You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
A
mente lo que pidamos de modo equivocado no lo recibiremos. ¡Cuán bueno
es nuestro Padre celestial, que filtra nuestros pedidos, y que solo nos da lo
que realmente necesitamos!
Nuestro privilegio es pedir, y la disposición de Dios es dar. Dar con po
der, con amor, con sabiduría, y siempre para nuestro beneficio. No obstante,
muchos se preguntan <Para qué orar o pedir, si Dios ya sabe lo que necesitamos?
Y la pregunta tiene su respuesta
La oración no tiene solamente la
función de pedir la ayuda de Dios,
sino también existe para conversar
con él y abrirle nuestro corazón
como al amigo más entrañable
Dialogar con un buen amigo,
a quien queremos de verdad,
siempre nos hace bien Sentimos
que él nos escucha con interés y
que nos comprende Le contamos
lo que nos pasa, y terminamos
más animados y apoyados Eso
nos ocurre cuando oramos o hablamos
con Dios.
La oración es también para sentir
la presencia del Señor en nuestro
corazón Nuestra comunicación
con él crea en nuestra mente una
atmósfera de espiritualidad, y ahu
yenta los malos pensamientosy los
sentimientos negativos. Aleja toda
forma de pesi mismo y desaliento, y
nos da en cambio la fuerza del entusiasmo
y el optimismo
Además, la oración es para expresar
nuestra gratitud a Dios
Nuestra mente piensa, nuesrc
corazón late, nuestros pulmones
respiran, nuestras manos se
mueven, nuestros pies nos llevadde
un lugar a otro, y el resto ae
nuestro organismo se comporta
de modo tan maravilloso que r.:
podemos menos que agradece
cada día al Señor por la vida > a
salud que nos da. Y, adiciona
mente, él nos concede tantiz
otras bendiciones, de toda indo =
que no podríamos omitir nuesi'á |
gratitud a él Quien solamertf
pide y no agradece a Dios se vue
ve egocéntrico, ingrato e intí -**-
rente para con Dios. ¡Nos hace I
tanto bien agradecer como pee ■ j
Ser agradecidos nos eleva y a? - 1
ma nuestro optimismo. Nos hace i
mejores hijos de Dios
136 Capítulo^.