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n día, en su permanente deambular por las calles
de la ciudad, un pordiosero encontró en el
suelo un hermoso reloj.\ con la ilusión de seguir
encontrando otros objetos de valor, el hombre
adoptó la costumbre de mirar siempre hacia abajo por
dondequiera que caminara.
Después de diez años de tanto mirar
hacia el suelo, el mendigo llegó a
encontrar miles de clavos oxidados,
una buena cantidad de monedas, diversos
prendedores de mujer, varios
objetos interesantes de hierro y de
madera, y muy poco más que eso
¡Diez años mirando hacia abajo posibilitó^que
encontrara cosas de poco
valor! Dejó de ver la luz, para ver su
propia sombra. No supo apreciar las
diferentes bellezas de la vida: plantas,
flores, nubes, estrellas.. Vivió recogiendo
solamente desperdicios sin
provecho alguno.
• El proceder errado de este pobre
hombre simboliza la actitud de aquellos
que viven mirando hacia abajo
hacia la conducta negativa del prójimo,
hacia las noticias funestas de
mundo, hacia sus propios problemas
personales Todo en ellos son sombras,
lamentos, dolores y hechos de
primentes, con los cuales reflejan su
pesimismo y matan su felicidad
¿Hacia dónde miras habitualmente?
¿Te gozas con la riqueza de;
optimismo, o te domina más bien la
pobreza del pesimismo? ¡Cuán fácilmente
podemos caer en esta segur
da actitud y volvernos negativos,
para descubrir luego que ese camino
equivocado conduce solo a la tristeza
y el estancamiento!
SABER MIRAR
• Cierta vez, una señora me preguntó
preocupada “¿Por qué hasta
mis propios hijos me tildan de
pesimista?" Y añadía "Reconozco
que casi nada me conforma. Si
llueve, me fastidio; si hay viento,
me pongo nerviosa, si hace frío me
a Dios Y a su lado nadie puede ser
negativo ni pesimista
¿Qué ves a tu alrededor? ¿Solamente
las sombras, o también las luces?
¿Solo los problemas, o también
las soluciones?¿Con qué pensamientos
llenas mayormente tu cabeza?
deprimo, y no aguanto el calor”. No^t-Recordemos la siguiente prueba que
es de extrañar que esta madre tu-^o un profesor hizo con sus alumnos:
viera serios problemas de relación m El profesor de escuela secundaria
con su fam ilia
^ quería conocer la capacidad de ob-
Felizmente, con el tiempo esta servación que tenían sus alumnos
mujer fue cambiando. Reconoció Para ello, colocó sobre el pizarrón del
que su tono de tristeza y amargu- aula una hoja blanca de regular tara
la tenía realmente enferma. Y a maño,y en el centro de ella marcó un
partir de entonces se acercó con fe punto negro Luego preguntó a sus
alumnos qué veían. La casi totalidad
de ellos contestaron que veían un
punto negro Muy pocos dijeron que
velan una hoja blanca
0 ¡Cuán universal es la tendencia
de ver lo oscuro, más que lo claro, las
sombras, más que las luces; los defectos,
más que las virtudes del prójimo5
Quien tenga esta manera de ser se estará
privando de equilibrio y de bier
estar interior. Tal fue la importante
lección que el citado profesor quiso
inculcar en sus alumnos Un principio
elemental que puede asegurar la
alegría del corazón
« ¡Cuánto pierde la persona pesi-
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