Revista Planetas prohibidos - N°15
Revista de ciencia-ficción, fantasía y terror. «Este número de Planetas Prohibidos© Año 6, se terminó de editar el dia 30 de diciembre de 2017». CONSEJO DE DIRECCIÓN Jorge Vilches, Lino Moinelo, Guillermo de la Peña y Marta Martínez EDICIÓN Y CORRECCIÓN J. Javier Arnau William E. Fleming MAQUETACIÓN Y DISEÑO James Crawford Publishing.
Revista de ciencia-ficción, fantasía y terror.
«Este número de
Planetas Prohibidos© Año 6,
se terminó de editar
el dia 30 de diciembre de 2017».
CONSEJO DE DIRECCIÓN
Jorge Vilches, Lino Moinelo,
Guillermo de la Peña y Marta Martínez
EDICIÓN Y CORRECCIÓN
J. Javier Arnau
William E. Fleming
MAQUETACIÓN Y DISEÑO
James Crawford Publishing.
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
»—¿Qué diablos significa esto? —dijo Higgins—. Tu maldita insubordinación<br />
nos ha puesto en falsa alerta. En Washington y en tu Moscú querrán saber<br />
qué está ocurriendo.<br />
»Fernández se limitó a decir que había violado el reglamento al no informar<br />
de mi partida al resto del equipo.<br />
»Miré a Fernández a los ojos y dije:<br />
»—Coronel Fernández. Minnie… Dime, ¿hay algo que estén ocultando<br />
ustedes y las autoridades?<br />
»Higgins volvió a interrumpir:<br />
»—Nosotros no ocultamos nada, gigantón. No empieces con absurdas teorías.<br />
»—No estoy empezando nada.<br />
»Higgins alzó la voz:<br />
»—Eso es información clasificada.<br />
»—¿Me lo impedirás? —pregunté, con sospechas—. Algo me dice que ya<br />
sabías de esto. Por algo te enviaron con nosotros: para que nos vigilaras. Pero<br />
se te ha salido de control.<br />
»Higgins dio dos pasos hacia atrás con calma. Con mucha calma. Sus facciones<br />
se suavizaron. Dijo:<br />
»—Tiene que ver con algo que nunca llegarás a comprender. —Desenfundó<br />
un compartimento de su pantalón y dejó a la vista un arma—. No puedo<br />
permitir que salgan de la estación. Tienen un trabajo más importante. Yo… Yo<br />
soy el capitán y les ordeno que…<br />
»Terminó de hablar y por un momento reinó el silencio. Entonces dejé<br />
escapar un sonido de fastidio y alcé las manos. En realidad todos lo hicimos. Su<br />
nerviosismo lo traicionó. Chiang tomó del brazo a Higgins y yo aproveché para<br />
desviar el arma hacía otra parte. Hubo un disparo. Fernández soltó un gritó y<br />
yo me palpé en busca de un agujero en el traje. Higgins se llevó la mano a un<br />
muslo. Miró su pecho y elevó la mirada hacia donde se encontraba Chiang. Se<br />
dispuso a decir algo, pero antes de hablar se desplomó con lentitud a causa de<br />
la poca gravedad. Alcanzó a toser y pude ver sangre en su boca. Su pecho dejó<br />
al descubierto una fisura en la que podía pasar el tamaño exacto de una bala.<br />
Se detuvo. No se encontraba bajo los efectos del alcohol, pero le costaba<br />
trabajo recrear los hechos. No todos los días se puede hallar una base alienígena<br />
y asesinar a un hombre casi al mismo tiempo.<br />
—Continúe, camarada —dije.<br />
—Eso intento. Fernández me hizo ver como un asesino con su mirada.<br />
Chiang intentaba hacer lo posible por revivir a un cadáver, pero fue imposible.<br />
»Lo que dijo Fernández a continuación me cambió la vida:<br />
»—Pudiste obedecerme, Ilya. No debiste ir a ver de qué se trataba esa luz.<br />
»—¿Estás diciendo que tú lo sabías? —Ella no respondió. Se inclinó ante<br />
mí tan rápido que comencé a sentir un repentino vértigo. La cara congestionada<br />
de Minnie acudió a mi mente. Luego me hundí en un sueño denso, negro,<br />
75