11.04.2023 Views

Guerras de los Ángeles

Hay una contienda entre las fuerzas del bien y las del mal, entre los ángeles leales y los infieles. Cristo y Satanás no concuerdan y jamás podrán hacerlo. En cada época la verdadera iglesia de Dios ha librado una lucha contra las agencias del mal. Y esta pugna, entre los ángeles malignos y las personas malvadas, por un lado, contra los ángeles del cielo y los verdaderos creyentes, por el otro; ha de continuar hasta el fin del conflicto. Esta violenta batalla incrementará su fiereza a medida que se acerque el fin. A los que se han unido a los agentes satánicos, el Señor los ha designado como hijos de las tinieblas. No existe, ni podrá existir, enemistad natural entre los ángeles caídos y los seres humanos caídos. Ambos son malvados. Por causa de la apostasía ambos abrigan malos sentimientos. Los ángeles malvados y los impíos se han asociado en una confederación desesperada en contra del bien. Satanás sabía que si podía inducir a la raza humana a unirse con él y su rebelión, como lo había hecho con los ángeles, conformaría una poderosa fuerza con la cual podría llevar adelante su rebelión. En medio de las huestes del mal reina la irritación y las rencillas, sin embargo, todos están firmemente aliados en la lucha contra el Cielo.

Hay una contienda entre las fuerzas del bien y las del mal, entre los ángeles leales y los infieles. Cristo y Satanás no concuerdan y jamás podrán hacerlo. En cada época la verdadera iglesia de Dios ha librado una lucha contra las agencias del mal. Y esta pugna, entre los ángeles malignos y las personas malvadas, por un lado, contra los ángeles del cielo y los verdaderos creyentes, por el otro; ha de continuar hasta el fin del conflicto. Esta violenta batalla incrementará su fiereza a medida que se acerque el fin. A los que se han unido a los agentes satánicos, el Señor los ha designado como hijos de las tinieblas. No existe, ni podrá existir, enemistad natural entre los ángeles caídos y los seres humanos caídos. Ambos son malvados. Por causa de la apostasía ambos abrigan malos sentimientos. Los ángeles malvados y los impíos se han asociado en una confederación desesperada en contra del bien. Satanás sabía que si podía inducir a la raza humana a unirse con él y su rebelión, como lo había hecho con los ángeles, conformaría una poderosa fuerza con la cual podría llevar adelante su rebelión. En medio de las huestes del mal reina la irritación y las rencillas, sin embargo, todos están firmemente aliados en la lucha contra el Cielo.

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

<strong>Guerras</strong> <strong>de</strong> <strong>los</strong> <strong>Ángeles</strong><br />

Cuando Dios le dio a Felipe su tarea... aprendió que cada alma es preciosa a la vista <strong>de</strong><br />

Dios, y que <strong>los</strong> ángeles dirigen a <strong>los</strong> agentes humanos para llevar la luz a aquel<strong>los</strong> que la<br />

necesitan. Los ángeles no han sido encargados <strong>de</strong> la tarea <strong>de</strong> predicar el Evangelio; pero<br />

mediante su ministerio, Dios envía luz a su pueblo; y es a través <strong>de</strong> su pueblo que la luz<br />

ha <strong>de</strong> llegar al mundo.—Bible Echo and Signs of the Times, 10 <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong> 1900.<br />

{VAAn 232.4}<br />

La conversión <strong>de</strong> Pablo<br />

Mientras Saulo viajaba hacia Damasco, llevando cartas que le autorizaban a apresar<br />

hombres y mujeres que predicasen a Jesús, para llevar<strong>los</strong> atados a Jerusalén, había en<br />

<strong>de</strong>rredor <strong>de</strong> él ángeles ma<strong>los</strong> llenos <strong>de</strong> regocijo. Pero <strong>de</strong> repente una luz <strong>de</strong>l cielo brilló en<br />

<strong>de</strong>rredor <strong>de</strong> él, ahuyentó a <strong>los</strong> ma<strong>los</strong> ángeles y le hizo caer prestamente al suelo.—<br />

Primeros Escritos, 200. {VAAn 233.1}<br />

En el relato <strong>de</strong> la conversión <strong>de</strong> Saulo se nos dan importantes principios que <strong>de</strong>beríamos<br />

tener siempre presentes. Saulo fue puesto directamente en presencia <strong>de</strong> Cristo... Lo <strong>de</strong>tuvo<br />

en su carrera y lo convenció <strong>de</strong> pecado; pero cuando Saulo preguntó: “¿Qué quieres que<br />

yo haga?”, el Salvador colocó al inquiridor judío en relación con su iglesia, para que<br />

conociera allí la voluntad <strong>de</strong> Dios concerniente a él... {VAAn 233.2}<br />

Mientras Saulo continuaba solo orando y suplicando en la casa <strong>de</strong> Judas, el Señor le<br />

apareció en visión a “un discípulo llamado Ananías”, y le dijo que Saulo <strong>de</strong> Tarso estaba<br />

orando y que necesitaba ayuda. “Levántate, y ve a la calle que se llama Derecha—dijo el<br />

mensajero celestial—, y busca en casa <strong>de</strong> Judas a uno llamado Saulo, <strong>de</strong> Tarso; porque he<br />

aquí, él ora”... {VAAn 233.3}<br />

Apenas podía creer Ananías las palabras <strong>de</strong>l ángel; porque <strong>los</strong> informes <strong>de</strong> la acerba<br />

persecución <strong>de</strong> Saulo contra <strong>los</strong> santos <strong>de</strong> Jerusalén se habían esparcido extensamente...<br />

{VAAn 233.4}<br />

Obediente a la indicación <strong>de</strong>l ángel, Ananías buscó al hombre que hacía poco sólo<br />

respiraba amenazas contra todos <strong>los</strong> que creían en el nombre <strong>de</strong> Jesús; y poniendo sus<br />

manos sobre la cabeza <strong>de</strong>l dolorido penitente, dijo: “Hermano Saulo, el Señor Jesús, que<br />

se te apareció en el camino por don<strong>de</strong> venías, me ha enviado para que recibas la vista y<br />

seas lleno <strong>de</strong>l Espíritu Santo. Y al momento le cayeron <strong>de</strong> <strong>los</strong> ojos como escamas, y recibió<br />

al instante la vista; y levantándose, fue bautizado”. Hechos 9:1-18.—Los Hechos <strong>de</strong> <strong>los</strong><br />

Apóstoles, 98-99. {VAAn 234.1}<br />

Pablo sale <strong>de</strong> Damasco<br />

Mientras Pablo predicaba a Cristo en Damasco, todos <strong>los</strong> que lo oían se asombraban...<br />

La oposición se tornó tan fiera que no se le permitió a Pablo continuar sus labores en<br />

Damasco. Un mensajero <strong>de</strong>l cielo le or<strong>de</strong>nó que <strong>de</strong>jara el lugar por un tiempo; y fue a<br />

Arabia (Gálatas 1:17), don<strong>de</strong> halló un refugio seguro. {VAAn 234.2}<br />

127

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!