ensayo, "El otro método" (1818). Ambos textos terminaron confluyendo, para darlugar, hacia 1820, al "Método común de meditación". Siguiendo sus pautas hanorado los y <strong>la</strong>s marianistas durante muchos años, por lo que todos le reconocemosun papel importante en <strong>la</strong> historia de nuestra pedagogía orante.1341. "Entra en tu cuarto y cierra <strong>la</strong> puerta" (Preparación)1. Cuida el clima del díaEntra por el camino de "los cinco silencios", para disponerte a <strong>la</strong> escucha y a <strong>la</strong>interioridad ("espíritu de María" y "espíritu de fe" son sinónimos, para elFundador, de "espíritu de oración"). Hazte consciente de <strong>la</strong> presencia de Dios a lo<strong>la</strong>rgo de <strong>la</strong> jornada. Vive el aquí y el ahora. Asume <strong>la</strong> realidad de todo comosacramento del espíritu. Si puede ser, reserva un tiempo de lectura espiritual.2. Dedica un pequeño momento a preparar tu rato de oraciónElige el texto bíblico o el asunto de tu oración.3. Entra en <strong>la</strong> oración haciendo silencioÁbrete al Espíritu Santo y pídele que venga en tu ayuda como luz para <strong>la</strong> fe yfuerza para el amor. Toma conciencia del destinatario de tu oración: el Padre. Eressu criatura, su imagen. Eres de él y para él. Recuerda cuál es el camino para llegar:Jesucristo. Todo lo haces a través de Jesús, por Jesús. Eres hijo en el Hijo. Tuoración de hoy descansa y se alimenta de esta re<strong>la</strong>ción de amor con <strong>la</strong> Trinidad.Haz un sitio a María, junto a ti. Siente su cercanía de madre, modelo de creyentese intercesora.2. "Ora a tu Padre, que está en lo escondido" (Cuerpo de <strong>la</strong> oración)1. Ábrete a <strong>la</strong> verdad de Dios y del Reino ("Consideraciones")Dedica el primero momento a una reflexión sencil<strong>la</strong> sobre el texto o el temaelegido. Pide luz para comprender <strong>la</strong> verdad del misterio reve<strong>la</strong>do. Pide poder orarcon el "espíritu de María" o "espíritu interior". Este momento de consideracioneses "poner a Jesús ante los ojos": lo más importante de <strong>la</strong>s verdades de fe estácondensado en <strong>la</strong> persona de Jesús. De ahí que debamos comenzar escuchando suspa<strong>la</strong>bras, que están en el Evangelio, o en lo que el Espíritu suscita hoy en elcorazón de los creyentes, y en los signos del tiempo presente. Miramos su personareve<strong>la</strong>da en <strong>la</strong> Escritura, y presente misteriosamente en el sacramento de <strong>la</strong>eucaristía o en el sacramento del cuerpo místico: el hermano, sobre todo el quesufre, el débil, el pobre. Y aunque en esta consideración no llegues del todo aentender, no te inquietes, permanece a <strong>la</strong> escucha. «Esto no entiendo como es, y noentenderlo me hace gran regalo [...]. Cuando el Señor quiere darlo a entender, suMajestad lo hace sin trabajo nuestro» (Santa Teresa de Jesús, Meditaciones sobrelos Cantares, 1,1 ).2. Deja que él te ame y hab<strong>la</strong> tú al amor ("Afectos" )
