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PrólogoCon la publicación de la adaptación españolade las Escalas de desarrollo <strong>Merrill</strong>-<strong>Palmer</strong> revisadas(MP-R) se pone a disposición de los psicólogosy pedagogos de habla hispana un potente ycompleto instrumento para evaluar globalmenteel desarrollo infantil. Esta obra es la culminaciónde un proyecto de casi 4 años de intenso trabajode adaptación y tipificación y supone una importanteaportación al repertorio de las pruebas deque disponen los profesionales para realizar lacompleja tarea de evaluar las aptitudes del niñodesde su nacimiento.Desde su aparición en 1931, las Escalas dedesarrollo <strong>Merrill</strong>-<strong>Palmer</strong> han gozado de un granprestigio y aceptación entre los profesionales dedicadosa la evaluación infantil debido a su planteamientoinnovador y a su utilidad en poblaciones especiales.Su desarrollo original tuvo lugar en unaépoca marcada por grandes avances en la Psicologíay, más particularmente, en la evaluación psicológica.A comienzos del siglo XX se publicó la escalaBinet-Simon (1905), que pronto llegaría a los EstadosUnidos y serviría de punto de partida para eldesarrollo de otras pruebas, como la escala Stanford-Binet(Terman, 1916), que influirían decisivamenteen el desarrollo de la evaluación psicológicadurante décadas. Además, el ámbito de la psicologíaevolutiva atravesaba un periodo convulso. Losplanteamientos eugenésicos, defendidos por el propioTerman, promulgaban el uso de pruebas deevaluación de la inteligencia y otras aptitudes paraidentificar a los niños mejor y peor dotados parapoder concentrar los esfuerzos educativos en aquelloscon más probabilidades de éxito. Mientras, unacorriente bien distinta de psicólogos y educadorestrabajaba en la identificación de los niños con retrasoso discapacidades para tratar de ofrecerles losrecursos e intervenciones que les permitierandesarrollarse lo más adecuadamente posible. Esteinterés por promover un adecuado desarrollo intelectual,social y emocional del niño impulsó desdecomienzos del siglo XX un buen número de estudiosencaminados a comprender mejor la secuencianormal del desarrollo infantil para tratar así deidentificar las posibles desviaciones o retrasos. Eneste sentido, los trabajos de Gesell durante la décadade los años 20 del siglo pasado fueron muy influyentes,ya que proporcionaron un conjunto de descripcionespormenorizadas de la secuencia ordenadade maduración de las habilidades motrices,lingüísticas y sociales desde el nacimiento. No obstante,los psicólogos evolutivos, y particularmentelos que tenían una fuerte orientación psicométrica,criticaron la subjetividad y la mala tipificación de lasdescripciones y apostaron por la elaboración depruebas con unas mejores propiedades para evaluarel desarrollo, en la línea de lo que se estaba haciendopara evaluar las capacidades intelectuales.En este contexto, la publicación de las Escalas dedesarrollo <strong>Merrill</strong>-<strong>Palmer</strong> en 1931 (<strong>Merrill</strong>-<strong>Palmer</strong>scales of mental tests; Stutsman, 1931), bajo el auspiciodel Instituto <strong>Merrill</strong>-<strong>Palmer</strong>, constituyó una delas contribuciones más relevantes y prometedorasen el ámbito de la evaluación del desarrollo, comodemuestra su prolongado y extendido uso. La naturalezaparticipativa y activa de las pruebas incluidasen las Escalas de desarrollo <strong>Merrill</strong>-<strong>Palmer</strong> y su menorénfasis en el lenguaje expresivo las hacían idóneaspara la evaluación de niños con un dominiolimitado del idioma, con trastornos de la comunicacióno para valorar su inclusión en programas deEducación Especial. Su uso se extendió rápidamenteen los Estados Unidos de América, particularmentepara evaluar a niños con discapacidades opertenecientes a colectivos desfavorecidos, y hansido utilizadas extensamente durante décadas en susdiferentes versiones y ampliaciones.Durante las últimas dos décadas, la evaluacióndel desarrollo infantil ha suscitado un renovado interésdebido a su importancia en la detección precozde las discapacidades intelectuales, los trastornosdel desarrollo o el autismo. La implantación deplanes de detección e intervención temprana de estostrastornos se ha extendido en muchos países, loque ha ido acompañado del desarrollo de leyes ynormativas que regulan los criterios de evaluación,15