boicot.Dentro de la táctica adoptada se manejará una cantidad de informaciones desde lahistoria del caso hasta las sugerencias de solución. Esta información recabada debe78