En un segundo momento, deja que <strong>la</strong> verdad de lo considerado se haga motivode amor. Agradece, a<strong>la</strong>ba, pide, intercede. El "espíritu de fe", que esverdaderamente el "espíritu de María", te ha hecho considerar todo desde Dios,desde <strong>la</strong> perspectiva del Evangelio. Por eso <strong>la</strong>s "consideraciones" de nuestrométodo de oración no son sino "miradas de fe". Pero ahora esa mirada se convierteen ejercicio de amor: creemos con <strong>la</strong> "fe del corazón", que nos hace amar lo que secree y a aquél en quien se cree. Este momento de <strong>la</strong> meditación es "poner a Jesúsen el corazón". Ya no es un texto o una verdad lo que te hace orar. Ahora elEspíritu te lleva al encuentro con <strong>la</strong> persona de Cristo, que te conduce al Padre.En este encuentro se escucha, uno se deja amar, se aprende a sentir y gustar todointernamente, como María, que guardaba todo en su corazón (Lc 2,19.51). Secontemp<strong>la</strong> en silencio, dando su tiempo al Señor. Pero también es el momento enque <strong>la</strong> fe se hace expresión de amor hacia el Señor. Y el amor tiene unos lenguajesque sólo los sabe y los practica el que ama. La Escritura y <strong>la</strong> vida son paranosotros <strong>la</strong>s grandes escue<strong>la</strong>s para aprender este idioma de los afectos de <strong>la</strong> fe.1353. Descubre y practica lo que Dios te ha dicho ("Resoluciones")Consideración y afecto, verdad y amor, nos llevan de <strong>la</strong> mano, en este tercermomento, a recoger <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra que él te ha dirigido en vistas a <strong>la</strong> vida. Quizá hahabido una luz, una sugerencia del Maestro interior para aplicar <strong>la</strong> oración a tusre<strong>la</strong>ciones, tu trabajo, etc. Orar es, al mismo tiempo, poder preguntar «Señor, ¿quéquieres que yo haga?», y disponerme a «hacer lo que Jesús nos diga» (Jn 2,5). Laoración es así el momento de una escucha fundamental: <strong>la</strong> de saber lo que Diosquiere, <strong>la</strong> elección que Dios hace, <strong>la</strong> decisión que Dios tiene para mí. No hayoración verdadera si no desemboca en <strong>la</strong> obediencia, porque el amor es, al final,consentimiento.Mi meditación termina entonces en un querer identificarme con Jesús, viviendocomo él vivió, queriendo lo que él quiso, abriéndome a su Pa<strong>la</strong>bra, encarnándo<strong>la</strong>en <strong>la</strong> vida. Es "poner a Jesús en <strong>la</strong>s manos", sabiendo que no soy yo quien tomaunas "resoluciones", sino él, que me ha elegido y me l<strong>la</strong>ma cada día. Hazteconsciente de hacia dónde te ha dirigido Dios a través de esta oración. Nopretendas encontrar artificialmente una indicación suya para tu vida, ni tampocoquieras concretar, sin más, una resolución voluntarista. Quizá te tengas quecontentar con un pequeño compromiso en re<strong>la</strong>ción a tu vida de fe, de re<strong>la</strong>ciones ode misión. En todo caso, es <strong>la</strong> oración <strong>la</strong> que te habrá iluminado, para conocer yasumir lo que Dios quiere de ti.El momento final de <strong>la</strong> meditación de fe es, como dice José Simler, una oraciónde conformidad con <strong>la</strong> voluntad de Dios (cf. Guía de <strong>la</strong> oración mental nn. 268-278).3. "Y tu Padre, que ve en lo escondido, te lo pagará" (Despedida )Concluye tu oración dando gracias por este momento de encuentro con él. Pideperdón si ha habido resistencia a acoger <strong>la</strong> Pa<strong>la</strong>bra. Pon en <strong>la</strong>s manos de Maríatodo lo bueno que ha sucedido, porque «María sostiene <strong>la</strong>s gracias para que no semalgasten» (San Buenaventura).
