20.09.2018 Views

Revista Planetas prohibidos - N°15

Revista de ciencia-ficción, fantasía y terror. «Este número de Planetas Prohibidos© Año 6, se terminó de editar el dia 30 de diciembre de 2017». CONSEJO DE DIRECCIÓN Jorge Vilches, Lino Moinelo, Guillermo de la Peña y Marta Martínez EDICIÓN Y CORRECCIÓN J. Javier Arnau William E. Fleming MAQUETACIÓN Y DISEÑO James Crawford Publishing.

Revista de ciencia-ficción, fantasía y terror.
«Este número de
Planetas Prohibidos© Año 6,
se terminó de editar
el dia 30 de diciembre de 2017».
CONSEJO DE DIRECCIÓN
Jorge Vilches, Lino Moinelo,
Guillermo de la Peña y Marta Martínez
EDICIÓN Y CORRECCIÓN
J. Javier Arnau
William E. Fleming
MAQUETACIÓN Y DISEÑO
James Crawford Publishing.

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

—Marthya.<br />

La joven se apartó.<br />

—¿Qué...?<br />

—Ojalá no hubieses hecho eso.<br />

—Mann... —Se produjo un prolongado silencio; luego—: Entonces, tú...<br />

—Sí.<br />

—Desde... ¿desde cuándo, Mann?<br />

—No me acuerdo de cuándo empezó; mira si será cosa vieja, ¿no?<br />

—Oh, Mann...<br />

—¿No es para morirse de risa?<br />

De pronto Bekker pareció transfigurarse. Se puso de pie, derribando una<br />

pila de libros, y sus dedos estrujaron la muñeca de la mujer.<br />

—¡No te cases con él! ¡Por lo que más quieras..., detente!<br />

Marthya se desasió con suave firmeza.<br />

—Él es lo que más quiero, Mann.<br />

—¡Piensa lo que haces! ¡Piensa lo que es!<br />

Los ojos de ella se impusieron a las tinieblas.<br />

—¡Cállate! ¡No vuelvas a decir eso jamás!<br />

—Yo...<br />

—Le amo con todo mi corazón, y él a mí. No importa la diferencia de<br />

razas. Yo sé que nos queremos. No me vuelvas a hablar así.<br />

Algo hundió los hombros del Traditólogo.<br />

—Como tú quieras... Siempre como tú quieras, Marthya.<br />

La chica le oprimió una mano entre las suyas, tibias y blandas.<br />

—Gracias, Mann.<br />

La helada brisa agitó el follaje, afuera. Por el cielorraso transparente penetraba<br />

la luz de las tres lunas. Casi en el cenit, fulgía una enorme estrella blanca.<br />

—¿Vas a venir a la fiesta, Mann?<br />

Fue como si le clavasen agujas de vidrio en el alma.<br />

—Iré —dijo.<br />

DOS<br />

El vasto salón del Palacio de Gobierno relucía en la lujuria cromática de ropajes<br />

y mosaicos encerados. Las luces ardían con blancura deslumbradora.<br />

Mann Bekker no veía más que a Marthya. A Marthya, vestida de blanco,<br />

dorada, rosada, suavemente radiante entre brillos duros que herían la vista.<br />

Como solamente ella podía fulgir.<br />

Y entonces Bekker divisó al rigeliano.<br />

Al igual que la mayoría de los neoterranos de postguerra, él nunca había<br />

tenido la oportunidad de ver de cerca a un goohrko. Lhoun estaba de espaldas<br />

9

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!