Revista Planetas prohibidos - N°15
Revista de ciencia-ficción, fantasía y terror. «Este número de Planetas Prohibidos© Año 6, se terminó de editar el dia 30 de diciembre de 2017». CONSEJO DE DIRECCIÓN Jorge Vilches, Lino Moinelo, Guillermo de la Peña y Marta Martínez EDICIÓN Y CORRECCIÓN J. Javier Arnau William E. Fleming MAQUETACIÓN Y DISEÑO James Crawford Publishing.
Revista de ciencia-ficción, fantasía y terror.
«Este número de
Planetas Prohibidos© Año 6,
se terminó de editar
el dia 30 de diciembre de 2017».
CONSEJO DE DIRECCIÓN
Jorge Vilches, Lino Moinelo,
Guillermo de la Peña y Marta Martínez
EDICIÓN Y CORRECCIÓN
J. Javier Arnau
William E. Fleming
MAQUETACIÓN Y DISEÑO
James Crawford Publishing.
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
74<br />
»La colina era muy pequeña, pero apenas lo suficiente para convertirse en<br />
un terreno elevado. La subí a pequeños saltos. De pronto se tornó plana a unos<br />
veinte metros y comenzó a caer en picada. Justo ahí, encajado en el terreno,<br />
como un monumento olvidado, se hallaba una nave espacial. Y créame cuando<br />
le digo que no era proveniente de la Tierra.<br />
»Piensa que estoy loco, ¿verdad?<br />
—No. Desde luego que no. —Desvié la mirada y limpié vasos—. Continúe,<br />
por favor.<br />
Carraspeó y tomó un trago más de vodka.<br />
—Ninguna emoción, ningún pensamiento llenó mi mente durante aquellos<br />
primeros segundos. Luego comencé a temblar, con el deseo atorado de<br />
querer gritarlo a los cuatro vientos. Esto era algo que muy difícilmente mi<br />
mente podía concebir. Después de eso comencé a formularme preguntas, y en<br />
la mayoría no tenía una respuesta lógica.<br />
»Obtuve algunas imágenes instantáneas de la nave. Desde el momento en<br />
que reparé en ella me había resultado bastante extraña: su forma se asemejaba<br />
a un arco puntiagudo, con una pequeña saliente en lo que venía siendo la<br />
popa, pero aun así era bastante descomunal. Me daba la impresión de que toda<br />
la nave respiraba y que la cabina funcionaba como un aparato de respiración.<br />
Sobresalía como un pezón cristalino. No se veían los elementos complicados<br />
y desordenados que se asocia con los transbordadores. Todo estaba diseñado a<br />
partir de una peculiar estética, una estética viviente. Cuatro gruesos soportes<br />
circundaban el fuselaje y lo anclaban al suelo. A pesar de que no había ningún<br />
desgaste en ellos, podía jurar que habían permanecido ahí desde varios millones<br />
de años debido a que el suelo alrededor de las bases no presentaba ningún<br />
deterioro o manipulación.<br />
»Regresé a la estación lo más rápido posible con el riesgo de gastar todas<br />
las recargas de aire. Tenía que informarlos, advertirlos, tanto a la tripulación<br />
como a todos los habitantes de la Tierra. Ese fue mi error. No ejecuté la recarga<br />
como debía: apenas me elevé unos cuantos metros e impacté contra el suelo.<br />
El ordenador se había dañado y todas las imágenes se desconfiguraron. Arrojé<br />
una piedra de puro coraje e hice levantar el polvo lunar con mis botas. Estaba<br />
perdido. No había forma de probar mi hallazgo.<br />
»Luego de salir de la cámara de descompresión y quitarme el casco, apareció<br />
Higgins bastante molesto:<br />
»—¿Qué demonios está ocurriendo, Vonmiglásov? Explícate, ¿por qué<br />
cortaste la comunicación?<br />
»Tardé bastante en tomar aliento debido al impacto de haber sido testigo<br />
del más grande descubrimiento en la historia del hombre. Chiang me sacudió<br />
del hombro, Fernández me miraba con preocupación. Poco a poco tomé aire<br />
y me recuperé. Alcancé a decir:<br />
»—Escuchen, yo…