- Page 5 and 6:
PRESENTACIÓN5Presentamos algo más
- Page 7:
7PRIMERA PARTELA ORACIÓN EN EL CAM
- Page 10 and 11:
10Capítulo 1: El camino cristianoT
- Page 12 and 13:
3. Un encuentro en el que recibimos
- Page 14 and 15:
Para la formulación de este camino
- Page 16 and 17:
ella, como ella y con ella aprendem
- Page 18 and 19:
En esta etapa, además de saber de
- Page 21:
215. Algunos elementos de una pedag
- Page 25 and 26:
Oramos «para que Jesús llegue a s
- Page 27 and 28:
que no lleven a la piedad; no hay o
- Page 29 and 30:
que dejarla aparte cuando vamos a l
- Page 31 and 32:
312. Poniéndonos en caminoEs la se
- Page 33 and 34:
haga la síntesis de lo que cree. N
- Page 35:
comunidad eclesial para comprender
- Page 38 and 39:
Escucharle a él es escuchar al Pad
- Page 40 and 41:
* «Nos hiciste, Señor, para ti, y
- Page 42 and 43:
1. Si la oración es un encuentro e
- Page 44 and 45:
Me estrechas detrás y delante,me c
- Page 46 and 47:
él, pues él es tu vida y tus much
- Page 48 and 49:
Recorre con serenidad las fases de
- Page 50 and 51:
Es muy distinto saber de memoria la
- Page 52 and 53:
dones de Dios son irrevocables (Rom
- Page 54 and 55:
amigo y consolador a este Dios de a
- Page 56 and 57:
56- Ruega por nosotros, santa madre
- Page 58 and 59:
desde el éxodo hasta la vida plena
- Page 60 and 61:
60Sugerencias1. Habitualmente, util
- Page 62 and 63:
1. La distinción entre oración vo
- Page 64 and 65:
protege el camino de los justos,per
- Page 66 and 67:
Es reflejo de la luz eterna,espejo
- Page 68 and 69:
contigo. Hazlo de todos, descubre a
- Page 70 and 71:
animarnos a este trabajo, hay que c
- Page 72 and 73:
aunque sólo evitara un único peca
- Page 74 and 75:
SEGUNDA SECCIÓN: LA MISIÓN DEL HI
- Page 76 and 77:
en su muerte, tratando de llegar a
- Page 78 and 79:
"Orar entrando en el Evangelio"78Qu
- Page 80 and 81:
Que dure tanto como el sol,como la
- Page 82 and 83:
Mirad a mi siervo, a quien sostengo
- Page 84 and 85: predestinó a ser imagen de su hijo
- Page 86 and 87: Por eso Dios lo levantó sobre todo
- Page 88 and 89: 88Jesús es verdaderamente el Hijo
- Page 90 and 91: podríamos enviaros a Sor Agueda. N
- Page 92 and 93: Capítulo 4: Con la comunidad92Vamo
- Page 94 and 95: todo su sentido, cuando es la oraci
- Page 96 and 97: espíritu, de su caminar; a orar co
- Page 98 and 99: 1. Motivación del grupo. El animad
- Page 100 and 101: levantado; las atarás a tu muñeca
- Page 102 and 103: don del Espíritu Santo; segunda, q
- Page 104 and 105: todos de Espíritu Santo y empezaro
- Page 106 and 107: 1064. El Amor de Dios fundamenta la
- Page 108 and 109: da a luz en cierto modo (Fundamento
- Page 110 and 111: Capítulo 5: Haciéndo lo que él n
- Page 112 and 113: 1121. Preocúpate por conocer de un
- Page 114 and 115: 1143. Caminos de oraciónOrar la vi
- Page 116 and 117: sus carros y sus tropas, y te lo en
- Page 118 and 119: Pablo defiende con energía la raz
- Page 120 and 121: lo sabían pues habían sacado el a
- Page 122 and 123: 122Jesús y María vivieron solamen
- Page 124 and 125: Adiós, queridas hijas. Mi corazón
- Page 126 and 127: Desde el día de Pentecostés, el E
- Page 128 and 129: 1282. Para hacer el camino1. "Forma
- Page 130 and 131: fe, ni vivirla. Muchos fueron perse
- Page 132 and 133: paz; abriendo caminos nuevos en la
- Page 136 and 137: Elige un pensamiento o una luz que
- Page 138 and 139: descubrir a Dios a través de los s
- Page 140 and 141: 140Señor, mi corazón no es ambici
- Page 142 and 143: transformarnos en Jesucristo [...].
- Page 144 and 145: ninguna forma sensible, excepto en
- Page 146 and 147: Después de ponerse en la presencia
- Page 148 and 149: y conociéndome a mí cada vez más
- Page 150 and 151: tuvo que seguir a su hijo en la osc
- Page 152 and 153: «Nos hemos comprometido a proclama
- Page 154 and 155: signos concretos: la consagración
- Page 156 and 157: d) Contemplatio (silencio orante an
- Page 158 and 159: a Isaías: Sal al encuentro de Acaz
- Page 160 and 161: 160Dichoso el vientre que te llevó
- Page 162 and 163: María es nuestra esperanza, tota r
- Page 164 and 165: abogada y mediadora. Siempre se ha
- Page 166 and 167: 166"El espíritu de María"Esta exp
- Page 168 and 169: 6. Orando en el camino168Si hay una
- Page 170: en íntima unión con Jesús. Cuand