Memoria de la V Conferencia Nacional sobre Derechos Humanos

SESIONES PLENARIASLa respuesta salta a la vista: el Estado guatemalteco ha entrado en una fase de ineficiencia, de ineficaciapara cumplir con sus deberes esenciales; ha sido desbordado por las crecientes necesidades de unapoblación ávida de mayores oportunidades para enfrentar a un mundo globalizado que avanza a pasosagigantados y que no espera a nadie.El debilitamiento del Estado de derecho provocado por esos cuerpos ilegales y aparatos clandestinosde seguridad, ataca directamente a los cuatro componentes generales de ese Estado dederecho:a. El imperio de la ley, que rige para todos, gobernantes y gobernados, entendiendo que la ley es laexpresión de la voluntad general.Se tiene al imperio de la ley como el componente más importante, teniendo dos aspectos básicos:la seguridad y la justicia.Si tenemos que la administración de justicia es un servicio público al cual pueden y tienen elderecho de acceder todas las personas en igualdad de condiciones, para la garantía, proteccióny atención de sus derechos, para la resolución de sus controversias de manera ágil, imparcial,independiente, no discriminatoria y transparente, pero que en el Estado está la incapacidad decumplir –alta de recursos fi nancieros, desactualización, incrustación del crimen organizado en laestructura del sistema de justicia, la corrupción, la falta de transparencia–, entonces uno de loscomponentes está fracturado.b. La división de poderes en legislativo, ejecutivo y judicial, con un lógico predominio, en últimainstancia del primero, por ser la institución que representa la soberanía popular y la que suministralegalidad y legitimidad.Esta división de poderes es la columna vertebral del esquema político republicano y es, además,el rasgo que mejor define al gobierno constitucional, cuya característica principal es la de ser ungobierno de poderes limitados.En este punto, juegan un papel importantísimo los partidos políticos, los que están llamados adesarrollar ese juego democrático que permita que la soberanía popular pueda encontrar ecopara el planteamiento y la solución de sus necesidades, de sus problemas, de sus sueños, de susideales.Sin embargo, cuando vemos que las estructuras de esos partidos políticos son frágiles e inconsistentespara atender el mandato de esa soberanía popular, entonces resulta que el segundo de loscomponentes generales del Estado de derecho se ha fracturado.c. Fiscalización de la administración, que requiere una actuación estricta del poder según la ley yeficaz control por los órganos competentes constitucionales y legales.– 241 –