11.04.2023 Views

Guerras de los Ángeles

Hay una contienda entre las fuerzas del bien y las del mal, entre los ángeles leales y los infieles. Cristo y Satanás no concuerdan y jamás podrán hacerlo. En cada época la verdadera iglesia de Dios ha librado una lucha contra las agencias del mal. Y esta pugna, entre los ángeles malignos y las personas malvadas, por un lado, contra los ángeles del cielo y los verdaderos creyentes, por el otro; ha de continuar hasta el fin del conflicto. Esta violenta batalla incrementará su fiereza a medida que se acerque el fin. A los que se han unido a los agentes satánicos, el Señor los ha designado como hijos de las tinieblas. No existe, ni podrá existir, enemistad natural entre los ángeles caídos y los seres humanos caídos. Ambos son malvados. Por causa de la apostasía ambos abrigan malos sentimientos. Los ángeles malvados y los impíos se han asociado en una confederación desesperada en contra del bien. Satanás sabía que si podía inducir a la raza humana a unirse con él y su rebelión, como lo había hecho con los ángeles, conformaría una poderosa fuerza con la cual podría llevar adelante su rebelión. En medio de las huestes del mal reina la irritación y las rencillas, sin embargo, todos están firmemente aliados en la lucha contra el Cielo.

Hay una contienda entre las fuerzas del bien y las del mal, entre los ángeles leales y los infieles. Cristo y Satanás no concuerdan y jamás podrán hacerlo. En cada época la verdadera iglesia de Dios ha librado una lucha contra las agencias del mal. Y esta pugna, entre los ángeles malignos y las personas malvadas, por un lado, contra los ángeles del cielo y los verdaderos creyentes, por el otro; ha de continuar hasta el fin del conflicto. Esta violenta batalla incrementará su fiereza a medida que se acerque el fin. A los que se han unido a los agentes satánicos, el Señor los ha designado como hijos de las tinieblas. No existe, ni podrá existir, enemistad natural entre los ángeles caídos y los seres humanos caídos. Ambos son malvados. Por causa de la apostasía ambos abrigan malos sentimientos. Los ángeles malvados y los impíos se han asociado en una confederación desesperada en contra del bien. Satanás sabía que si podía inducir a la raza humana a unirse con él y su rebelión, como lo había hecho con los ángeles, conformaría una poderosa fuerza con la cual podría llevar adelante su rebelión. En medio de las huestes del mal reina la irritación y las rencillas, sin embargo, todos están firmemente aliados en la lucha contra el Cielo.

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

<strong>Guerras</strong> <strong>de</strong> <strong>los</strong> <strong>Ángeles</strong><br />

En el niño <strong>de</strong> Belén estaba velada la gloria ante la cual <strong>los</strong> ángeles se postran. Este niño<br />

inconsciente era la Simiente prometida, señalada por el primer altar erigido ante la puerta<br />

<strong>de</strong>l Edén.—El Deseado <strong>de</strong> Todas las Gentes, 36. {VAAn 162.2}<br />

La anunciación<br />

Antes <strong>de</strong> su nacimiento, el ángel había dicho a María: “Este será gran<strong>de</strong>, y será llamado<br />

Hijo <strong>de</strong>l Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono <strong>de</strong> David su padre; y reinará sobre la<br />

casa <strong>de</strong> Jacob para siempre”. Lucas 1:32-33. María había pon<strong>de</strong>rado estas palabras en su<br />

corazón; sin embargo, aunque creía que su hijo había <strong>de</strong> ser el Mesías <strong>de</strong> Israel, no<br />

comprendía su misión.—El Deseado <strong>de</strong> Todas las Gentes, 61. {VAAn 162.3}<br />

Los ángeles acompañaron a José y María en su cansador viaje a la ciudad <strong>de</strong> David,<br />

para ser empadronados <strong>de</strong> acuerdo al <strong>de</strong>creto <strong>de</strong> Augusto César. Fue en la provi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong><br />

Dios que José y María fueron traídos a Belén, porque la profecía había predicho que ése<br />

sería el lugar <strong>de</strong> nacimiento <strong>de</strong> Cristo. Buscaron un lugar para reposar, pero fueron<br />

rechazados. Los ricos y honorables habían sido bienvenidos y habían encontrado albergue<br />

y refrigerio. Pero estos cansados viajeros fueron compelidos a buscar refugio en un rústico<br />

establo preparado para <strong>los</strong> animales.—The Review and Herald, 17 <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong> 1872.<br />

{VAAn 163.1}<br />

Antes <strong>de</strong>l nacimiento <strong>de</strong> Cristo<br />

En el cielo fue anunciado que el tiempo para el advenimiento <strong>de</strong> Cristo al mundo había<br />

llegado. Los ángeles <strong>de</strong>jaron su glorioso lugar, para ser testigos <strong>de</strong> la recepción que él<br />

recibiría por parte <strong>de</strong> aquel<strong>los</strong> a quienes venía a ben<strong>de</strong>cir y salvar. Habían presenciado su<br />

gloria en el cielo, y esperaban que fuese recibido con honores <strong>de</strong> acuerdo a su alto rango,<br />

y a la elevada misión que venía a cumplir. Cuando <strong>los</strong> ángeles llegaron a la tierra, primero<br />

fueron al pueblo que Dios había separado <strong>de</strong> las naciones <strong>de</strong>l mundo para que fuera su<br />

especial tesoro. Pero no vieron ningún interés especial entre <strong>los</strong> judíos; ninguna emoción<br />

ni excitación por ver quién sería el primero en recibir al Re<strong>de</strong>ntor y reconocer su<br />

advenimiento.—The Review and Herald, 17 <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong> 1872. {VAAn 163.2}<br />

Un ángel <strong>de</strong>scien<strong>de</strong> a la tierra para ver quiénes están preparados para dar la bienvenida<br />

a Jesús. Pero no pue<strong>de</strong> discernir señal alguna <strong>de</strong> expectación. No oye ninguna voz <strong>de</strong><br />

alabanza ni <strong>de</strong> triunfo que anuncie que la venida <strong>de</strong>l Mesías es inminente. El ángel se<br />

cierne durante un momento sobre la ciudad escogida y sobre el templo don<strong>de</strong> durante<br />

sig<strong>los</strong> y sig<strong>los</strong> se manifestara la divina presencia; pero allí también se nota la misma<br />

indiferencia... {VAAn 163.3}<br />

Asombrado, el mensajero celestial está a punto <strong>de</strong> volverse al cielo con la vergonzosa<br />

noticia, cuando <strong>de</strong>scubre a un grupo <strong>de</strong> pastores que están cuidando sus rebaños durante<br />

la noche, y que al contemplar el cielo estrellado, meditan en la profecía <strong>de</strong> un Mesías que<br />

<strong>de</strong>be venir a la tierra y anhelan el advenimiento <strong>de</strong>l Re<strong>de</strong>ntor <strong>de</strong>l mundo. Aquí tenemos<br />

un grupo <strong>de</strong> seres humanos preparado para recibir el mensaje celestial. Y <strong>de</strong> pronto<br />

88

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!