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ANTONIO NO SABÍA CANTAR
Cuando Antonio falleció en un solo talento3Y p oresa razpry<t^
1737, ya había fabricado más de mil
quinientos violines con su propio
nombre "Antonio Stradivarius” Hoy
esos violines son los más buscados,
y se pagan por ellos sumas extraor
sientes Inti?Hefjá1qüTenes te rodear
Epjpn^es^e~ha_ ¿i¿^adolaho?Vael
desafio. Adopta ung ..n-r-im-i p ^ i-
tiva y optimist*Prueba una v otra
"vez,- rraní'qúedescubras ese talento
Am£ni£L-4 tíadivarius no
que yace escondido en tu alma.
podía cantar ni tocar, pero con su o ^uí[[v3í6 Con ~voimTra~d v~cón~tlrfe
único talento, bien utilizado, fabricó puesta en Dios Y aunque los demás
/> J £ ¿ T)CTT A
^ En la ciudad italiana de Cremona, vivió durante el
siglo XVII un joven llamado Antonio A menudo él se sentía
apenado porque, viviendo en una población famosa
por su música, él no podía cantar ni tocar Nunca fue admitido
en el coro juvenil de su ciudad Y cuando el joven
comenzó a tomar lecciones de violín, los vecinos convencieron
a sus padres de que él dejara de locar
* Los amigos de Antonio se burlaban
de él porque,al parecer, loúnico
q ^ él sabia hacer era tallar la madera.
Y cierto día, Antonio fue a ver al
renombrado fabricante de violines
Amati que vivía en la ciudad, y le pidió
que lo admitiera como aprendiz
en su taller Allí permaneció muchos dinarias
años estudiando y aprendiendo,
hasta que llegó a ser un maestro en
el arte de tallar Alcanzó a fabricar
muchos violines de una calidad en
constante superación
Jos mejores violines del mundo que
hasta noy siguen deleitando con la
bellezadesu música
¿Éstás^pTéocupado o preocupada
porque consideras que tienes
te subestimen, insiste con perseverancia
tomándote de la mano del S
ñor Él fortalecerá tu ánimo, te dará
G&tHnismo, y hará brillar tu talento
con impeñTado éxjjjp-^
t> La parábola de Jesús enseña la importancia de la
buena actitud; más que de la cantidad Tanto, que el
señor de la casa felicitó con los mismos términos al
siervo que llegó a tener diez talentos, como a su compañero
que alcanzó solamente cuatro Y le habría dicho
las mismas palabras de felicitación al siervo que
recibió^un solo talento, si hubiera terminado apenas
con dos. Si lo poco que había recibido de su patrón, lo
hubiera sabido cultivar y capitalizar, ¡cuán diferente
habría sido su vida!
Dos historias contrapuestas 93