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EN BUSCA DE LA SALUD
El director médico de un gran hospital informó que,
de las 190 personas que habían fallecido en esa institución
durante un determinado tiempo, la mayoría de
ellas podría haber seguido viviendo si no hubiesen tenido
lo que él llamó "complejo de desesperanza” Perdieron
la fe en su recuperación, dejaren de luchar y se
abandonaron a morir
Así como el pesimismo llevó a la muerte a esos enfermos,
es igualmente cierto que una disposición optimista
y positiva constituye un poderoso factor tanto
para recuperar la salud perdida como para prevenir la
enfermedad Párrafos atrás leíamos el caso del general
sirio Naamán. Vimos que cuando él cambió su desilusión
inicial por su posterior esperanza,
su enfermedad desapareció
por obra de Dios. Veamos ahora otro
caso en el que también la enfermedad
fue derrotada.
Se trata de una mujer "que padecía
flujo de sangre desde hacía
doce años y que había gastado en
médicos todo cuanto tenía, y por
ninguno había podido ser sanada"
(S. Lucas 843) Hasta que un día la
mujer abrigó la esperanza de que
Jesús podría sanarla Y se acercó al
Maestro por detrás, en medio de la
gran multitud que lo rodeaba Ella
se limitó a tocar el borde del vestido
de Jesús, creyendo que eso solo
podría curarla Y, efectivamente, su
hemorragia se detuvo al instante.
Jesús captó ese toque de fe en
su poder sanador, y premió a la mujer
devolviéndole la salud Luego el
Maestro le dijo: "Hija, tu fe te ha sanado.
Vé en paz" (S Lucas 8 48). La
fe y el optimismo habían llenado
el corazón de la atribulada mujer, y
eso le cambió la vida.
En un sentido, lo que experimentó
esta mujer puede repetirse
en tu vida y en la mía*¿Tienes algún
dolor en tu alma?*¿Te aqueja alguna
enfermedad emocional?tTienes
problemas de relación en tu trabajo
o en tu casa?<Adopta, entonces, la
sabia actitud de esa mujer Acércate
espiritualmente al gran Sanador, y
exprésale tu necesidad. Pide ayuda
con esperanzado optimismo, y él
obrará en tu favor.
• Incluso para la enfermedad ffsica,
el divino Sanador tiene una
respuesta. Cuando es su voluntad,
y colaboramos con ella, él puede
erradicar las dolencias de nuestro
cuerpo. Y, si no, ciertamente puede
mitigar sus efectos más nocivos.
Sea como fuere, la fe optimista es
siempre una enorme bendición"
para quien padezca cualquier clase
de enfermedad ¡Compruébalo en
tu vida cuando llegues a sufrir alguna
dolencia!
La riqueza del optimismo 37